El arte y la calle de Residente

«Mi enfoque siempre fue en las artes. Dibujaba mucho, desde los cinco o seis años. Me perdía de lo que pasaba en las clases porque estaba dibujando. Cuando dibujaba era cuando único me concentraba», recordó el artista mientras esperaba a su novia argentina en el vestíbulo de una tienda de tatuajes.
Según confesó el intérprete, «como para ese entonces no había YouTube, para aprender me sentaba a ver la serie de televisión ‘Dibujando con Kiki’ y lo imitaba».
Aunque a muchos el estilo de Calle 13 les parezca ofensivo o repugnante, la realidad es que la educación es una de las cosas que mantuvo a Pérez vivo y fuera de la cárcel.
«Me crié en la Calle 13 en Trujillo Alto (en la urbanización El Conquistador). En aquel entonces, esa calle era mucho más humilde que ahora. Ha cambiado mucho y ha sido para bien. Es muy diferente. Mis amigos a casi todos los mataron o están presos, me da lástima que haya pasado porque me crié con ellos y sé que eran personas buenas», aseguró.
Antes de dedicarse a las letras incendiarias que hoy le han servido de innumerables reconocimientos, aprendió a tocar la batería y se desempeñó en la pelota, un deporte que siguió muy de cerca hasta el 2010 porque «con tanto viaje se me ha hecho difícil seguir la serie de las grandes ligas».
Aún así, su formación post secundaria siempre estuvo dirigida a las artes, por lo que obtuvo un bachillerato en la Escuela de Artes Plásticas en San Juan y una maestría en Savanah College of Art and Design en Georgia.
Durante sus estudios en el extranjero, su pasión por la música de salsa se agudizó y la escuchaba hasta cuando entrenaba para boxear. «Nunca tuve una pelea de boxeo y tampoco era la intención. Entrenaba porque me gusta tener una buena condición física, no es por estética, es que me gusta el deporte», detalló el aficionado, quien posiciona a Miguel Cotto, Juan Manuel Marquéz y a Segio Martínez como los tres mejores boxeadores del mundo.
Ahora, por cuestiones de tiempo y flexibilidad, su entrenamiento se limita a correr e ir al gimnasio unas cuatro veces en semana. Mientras corre, suele escuchar los primeros discos de Eminem y salsa. «Aunque me comparen con Eminem no me interesa parecerme. Me identificaba con lo que le pasaba a Eminem al principio porque tuvimos que romper barreras para entrar. Es difícil cuando uno es blanquito y educado, no por modales, sino porque tienes estudios. Aunque, viste, para nosotros (Calle 13) ha sido el triple porque estamos haciendo otro trabajo a nivel social», detalló un pausado y cansado René, quien en horas de la mañana del jueves fue homenajeado por el Ateneo Puertorriqueño en reconocimiento del mensaje de unión que lleva entre Puerto Rico y Latinoamérica.
Sobre los planes para el próximo año, el vocalista del grupo adelantó que se enfocará en tres producciones: el nuevo disco, un disco en inglés y el disco de su hermana, Ileana Cabra (PG 13), quien es la segunda voz del grupo y planifica lanzarse como solista.
Pero antes del 2012, están las Navidades del 2011, que cierran un año trascendental para Calle 13, no sólo a nivel internacional, sino también en su patio.
«Este año ha habido más recepción en Puerto Rico de mi trabajo porque creo que la gente empieza a entender más la propuesta, despues de varios discos. Se dan cuenta de que no es lo mismo, y cada canción puede ser diferente a otra», aseguró.
FUENTE: Noticel.