Aunque el Grupo GUAJANA celebró, hace dos, los 50 años de haberse constituido, es este año que cumple 50 la revista que le dio el nombre y las señas de su identidad de cañabrava para la historia. Quien escribe dejó definidas ya para siempre esas señas en el prólogo a la antología de su obra que preparamos para celebrar su trigésimo aniversario con el título “Hasta el final del fuego” (1992). En ese prólogo, “Guajana, las líneas de su mano” quedó definido el núcleo esencial de un inventario de más de un centenar de poetas participantes, en doce poetas egregios que han producido muchas de las obras literarias más sólidas y deslumbrantes de la poesía puertorriqueña del último medio siglo. Me refiero, entre los que ya no están, a Marina Arzola, Ángela María Dávila, Juan Sáez Burgos, Andrés Castro Ríos, Edwin Reyes y al recientemente fallecido José Manuel Torres Santiago, por una parte, y entre los que aún están, a Vicente Rodríguez Nietzsche, Wenceslao Serra Deliz, Edgardo López Ferrer, Ramón Felipe Medina, Antonio Cabán Vale y Marcos Rodríguez Frese.
En el caso del grupo GUAJANA asombra la persistencia de una unidad generacional que no tiene émulo en la historia. Más allá de la célebre revista que nació acogida desde el principio por intelectuales de la talla de Luis Hernández Aquino y Ricardo Alegría, entre muchos otros, y por los artistas gráficos de mayor renombre de las últimas décadas, el grupo continuó las publicaciones de manera ininterrumpida a través de la Colección Guajana, la editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña y de ediciones independientes. Una versión electrónica de la revista, además, sale desde hace varios años. Reynaldo Marcos Padua editó una nueva antología para conmemorar los cuarenta años de aniversario, titulada “Flor de lumbre”, con el añadido de Carlos Noriega.
Si bien GUAJANA se caracterizó por la propuesta de un arte de compromiso social que comprendió que la poesía no debía “cantar en vano” y que impactó con un protagonismo polémico varias décadas de nuestra historia literaria, lo cierto es que el arte de GUAJANA configuró una obra de extraordinario lirismo que fraguó, a costa de amor, de sangre, de exilio, de solidaridad y de ternura un monumento a la alegría y la pena de vivir.
El próximo martes 14 de febrero, a las 10:00 am comienza la celebración de aniversario con un Recital que ofrecerán varios de estos poetas en la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Otros recitales se ofrecerán en diversos centros del país y en otros países del área del Caribe. Además, saldrán nuevos libros.
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