Nube de jaimas en el desierto Saharaui
Al menos un muerto, un niño de 14 años, fue el resultado del acoso militar de Marruecos el pasado domingo, 24 de octubre, al campamento de más de 10 mil saharauis que llevan a cabo la protesta más grande de este pueblo norafricano en 35 años. La policía marroquí, pretendiendo evitar un entierro multitudinario que eleve el ánimo de las protestas que comenzaron hace casi tres semanas, enterró esa misma noche el cadáver del niño Elgarhi Nayem, sin permitir que ni tan siquiera su familia estuviese presente.
El Sáhara Occidental, territorio que se encuentra al noroeste del continente africano y uno de los 16 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), vio interrumpido su proceso de descolonización de España entre 1975 y 1976, cuando este país abandonó la colonia y la dejó en manos de Marruecos y Mauritania. Este traspaso se dio bajo los Acuerdos de Madrid, ilegales según el derecho internacional. Marruecos ocupa casi totalmente el territorio saharaui, pero su soberanía sobre el mismo no es reconocida por ningún país del mundo ni por la ONU. Mauritania, por su parte, ocupa áreas al sur del territorio.
El Frente Polisario, grupo que proclamó la independencia del territorio completo, creando el estado de la República Árabe Saharahui Democrática (RASD) en 1976, administra la región más al interior del mismo. Esta República es reconocida por más de 80 países, mayormente latinoamericanos y africanos. Sin embargo, ni la ONU, ni la Liga Árabe, ni nigún país del Consejo de Seguridad de la ONU, ni ningún país europeo han reconocido la RASD.
Las más reciente protestas son las manifestaciones más grandes desde la guerra de liberación nacional, resultado de la cual Mauritania firmó la paz con el Frente Polisario, pero los saharahuis perdieron la mayoría de su territorio ante el dominio marroquí, en 1979. Estas protestas, sin embargo, no buscan reivindicar explícitamente el sentimiento independentista, sino el derecho al trabajo, a la vivienda y el acceso a los recursos del Sáhara, comenzando por la pesca en sus aguas (controladas por Marruecos, que las alquila a otros países, entre ellos miembros de la Unión Europea).
La situación política, de todos modos, es la fuente de estos conflictos, ya que es el gobierno marroquí el que discrimina y mantiene a la población saharahui bajo difíciles condiciones de vida. Es por ello que lo que comenzó como la movilización de algunos jóvenes provenientes de la ciudad capital de El Aaiún, que se establecieron en el desierto aledaño con sus jaimas (tiendas de campaña nómadas), fue creciendo hasta convertirse en un campamento de entre 10 y 20 mil saharauis de todas las edades.
Este campamento ha sido cercado por el ejército marroquí, que busca impedir la creciente caravana de saharauis al mismo –ya le han dado palizas a innumerables personas, han chocado intencionalmente vehículos con camiones militares y han disparado contra los manifestantes indefensos–, así como el paso de la prensa internacional y de funcionarios de la ONU. Tampoco permiten la entrada de alimentos, agua ni medicinas al interior del campamento.
Al menos tres campamentos más siguieron al primero en otras regiones del territorio saharahui, pero uno de ellos ya fue desalojado violentamente por el ejército y la policía de Marruecos.
Habrá que ver hasta dónde van a llegar los reclamos de la población saharaui en esta ocasión. Las actuales circunstancias podrían enardecer los deseos de independizar la totalidad del territorio, ante el hecho de que sólo así serán los saharauis los dueños de sus recursos y podrán desarrollarse. Habrá que ver también si Marruecos cumple con la celebración de un referéndum, originalmente pautado para 1992, para que el pueblo saharaui decida qué hacer con su situación política. Habrá que ver, igualmente, qué papel jugarán la ONU y la comunidad internacional, ante la declaración de la venidera década (2011-2020) como el Tercer Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo, y ante la clara violación de los derechos humanos del pueblo saharaui.
Marruecos prohibe la prensa en el campamento. rtve.es/vídeo tomado de YouTube