Por fin se elabora un plan para atender las adicciones
Poco más de tres meses le tomó al Dr. Vargas Vidot y un grupo de expertos en adicciones y salud mental elaborar una propuesta de proyecto piloto para ofrecer a los usuarios de droga de forma gratuita opciones como la Buprenorfina y la Metadona, así como otros tratamientos compatibles con el cuadro físico, mental y emocional de los participantes.
Vargas Vidot, director ejecutivo de Iniciativa Comunitaria, una organización privada, sin fines de lucro, que lleva 20 años atendiendo usuarios de drogas y personas sin hogar en el país, mencionó que la propuesta atiende un problema complejo y urgente, que por décadas ha sido abordado con el mismo menosprecio con que algunos tratan a un usuario de drogas.
El Programa Integral de Acceso a Tratamiento, Recuperación e Integración Comunitaria fue entregado por Iniciativa Comunitaria este miércoles al Secretario de Salud, Lorenzo González, con la esperanza de que lo evalúe a la brevedad posible. El grupo dijo estar listo para su implementación en dos meses, con dos unidades regionales de admisiones, estabilización y seguimiento en San Juan y Ponce. Ahora, la puesta en marcha del modelo por parte de la organización no gubernamental está en manos del Departamento de Salud.
A un costo de aproximadamente cinco millones, el plan atendería a unos 6,000 usuarios de drogas, que constituyen el 10% de lo que se estima es la población total de usuarios en el país. El programa de Metadona, el único y fracasado esfuerzo estatal por atender la problemática, cuesta 11 millones anuales al erario público. La propuesta contempla que se establezca un fideicomiso o se depositen los fondos en una cuenta del Banco Gubernamental de Fomento para operar. “Estamos dispuestos a someternos a todo el escrutinio que sea necesario,” dijo el galeno.
El plan parece una quimera, y quizá el hecho de que no es presentado por un político de turno, sino por una organización con el prestigio de Iniciativa Comunitaria, es una de las razones por las que será viable. “El Secretario ha sido claro en que se va a seguir el programa que diseñemos. Es un verdadero honor, no solamente presentarle esto al Secretario del Departamento de Salud, estamos hablando de que se confía en el tercer sector para ayudar a mejorar un problema y revivir lo que fue el Plan Arbona”. La referencia es a un novedoso modelo de prestación de servicios implementado en la década de los 60 en el país por el entonces Secretario de Salud Guillermo Arbona. El programa era uno abarcador e integral, enfocado en centros de servicio en la comunidad para atender la problemática de salud mental.
“Hay un problema común que es la percepción de fracaso de las mismas comunidades ante el enfermo de adicción… Esto no es un plan perfecto, no queremos caer en la arrogancia. Es un plan que establece redes de participación comunitaria, dirigido a fomentar la participación,” afirmó el doctor, quien además mencionó que ya han realizado alianzas con varias universidades y con APS, la compañía contratada por el gobierno para ofrecer servicios de salud mental bajo la cubierta de Mi Salud, el nuevo Plan de Salud del gobierno.
“Nadie debe ser paciente ante la enfermedad, al contrario, deben ser impacientes… Los llamamos participantes, ” mencionó el médico al cuestionar el lenguaje que se usa tradicionalmente para llamar a las personas con necesidad de servicios médicos. “Realmente nos preparamos para atender más (de 6,000). Nosotros estamos en la calle. Sabemos lo que va a pasar. Va a haber una demanda de trasferencias para el programa… Estamos preparados. Este programa fue hecho con el corazón y con la mente”.
El plan integral en detalle
“Acceso a los servicios: todos los expertos coinciden en que ese es el problema más grave del sistema, y desde ahí se desarrolló este programa, para dar acceso a los servicios,” opinó Vargas Vidot.
Los centros de Ponce y San Juan, además de otros satélite en Arecibo, Humacao, Mayagüez y en el centro de la isla, operarían en doble jornada, para tener horarios flexibles, y abrirían fines de semana. Una oficina central independiente del Departamento de Salud garantizaría el flujo de recursos y los participantes tendrían una tarjeta con información del historial para que se les atienda apropiadamente dondequiera que vayan y puedan recibir servicios en cualquier centro.
“Tendremos también lo que llaman un “centinela epidemiológico”, que nos permitirá, en lugar de trabajar con inferencias de estudiosos, ver la tendencia precisa de las necesidades de la gente que recibe tratamiento”, aseguró.
Habría un componente permanente de prevención y educación para el personal que atiende a los usuarios, así como un proceso de mantenimiento y prevención de recaídas. El plan además incluye un grupo de investigación permanente, así como un novel componente de control de calidad de los servicios. La terapia multifamiliar y la terapia ocupacional son contempladas como piedra angular del proceso de rehabilitación.