El Festival de Cine y Derechos Humanos despliega su cuarta edición, fusionando el arte cinematográfico con el anhelo intrínseco de arraigo. Más que proyecciones, el evento es un canto a la identidad y resistencia. Con más de cuarenta producciones internacionales, el derecho a permanecer se teje en cada fotograma. Esta celebración, que transforma el séptimo arte en un medio de diálogo profundo, ilumina las noches de febrero con la poesía visual de historias que desafían y redefinen la comprensión humana.
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