Tres misterios de Denise: fragmentos de novela en homenaje a tres artistas contemporáneos
Parecería ser el caso que en algunos casos –en el caso de Denise, para ser preciso– algunas cualidades de un estado se traspasan a otro y preservan su potencia. Escamas dispersas insisten vestigiales en cubrir la piel tersa y lampiña humana de la ex-sirena en su devenir humano. Múltiples rabos-patas de perra sata que quieren ser piernas tersas surgen de la cola escamosa de la sirena en su devenir otra sirena que regresa distinta, regresa monstruosamente. Patas peludas caninas devienen brazos y piernas de mujer. ¡Qué imagen mental escandalosa! ¡Qué bella es Denise negra marcada de piel e invisible bajo la Influencia transformadora de luna! Un caracol que es un trombón por cuya boca se asoma una sirena, una muchacha, unos amantes enamorados que brindan. Una habichuela que brilla, ay, en la córnea profunda de un borracho llamado Juan Carlos Quiñones tirado en la acera de la Ponce de León. Apesta. La noche es una cornucopia oscura-desbordante. ¿Dónde termina la oruga y dónde comienza la mariposa? La luna las ama, a las dos, las dos muchachas negras. A Denise. A la noche. Como si fueran tan amantes como los que se asoman por la boca del trombón nacarado escrito arriba. ¿Lo son? No. Escritora es la amante de Denise. Denise es bella. Poderosa con poderes que aunque no son sobrenaturales no pertenecen a la naturaleza que actualmente la posee. Es animal. Es sobrehumana cuando no es humana… ¿Qué las une? ¿A Denise? ¿A Escritora? ¿A la noche? Los escritores estamos indefensos y no podemos resistirnos al en-canto de semejantes sirenas. Los humanos más bien.Los siguientes textos forman parte de mi próxima novela titulada “El misterio de Denise” e integran las obras de tres artistas boricuas contemporáneos al universo narrativo del libro. Honran con sus piezas la artista visual Ivelisse Jiménez, el fotógrafo Manolo Estavillo y el cineasta Bebo Camacho. De esta manera, además de rendir homenaje de admiración y amistad a estos artistas, la propuesta intenta que estas piezas practiquen sus operaciones estéticas al menos en dos mundos de forma simultánea: el mundo de los seres y las cosas que habitamos y el mundo-efecto de palabras configurado en el libro llamado “El misterio de Denise”. Agradezco a estos artistas la creación de estas bellezas y su permiso para hacerlos parte de mi trabajo.
Escritora tampoco podrá resistirse a esa violencia sublime de la belleza oscura, de la misma manera en que Denise es una criatura inerme ante los influjos de la luna, sea cual sea la forma que conforme su cuerpo en cada ciclo. El de Denise. El de la luna. Pero eso vino antes o vendrá después o viene ahora mientras Escritora se viene en la noche incomprensible. Cuando camina/levita en movimiento bípedo por la noche neblinosa de una ciudad, un Río Piedras habitado por seres de este mundo y de los otros que
/corren
/reptan
/centellean
/bailan
/ay, chapotean
/se mueven de a brinquitos
/humean
/chingan tumultuosos o acompasados transmitiéndose genéticas perturbadoras
/aletean con sus extremidades membranosas
Denise es una noche tatuada en movimiento que se desplaza por las entrañas de la noche-Avenida-Ponce-de-León/Mundo entre los mundos como una bala negra disparada al abismo de la superficie. La visión nocturna de Denise continúa siendo particularmente aguda. No tan incisiva en las tinieblas como cuando habitaba su estado cuadrúpeda-canina, pero significativamente superior a la de los otros mamíferos bípedos de la especie de animal a la que renuentemente pertenece de a ratos bajo la luna. Bajo esta luna. Esta no era la única cualidad que Denise preservaba de su otro estado cuando habitaba este. Y viceversa. Había otras. Otras violencias la acopañaban en su viaje instantáneo de un mundo curvo arañado a cuatro patas a un mundo plano rasgado en dos. Como hemos visto o como se verá. Pero digamos/escribamos que ahora y en esta noche de luna Denise puede ver más y más lejano que el resto de la gente. Mientras camina/levita por la acera izquierda viniendo de la Plaza de la Convalecencia hacia lo que una vez fue la Universidad de Puerto Rico, en el tablero del Cine Paradise a una distancia prodigiosa Denise divisa/lee los siguientes vocablos/numerales:
ADELAIDA
ALEXON DUPREY LAURA RÍOS KARINA NÚÑEZ
DIRECTOR: BEBO CAMACHO
L-S 12:15 PM 3:35 PM 7:15 PM
D Matinee 10 AM
En ninguna de sus vidas Denise ha posado sus pies-pezuñas sobre el suelo de una sala de cine. ¿Lo hará algún día? ¿Entrará alguna noche ella misma hecha de la tela rasgada de la noche en aquella otra noche cúbica hecha de madera y cemento donde se proyectan las fantasías y las pesadillas humanas y de otros seres en las brillosas córneas de seres humanos y otros seres insomnes en los abismos líquidos de las superficies de sus ojos? Pue sel. No lo sabremos. Si sabremos que no hará su entrada en aquel mundo oscuro dentro del mundo en esta noche. No. Esta noche no.
–El misterio de Denise.
La proboscis, el astro, el esfínter, la escama
A Manolo Estavillo, cineasta
I wanted to swallow myself by opening my mouth very wide and turning it over my head so that it would take in my whole body, and then the Universe, until all that would remain of me would be a ball of eaten thing which little by little would be annihilated: that is how I see the end of the world.
–Jean Genet/Our Lady of the Flowers
(Foto cenital)
Allá abajo se hallan la cintura fina, el anticipo de las caderas anchas como las asas de una ánfora de vidrio que se halla depositada en el fondo sedimentoso marino enterrada hasta sabe quién qué nivel de su estructura cóncava en un banco de arena. Botín arqueológico de naufragio. La boca ancha por la que penetra el tallo de la flor mustia descompuesta carmesí hasta el fondo, los pétalos callados olorosos a abejas muertas a punto de caer vertiginosamente hacia el abismo de la superficie, la simple estrella estrellada contra la madera, golpe de luz cenital justo atravesando el horizonte perpendicularmente. Allá abajo se encuentra el mundo, y el ánfora es una pecera vacía/blanda/rebosante como el mundo. ¿Puedes verlo?
*
Estas son las anatomías que describen las formas del deseo curvo, o la manera en que se percibe el mundo desde la perspectiva de la mirada de dios:
Pétalo/Escama/Pluma de ala
Boca/ventosa/proboscis
Ombligo/cintura/esfínter
Flor/estrella/astro
Hazte cóncava.
*
Tu cintura breve el cinturón de Orión. Una constelación. Ismo de estrellas. Enjambre lunar de asteroides. Lunares. Pétalos. Escamas. Multiplicidades fluorescentes estelares que dejan estelas en el abismo de la superficie.
El tallo de la flor es una pluma larga y doblada y vistosa y fosforescente de pavo real.
La rosa es una rosa es una rosa es una rosa…
Allá la boca tragándose el tallo de la rosa mustia, la rosa persistente desbordada de sí, en caída libre sus escamas variopintas. Un bloujob fosforescente descomunal.
Una flor que se derrite.
*
¿Habrá un témpano de hielo incandescente allá en el fondo?
En el fondo de la botella habita un mar, y un glaciar con un mamut felpudo y bello enterrado en su centro, esperando el deshielo como un insecto sutil momificado en el ámbar.
Allá los pétalos dispuestos a abalanzarse/desbancarse/asteriscarse
Haste/risco
hacia el abismo de la superficie
Contemplador de estrellas.
*
Pétalos púrpuras dispuestos en la piel tersa de una almohada recién vestida. Nos revolcaríamos luego desnudass entre aquellas sábanas, aquellas ropas de cama nuevas, aquellos pétalos rosados que crujían silenciosos bajo nuestras pieles desnudas, ¿lo recuerdas? Era la primera vez.
Cursilería pornográfica.
*
El pétalo. El tallo. La escama. Todo cae. Cascada blanca y obediente. Gravitacional. Detenido. Nada pasa. Es el atardecer. Ocaso del astro. La estrella que cae. La erección decae, dirá/escribirá Derridá. También escribió sobre Genet. Historia de un ojo en Bataille. El astro de Blanchot. ¿Qué son todas éstas cosas? ¿Puedes verlas en tu hijo central? Es el deshielo. Una estalagmita. Un bicho fláccido. Un hilo de saliva que se desliza por gravedad desde mi boca a tu ombligo.
Desde acá arriba, desde la elevada perspectiva del ojo solar. Así debe mirar Dios, te dije. ¿Lo estás mirando? ¿Me amas?
Amar es prestar atención.
*
Es un ósculo cóncavo, tu ombligo. El mismo en el que me vine aquella vez, ¿lo recuerdas? Fue la primera. Muéstrame, escribiste después. Para que veas mejor, te dije yo aquella vez. Era el atardecer. ¿Eres capaz de verlo allá abajo en el fondo del ánfora de la memoria?
*
La sirena que regresa monstruosa y distinta desechando las escamas en su movimiento lúbrico, mojado, lubricado. Rastro viscoso de pétalos brillantes en surco abismado sobre la arena. Mar blando atrapado en el ánfora que sucumbe en el mar.
Y allí se halla en el borde, en el límite, en la base del mundo, finisterre, en la frontera liminal la estrella fulgurante. En la línea incandescente de la temperatura del azul translúcido invisible. ¡Es la diosa! Astarte.
Es el astro que anuncia el desastre.
–El misterio de Denise
Me duele tanto el llanto que tú derramas…
Si tú mueres primero, yo te prometo,
Escribiré la historia de nuestro amor
Con toda el alma llena de sentimiento
La escribiré con sangre,
Con tinta sangre del corazón
–Juramento (Bolero)
Aquí tienes, perra. Esto le increpa matter-of-factly este hombre que pronto dejará de ser hombre a Denise que pronto dejará de ser mujer. Pronuncia estas palabras al mismo tiempo que le tira unos billetes en la cara,
/flap
/flap
/flap
revolotean los chelos/billetes/chavos por la atmósfera húmeda del cuartucho. Murciélagos verdes aleteando y levitando por el aire mecidos por los resoplos chongos de un abanico de techo cuyo movimiento lento rechinante dan ganas de llorar
/whoosh
/whoosh
/whoosh
resopla el abanico soplo colgando del techo como carcasa ahorcada o jamón. Esos papeles de cantidades hechizadas son la paga por un placer que este cabrón no había conocido nunca ni conocerá jamás en lo que le vida por aquello de que este cabrón no conocerá muy pronto nada más en la vida. Ni la vida misma, conocerá si se la encontrara de frente fantasmeando por la calle Georgetti del otro mundo, aquella de la que no se regresa vivo porque no se la camina vivo. La rabia y la risa se cuajan y borbotean en los adentros de Denise ante aquellas palabras ignominiosas en una unísona ebullición. ¿Cómo fue que tú dijiste cabrón?, le pregunta Denise al tipo suavemente –casi con ternura– justo antes de zarparle el primer arañazo. La exquisita ironía de este pretendido insulto nunca cesa de asombrarle y fascinarle a Denise. Si ellos supieran…suspira resignada Denise mientras le lanza otro arañazo inhumano que le cruza el pecho al tipo, saltándole la sangre roja al rostro, a las sábanas recién estrujadas, a las paredes del cuartucho dónde han venido a hacer negocios carnales Denise y este hijoeputa que ha venido por lana y va a salir trasquilado justo después de venirse, el desgraciado. Se vé que no conoces…, canta aquél bolero de Sylvia.
Zas.
En la calle Georgetti, entre las esquinas donde esta ruta sinuosa y sórdida entrecorta las calles Arzuaga y Número Uno, radica un antro. Se llama El Foldinplán. Este lugar es un putero generoso, internacional y sideral. Aquí vienen putas principalmente dominicanas pero también de otros países y de otros universos al trasiego de la carne, a hacer
/sus chelos
/sus rublos
/sus liras
/dracmas
/sus rupias
/sus soles
/sus doblones
/sus pesos
/sus dólares visa para un sueño macabro
aquí vienen putas de otros mundos a satisfacer las ansias, los desesperos y los temblores de puercos y de hombres y de mujeres y de gente como tú y como yo. Y cómo no. Se cuela siempre un hijoeputa como este. De cualquier malla sale un ratón canta Cheíto. Pero Denise tiene planes para él. En este instante se desplegan los pliegues de este plan plegado. Se despliegan las uñas inhumanas de Denise -agárrate que ahí viene el tajo- porque este es un lugar del que no todos los que entran vivos salen con vida. Véase. Léase.
Zas. Denise le ha atravesado la barriga de lado a lado al hijodelagranputa con sus uñas inhumanas (perra, le había llamado el cabrón, ¡cuán certero el nombre coño!) y las tripas se le han desbordado por aquellas grietas hondas, anchas, musicales, paralelas brillantes, olorosas, gravitacionales, las tripas. El hijodeputa las mira asombrado. Sorprendido de su reciente y olorosa evisceración. No lo escucha, no se puede escuchar a sí mismo, pero está chillando–quién lo diría– como una perra en celo. Y el abanico whoosh whoosh, y lo último que piensa este cabrón antes de retirarse con violencia de este y de todos los mundos posibles es ¡puñeta, mis tripas brillan en colores violáceos, rosados y fosforescentes como las auroras boreales que levitan en el cielo de la unánime noche riopedrense!
????
Mala mía, incauto lector. Te estoy cogiendo de pendejo. O pendeja, ¡ay! En su final, este cabrón no piensa nada. Chasquido como de estática radial, gris y un dolor físico inefable. Un sufrimiento tan ardiente y tan insoportable como el amor. ¡Si se ha mordido la mejilla izquierda por el tejido epitelial interior con tal fuerza que se lo ha pasao de lao a lao asomando los molares por el cachete! Caramba. Es demasiado para él. Buscau, diría/escribiría yo. Quien piensa esto, este paralelismo hermoso entre las tripas colgantes del cabrón y los cielos fosforescentes de la noche es ella. Siempre presta a la fascinación de la belleza, la que contempla embelesada aquel mondongo colgante es la perra Denise.
Whoosh. Zas.
Baila Denise una coreografía urgente remando con el brazo izquierdo extendido cuan su largura desde atrás ejecutando un barrecampo con la mano abierta el brazo volando de izquierda a derecha largo largo se estira el brazo de izquierda a derecha igualito que la escritura. Escribí/dije que cuando es una mujer y no anda en cuatro patas cual perra sata que Denise es zurda como los que no van a cielo. Zas! Extiende su brazo largo y negro y atravesado de cicatrices y terminado en cinco finos filos como quien propina una bofetada a un amante ofensor y rueda la cabeza del hijodelagranputa por el suelo dejando un rastro viscoso carmesí por el suelo de linóleo de este cuartucho que queda en el Río Piedras que es un cuartucho en un antro de putas y es un laberinto tridimensional y bello y rojo y gaseoso salpicado y es una obra de arte flotante y hecho de rectángulos rojos y colgantes y es el mundo garabateado a zarpazos. Folding Plan. Denise-artista ha redecorado el cuartucho. Denise no lo sabe, pero a unas calles de aquí, en una barra llamada Bar Schopenhauer una banda de covers llamada Aedes Aegypti toca un bolero que se llama Nuestro Juramento. El hijodelagranputa tampoco conoce este dato y pues, aunque le gusta el ron ya es demasiado tarde para darse un trago porque ya no conocerá más datos en su puta y desgraciada vida. Ahora yace y para siempre espatarrado, descabezado, destripado y desnudo en el suelo de linóleo del cuartucho. Horriblemente para él, lo último que ven sus ojos pasmados es su propio cuerpo en ese estado lamentable, su visión final desde su cabeza separada le impone su propio cuerpo destasajado y su bicho chiquitito ahora como una oruguita tierna cercenado tirado en el piso un poco meado –porque ¿dije/escribí que Denise no se olvidó de amputárselo zas pillándolo entre las uñas bestiales de su pulgar y su índice izquierdo y apretando?– allá a unos escasos pies horizontales de distancia de su cabeza ahora lejana. Rodó por el piso de linóleo como una pelota de boliche, ¡¡su cabrona cabeza!! Ay. Todo el mundo sabe que el sentido de la visión persiste unos segundos después de ser cernada del cuello una cabeza. Como dije/escribí antes: Buscau. Que poco tú has vivido, sigue cantando Sylvia, la Rexach.
Denise se viste con calma. La sangre morada que salpica y moja su piel negra será un secreto entre la noche y ella, un juramento de fidelidad perenne una capa sensible de rojo entre negro y negro. Recoje los dólares emplegostados pegados a los cuadrados del suelo de linóleo. Esos billetes también están marcados de sangre, de tinta sangre del corazón. Esta noche se los ha ganado con creces. Esta perra no volverá a pisar estos linóleos nunca para siempre jamás. Hay razones por las cuales Denise no puede visitar algunos sitios de noche más de una vez.
-El misterio de Denise