El desliz de Chardón… y El Nuevo Día
por Teresa Peña Jordán
Parece que de todo escasea el Departamento de Educación: de líderes, de visión, de educación, excepto de contables. Y el pensamiento y la creatividad no se pueden contabilizar. Tampoco la dignidad.
Pues es indignante que se le pague un salario de $120,000 a una persona que no cumple con su trabajo. Este dinero podría utilizarse para pagarles a varios profesores universitarios o a maestros de escuela que, a pesar de comprobados méritos, han quedado desplazados de sus funciones.
Pero el valor de las cosas es muy relativo. Su importancia también. Para entenderlo hay que preguntarse, valioso para qué, importante para quién. Y éstas son precisamente las preguntas que también escasean en numerosas entrevistas y reportajes noticiosos.
El 18 de septiembre de 2010 el editorial de El Nuevo Día atinadamente pidió el despido de Carlos Chardón del puesto fantasma que ocupaba. Sin embargo, al citar de forma descalificatoria las expresiones ofrecidas por el mismo, quien afirmó que ocupaba su tiempo “releyendo una serie de textos importantes”, el editorial incurrió en una gran falta de rigurosidad intelectual. Pues, entre estos, estaba presente el único texto por él directamente referenciado: el libro “Negociaciones culturales: los intelectuales y el proyecto pedagógico del estado muñocista” (2009), de la respetada profesora de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Dra. Catherine Marsh Kennerley.
Y en el ínterin, se despreció, una vez más, el estudio y el análisis crítico de nuestras instituciones gubernamentales y educativas; el aprecio por conocer a fondo las historias culturales de nuestro país; la seriedad intelectual de aquéllos que, a pesar de condiciones laborales y editoriales tan precarias, se dedican a la difícil tarea de la docencia, y aún logran continuar con sus investigaciones y hasta publicarlas.
Las más recientes alusiones al libro de la Dra. Marsh parecieran correr la misma suerte que el proyecto de reforma educativa y pedagógica por ella estudiado. Pues, como nos dice la Dra. Silvia Álvarez Curbelo: “Es su libro una de las más iluminadoras representaciones del proceso hegemónico, a menudo referenciado pero la más de las veces poco evidenciado”. Ojalá que Carlos Chardón termine de leer el libro de la Dra. Marsh y logre utilizar este riguroso estudio para aprender, pensar y trabajar por el bien de la educación y el pueblo de Puerto Rico.