Inyección cultural en Festival de la Palabra
En esta área del Museo se colocó un mural, donde los asistentes podían escribir su palabra favorita. Esta dinámica condujo a la reflexión porque los participantes tomaban un tiempo para escoger una palabra que realmente fuera su preferida. Esta fue una de las actividades más apreciadas por el público.
Varios miembros del equipo de Telemundo, entre ellos Dagmar Rivera, Raymond Arrieta, Sency Mellado y Lourdes Collazo, tuvieron a su cargo la lectura de cuentos infantiles en el Jardín Escultórico, mientras que McDonald’s se encargó de pintar las caritas de los niños.
El día fue de bonanza en términos de contenido porque la oferta fue variada. Hubo talleres para niños, debates sobre teatro y literatura, adaptaciones de novelas al cine, memorias de África y voces imaginadas, talleres de escritura, poesía, relatos de los autores, entre otras actividades ofrecidas por la batería de escritores “grandes ligas” con la que contó el Festival.
La tercera edición del Festival de la Palabra, celebrada del 4 al 7 de octubre, en el Museo de Arte de Puerto Rico, logró desviar la agenda habitual de muchos que se dieron cita para recibir una ración de cultura a través de charlas, lecturas, talleres, exposiciones, conferencias y debates.
El evento, producido por Salón Literario Iberoamérica en Puerto Rico y su directora ejecutiva, la escritora Mayra Santos Febres, tuvo el objetivo de promover la lectura y el amor por los libros en un público general, con un rico intercambio en el que participaron 80 escritores, 38 de ellos puertorriqueños.
“El primer día se nos inundó de niños y teníamos más grupos de los que realmente pudimos manejar”, relató Santos Febres, con relación a la respuesta y el apoyo que ha recibido el Festival por parte de la ciudadanía. La actividad recibió más de 50 escuelas públicas y privadas y más de 3,000 niños para los que había una programación especial, además de maestros, personas jubiladas, universitarios y aficionados de la lectura.
Santos Febres destacó que el equipo encargado de la organización del Festival se siente satisfecho con los resultados y con la retroalimentación del público asistente e instó a darse cita el año próximo a la cuarta edición del Festival, en el que se espera continuar difundiendo la cultura a través de la literatura.
El contexto del Festival de la Palabra sirvió también como escenario para hacer entrega del Premio Las Américas al mejor libro de ficción en lengua española editado durante el 2011. El galardonado fue el argentino Eduardo Berti por su novela El país imaginado. El premio, auspiciado por Plaza Las Américas, consta de 25 mil dólares y la presentación de la obra en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México.
El Festival continúa del 8 al 11 de octubre en Nueva York, donde se presenta por segunda vez, y busca impactar puntos estratégicos que alcancen a las comunidades latinas en Estados Unidos.
Perspectiva de un escritor invitado
Entre el grupo de escritores participantes del Festival, 38 son puertorriqueños. Entre los nuestros, se encuentra el doctor José Rabelo, quien manifestó que la actividad aporta, significativamente, al fomento de la cultura puertorriqueña en la Isla porque, a raíz del Festival, el grupo ha recibido invitaciones a escuelas, a centros de niños y a universidades.
“La respuesta del público ha sido maravillosa. Hemos tenido contacto con muchos lectores, con otros escritores y con maestros interesados en nuestra obra”, dijo Rabelo con un entusiasmo que revela su pasión por la literatura.
El doctor ha escrito varios libros, entre ellos Los sueños ajenos (2011), novela que narra la vida de un hombre que, en estado de coma, entra a un mundo literario basado en el escritor argentino Jorge Luis Borges y las historias, códigos y misterios que debe pasar para salir de ese estado, y El monstruo más divertido del Caribe (2012), su más reciente propuesta de contenido infantil, en la que presenta un monstruo que no asusta a los niños, sino que los divierte.
Rabelo destacó que las personas que no se dieron cita al Festival de la Palabra perdieron la oportunidad de compartir, en el marco de un “festín literario”, con sus escritores favoritos y conocer a otros escritores nuevos con muchas ideas que comunicar.
“Nosotros, en estas actividades, tratamos de ser agentes catalíticos para que los niños comiencen a leer y a explorar. Hace falta este espacio para promover el libro”, señaló Rabelo.
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