Bullies
Existe una amplia campaña contra el bullying en nuestras ecuelas. Todo el mundo debe apoyarla, por supuesto. Pero de tanto escuchar hablar sobre el tema se me ocurrió en uno de esos momentos de eslembamiento comunes en mí que el bullying supera por mucho los patios de las escuelas. ¿Acaso no podemos pensar en algunos ejemplos de bullying más allá de ese ámbito?
¿Qué decir del bullying de las aseguradoras que deciden hasta qué servicios de salud podemos recibir? ¿O del bullying de las empresas que amenazan a un país con trasladarse a otro, a menos que se le hagan concesiones laborales, fiscales o ambientales? ¿O del bullying patronal cuando se despide a un trabajador por reclamar derechos o intentar organizarse? ¿Y qué tal el bullying financiero de los bonistas y casas cualificadoras que imponen recortes y austeridad a todo un pueblo? Y cuando se sigue construyendo horizontalmente sobre tierra agrícola para beneficio de los «desarrolladores» o cuando se promueven más megatiendas en lugar de resaturar la vida de los cascos de pueblos y ciudades, ¿qué es esto sino bullying ambiental y urbano de los que se benefician de este desastre? No olvidemos el bullying homofóbico de un Tribunal Supremo que priva a personas de iguales derechos por motivo de su orientacion sexual o el bullying machista de iglesias y grupos fundamentalistas que pretenden imponer a las mujeres lo que deben y tienen que hacer con su cuerpo? ¿Y qué del bullying de la mano dura que nada resuelve? ¿O del bullying diario contra los deambulantes? ¿O del bullying más horrendo que es el intento de reimponer la pena de muerte? O para hablar de lo más reciente: el bullying de un gobierno que le quita a los trabajadores el retiro al que habían aportado y con el cual contaban.
O si queremos salir de Puerto Rico: ¿Qué tal el euro-bullying de la llamada troika (el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y los cancilleres de la Unión Europea), que nadie eligió, pero que impone condiciones de austeridad a todos los gobiernos electos de Europa? ¿O el bullying de la Organización Mundial del Comercio cuando anula legislación protectora del trabajo, o de la salud o del ambiente de algún gobierno porque a su juicio es un obstáculo al «libre comercio»? ¿Qué ha sido la globalización hasta ahora sino el bullying de los países más ricos contra los más pobres y de las grandes empesas sobre todos los pueblos? ¿Qué han sido el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio y el Banco Mundial sino un golpe de estado permamente (como los ha descrito un autor), qué han sido, en fin, sino los bullies globales del neoliberalismo, bullies que han impuesto esas políticas hasta hundirnos en la crisis actual? ¿Y qué decir del bailout-bullying cuando en medio de esa crisis los gobiernos rescatan a los grandes bancos, pero abandonan a los pobres que pierden lo poco que tienen?
¿Y cómo viven los asalariados sino acosados constantemente por todos lados con el objetivo único de aumentar las ganancias de unos pocos? El bullying del empleo precario y temporero, de bajos salarios y sin benefecios mal llamados marginales. El bullying de necesitar dos trabajos para vivir mal. ¿Y qué han sido el toyotismo, el downsizing, el management-by-stress, el kaizen, la lean production y otras doctrinas sino diversas versiones del intento de aumentar el bullying en el taller de trabajo? ¿Y qué más bullying que la carta de despido o de cancelación del plan médico? ¿O el anciano contando centavo a centavo el dinero del mes?
Podemos seguir amigo o amiga, los ejemplos no faltan: el bullying de que se dejen deteriorar los servicios públicos y luego se privaticen porque dan mal servicio. El bullying de que se hable de personas «ilegales», se les discrimine y deporte. El bullying de las empresas petroleras cuando compran funcionarios para que no se haga nada sobre las emisiones que todo el mundo sabe son las causas principales del calentamiento global. El bullying criminal de que en el mundo se gaste más en armas, que en salud, educación y seguridad social combinados. El bullying de que haya miles de trabajadores desempleados y al lado esté, intacta, pero cerrada, la fábrica en la que trabajaban. ¿Qué más bullying que se use la tecnología, no para aliviar el trabajo, sino para acelerarlo o para despedir al trabajador o trabajadora? ¿Qué más bullying que el que 1% de la población tenga el 40% o el 50% de la riqueza de un país?
No es raro que en las escuelas florezca el bullying. La agresión y el intento de intimidar e imponerse. El abuso. El bullying define la sociedad en que vivimos. Y yo me pregunto, ¿quién le saldrá al paso a los más grandes bullies, a estos bullies de chaquetón y corbata, de palabra bien ensayada y estadística conveniente, a estos bullies corporativos, institucionales, impersonales, pero bullies al fin? ¿Quién?