En un momento dado, mientras el más joven de los hombres agarraba las caderas de la chiquilla, el ave abrió grandes las alas.
En un momento dado, mientras el más joven de los hombres agarraba las caderas de la chiquilla, el ave abrió grandes las alas.
Se propone una colección de ensayos que aborda “la problemática de la violencia desde tantos ángulos como tentáculos tiene el fenómeno y sus representaciones”.
¿Por qué es importante hablar de Ferguson y hablar de Puerto Rico? Porque la violencia que se vive en Puerto Rico todos los días lleva la cara de la pobreza y esa pobreza tiene un rostro racializado que se criminaliza.
Si tan solo el discurso y la acción política fuesen un poco más como la música, Ed Morales se cuestiona la falta de estrategias para lidiar con la violencia a todos los niveles.
El trabajo de Unai se titula «La Colombia invisible» porque muestra una Colombia que no existe para los grandes medios hegemónicos de comunicación. Ellos relegan a la insignificancia el dolor y la muerte.
Las investigaciones sobre los efectos de la dieta y la conducta antisocial o comportamiento violento se están realizando desde hace varias décadas. Son muchas las investigaciones que establecen un fuerte vínculo.
“The Interrupters” narra la conmovedora y sorprendente historia de personal de interrupción de violencia que trata de proteger a sus comunidades de la violencia de la que una vez participaron.
La complejidad de lo que sucede en Michoacán exige nuestros mejores esfuerzos para comprender lo que está en juego en esta parte de Nuestra América.
El colonialismo también limita la posibilidad de desarrollar una perspectiva que le permita a los sujetos establecer lazo social y convivir razonablemente con los demás.
No nos atrevemos a considerar la posibilidad de que los supuestos valores morales de antaño escondían dinámicas de abuso y explotación.
El foro “Acercamientos contemporáneos al estudio de la violencia” se celebrará este viernes, 8 de noviembre, a la 1:00 pm en la Sala de Conferencias de la Biblioteca en la UPR, Recinto de Arecibo.
¿El hombre asesinado es una víctima, un sujeto, otro más en las estadísticas de los crímenes en el país? No, es un hijo, un hermano, un tío, un novio, un amigo, un vecino, un ciudadano, en fin, un ser humano.
A pesar de la evidente necesidad de un conocimiento más profundo sobre eso que se denomina masacre, resulta intrigante que la sociología ha reflexionado relativamente poco sobre ese acto en particular.
[M]ientras más personas se sientan impedidos de alcanzar las metas sociales impuestas por la ideología dominante, mayor será el número de aquellos que miren a la criminalidad como una forma de alcanzar las mismas.
La retirada, la puesta a resguardo de los niños, es eminentemente peligrosa. Se corre el peligro de alejarnos definitivamente de la posibilidad de que los espacios públicos sean compartidos.
Por esta razón, el caserío Pedro Rosario Nieves no es la legendaria Fuenteovejuna que inmortalizó Lope de Vega. A diferencia de Fuenteovejuna, el caserío no se levantó contra el sistema político y económico.
No es raro que en las escuelas florezca el bullying. La agresión y el intento de intimidar e imponerse. El abuso. El bullying define la sociedad en que vivimos. Y yo me pregunto, ¿y qué de los más grandes bullies, aquellos de chaquetón y corbata?
Las prácticas de la violencia se han vuelto tan “familiares” y “normales” como los gestos y las caricias propias del amor. En las recetas tradicionales de crianza y convivencia, la violencia sazona el amor.
Lo habitual, chismear, especular y derramar sobre la vida de las víctimas nuestros prejuicios, no le hace justicia ni bien a nadie, ni como individuos ni como pueblo. Las víctimas –todas- merecen respeto y justicia.
En vez de insistir en la estigmatización que sólo consigue reproducir y propagar los incidentes violentos, ¿qué tal si multiplicamos los espacios y las vías de expresión y creación cultural?
El incidente de las Fiestas de la San Sebastián deja claro que la violencia ya nos es cotidiana. Esta es la verdadera tragedia.