De las crisis a otros mundos posibles: invitación a la acción-reflexión
Por un mundo en el que
quepan muchos mundos
Cideci Unitierra, Chiapas
Conviene continuar con las acciones múltiples, escalonadas y estructuradas a corto, mediano y largo alcance que se generaron a raíz de la Ley 7, la reforma laboral, el asalto a los fondos de retiros y otras medidas adversas de corte neoliberal. Lo/as protagonistas son y serán lo/as empleados del estado, las organizaciones comunitarias, los trabajadores de la cultura, de la comunicación, las mujeres, maestro/as y estudiantes del sistema público, de la Universidad y todas las personas afectadas del país, organizadas o no.
Las acciones se perfilan coherentes con una visión diferente de “hacer política”. Visión que se encamina a eliminar el sexismo, el hetero- patriarcalismo, los liderazgos vitalicios y la verticalidad en la toma de decisiones; que se comprometa a buscar acuerdos políticos esenciales basados en formas democráticas de participación; que estimule acuerdos éticos de respeto a las diferencias personales y por sectores (sociales, étnicos, ideológicos o de género). Una visión, en fin, que permita que se coordinen objetivos políticos, a saber, compromisos y acciones específicas en medio de una gran diversidad.
Lo anterior no es posible de la noche a la mañana y requiere trabajo de múltiples grupos para hacerlo, cada uno desde su trinchera y a la vez en redes con los otros. Esa ha sido la búsqueda estratégica desde comienzos del siglo XXI de los Foros Sociales Mundiales, Regionales y Locales, el Foro de Sao Pablo, el Foro Social de las Migraciones, El Grito de los Excluidos y, en Puerto Rico, hoy, iniciativas políticas no partidistas como Vamos, Junte Gente, entre otros.
Paralelamente debemos reflexionar e intercambiar saberes sobre la historia de los aciertos y los errores de las acciones colectivas que se convirtieron en movimientos sociales y las que no lo lograron durante el siglo 20. Cómo y por qué algunas de ellas, al expandirse y convertirse en movimientos sociales, estremecieron la vida política del país y contribuyeron a cuestionar patrones de la cultura política tradicional.
Las acciones colectivas de resistencia no se refieren solamente a las luchas patrióticas o las del issue del status, más visibles para el público, que ocuparon la “política” durante el siglo 20. Incluyen acciones comunitarias urbanas como las tomas de tierra, los proyectos de educación popular de fines del siglo XX, luchas por la defensa del patrimonio y, hoy, los proyectos de ocupación de edificios, los de diseño participativo y otras formas de rescatar nuestros espacios, nuestro territorio. Estos requieren más atención, análisis y apoyo por parte de activistas, historiadores/as, sociólogo/as, otro/as académico/as y toda la población. Son producto de las luchas sociales que, a partir de los 60s y los 70s, convergieron, con “la gran revolución mundial de 1968” [2] (Wallerstein, 2009).
De esta revolución global emergieron lo que algunos llamaron los nuevos movimientos sociales sectoriales, no partidistas con una variedad de nuevos actores políticos que defendieron de formas noveles los derechos humanos. Entre ellos se encuentran lo/as pobres, las mujeres, lo/as LHBTTQI, lo/as pacifistas, lo/as defensores/as del ambiente, de la educación popular, los indígenas, los afrodescendientes y otros racial izados.
En el siglo 21 estos movimientos sectoriales se transformaron, y se fueron conformando alrededor de discursos más glocales, como consecuencia de las estrategias neoliberales promovidas a partir de los Acuerdos de Washington, hoy, desprestigiados. Son los actores políticos con reclamos sectoriales y simultáneamente con reclamos globales tales como la oposición al neoliberalismo y la defensa de la alter-globalización. Estos reclamos tienen sus primeras expresiones globales en las movilizaciones de los pueblos originarios y afrodescendientes para el Quinto Centenario de la invasión europea, Chiapas 1994, Seattle, 1999, en La Declaración de Principios del Primer Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil (2001) y en otros Foros hoy.
El movimiento social urbano de los rescates de terreno en Puerto Rico y las luchas por los derechos de los afroamericanos en EE. UU fueron pioneros en estos procesos. Hay que destacar, además, como antecesor, el sindicalismo de la CGT (1940), dirigido por Juan Sáez Corales, que de manera novel, organizó trabajadores y desempleado/as. La postura de la CGT resuena hoy y es aplicable a los nuevos actores políticos y sus acciones. Al oponerse a la cooptación del movimiento obrero por el Partido Popular Sáez declaró: “el movimiento obrero no puede ser rabiza de ningún partido político”.
El establecimiento del régimen militantemente neoliberal de Pedro Roselló (PNP 1992) hizo necesarias nuevas estrategias para adecuarse a los tiempos. Sólo hay que ver el record de organizaciones y manifiestos que han poblado el universo de acciones comunitarias desde esa década. Las políticas neoliberales se fueron cuajando desde antes de fines del siglo 20, a partir del “agotamiento del modelo de desarrollo”. Cultivadas por varios gobernantes (Rafael Hernández Colón, Pedro Roselló, Sila María Calderón, Aníbal Acevedo Vilá, Luis Fortuño, Alejandro García Padilla y Ricardo Roselló, con variadas combinaciones de asistencialismo estatal. Todas esas administraciones contribuyeron al endeudamiento, la crisis fiscal y la crisis social actual. Agudizadas estas con los triunfos de Luis Fortuño (PNP 2008) Ricardo Roselló (PNP, 2016). Se impone la necesidad de acopiar nuestros ejemplos históricos y continuar inventando.
Al recoger los legados de acciones colectivas previas es preciso evaluar la aportación de las tomas de tierra (los rescates), de las huelgas obreras (la emblemática huelga del 98), de los grupos feministas, de los ambientalistas, la aportación del movimiento social de paz para Vieques, de los grupos de derechos humanos contra el hetero patriarcalismo, el racismo, la xenofobia, etc. En 1999, ya fuera por concurrencia, serendipity[3], o por la transnacionalización estatal/corporativo/militar, se prendió la chispa que generó el primer movimiento social global del siglo 21 en Puerto Rico: el movimiento social de paz para Vieques (MSPV)una bomba de la marina de EE. UU., mató a un joven viequense. Desde ese momento, con altas y bajas las acciones colectivas de los años previos se hicieron más visibles y “cogieron un segundo aire” …que, “con altas y bajas”, no se ha detenido.
La protesta en el movimiento de Vieques nos alerta sobre la importancia de identificar claramente el objetivo y el adversario político, de atender y desarrollar los enlaces internacionales, el uso sistemático de los medios digitales, la estrategia de no violencia, entre otros. También su aportación en la formulación de las propuestas a través de la creación de un grupo de apoyo técnico que preparó Las Guías,[4] que influyeron en la Ley 153 y en el Plan para el Desarrollo de Vieques y Culebra. Además, nos obliga a analizar por qué, los gobiernos de las administraciones mencionadas las ignoraron.
Las huelgas universitarias a partir del 2010 heredaron muchos contenidos culturales y legados de los nuevos movimientos sociales mencionados. Es pertinente analizar las expectativas no logradas por estas acciones colectivas para calibrar sus aportaciones específicas. Es labor de profesores y estudiantes estudiar la historia de las luchas estudiantiles previas: 1968, 1973, 1981, 1992, 2005; 2010, 2011,2017, compararlas, evaluarlas, compartirlas y así contribuir al análisis crítico del país… e invitar a la acción. Esto como tarea académica y política.
Otros grupos de la sociedad civil pueden adaptar las diversas vertientes de democracias participativas elaboradas en las huelgas universitarias (asambleas, los grupos de acción, la consulta al pleno); la coherencia en los procesos de negociación; el respeto a la diversidad ideológica o personal; el uso del arte como parte de la acción política (no sólo como entretenimiento), e incluso examinar sus múltiples e innegables contradicciones. Si bien es necesario imitar su ética y su valentía hay otros aspectos de las estrategias y tácticas que deben contar con un análisis a partir de las características de cada sector particular.
Otro aspecto por trabajar es la falta de comunicación real entre los diferentes sectores en resistencia. La sociedad puertorriqueña es relativamente homogénea, si la comparamos con Ecuador, Bolivia, los Estados Unidos o la India. Sin embargo, es impresionante la dificultad para el entendimiento entre grupos. Boaventura de Sousa Santos (Boaventura, 2006) habla de la necesidad de traducción entre los diversos grupos que laboran por una alter-globalización. Dice que esta traducción se logra por medio del respeto a, y el intercambio entre los saberes que produce cada sector (comunitario, sindical, docentes, activistas, afrodescendiente, mujeres, LHBTTQI, etc.) Así se posibilita una forma de garantizar los acuerdos políticos y llevar adelante las acciones. Siempre respetando las diferencias de todo tipo. El innovador Encuentro de Saberes celebrado en Lima (2010) fue un intento en esa dirección.[5] En este se destacaron como importantes las dimensiones espirituales y personales que son la base subjetiva personal de los procesos de transformación social. (Quiñones Rosado, 2007)[6]. Lamentablemente las tareas de formación/intercambio de saberes y educativas, fuente de las trasformaciones personales imprescindibles para el cambio, son secundarias en la práctica para las iniciativas políticas existentes.
Finalmente es necesario crear y coordinar los contactos políticos generados por las redes. Esto fue exitoso en el movimiento social de paz para Vieques (MSPV). Estos contactos políticos fueron importantes en el apoyo para la construcción de un movimiento de resistencia diverso y vigoroso. La colaboración se puede propiciar de las siguientes formas: 1) la difusión en los medios de sus respectivas regiones; 2) el apoyo económico y de tecnologías avanzadas; 3) recursos humanos (voluntario/as, interno/as, pasantías que vengan a PR para colaborar con tareas del movimiento, 4) colaboración con el cabildeo donde sea necesario.
Lo más fundamental de lo antes mencionado es el cambio en los estilos de relaciones humanas en las organizaciones y la construcción de nuevas democracias que sustituyan el presente patrón de poder y propicien otros mundos. Los principios y las estrategias/tácticas que se dialogan y debaten a nivel micro en los proyectos de formación/intercambio de saberes y a nivel macro en los foros internacionales son campos amistosos, fértiles para el ensayo de hacer posible otros mundos.
Esto lo demostró el Foro Social de Puerto Rico (2006), los Foros Sociales de Estados Unidos, (Atlanta, 2008, Detroit, 2010) y los que se han celebrado en esta segunda década del siglo XXI. Se evidenciará también en el 2018 con el Segundo Congreso de Afro descendencia (octubre), el Encuentro Nacional de Educación Alternativa, la Asamblea de la CEEALC, (Congreso de Educación Popular y de Adultos para América Latina y el Caribe), ambos en noviembre y definitivamente en muchos otros.
Los procesos mencionados permitirán construir el contenido, la dirección del cambio social, el por qué y para qué acceder al gobierno. Paralelamente, existe otra conversación importante para expandir y profundizar ¿Cuáles son las vías, las herramientas para acceder al gobierno y cómo usarse? ¡Las crisis serán las parteras de la acción-reflexión que ya está produciendo esas vías! ¡Adelante!
[1] (Freire, Paolo (1993). Pedagogía de la Liberación. Siglo XX editores. México.
[2] Wallerstein, Immanuel. 2009. “Estados Unidos, América Latina y el futuro de los movimientos anti-sistémicos en “…planeta tierra: movimientos anti-sistémicos…” Cideci Unitierra Ediciones. San Cristóbal de las Casa, Chiapas, Mexico.
[3] Webster’s New World Dictionary : Descubrimientos afortunados accidentales Webster’s New World Dictionary
[4] Cotto Morales, Liliana y José Rivera, Coords. GAPT. 2005. Guías para el desarrollo sustentable de Vieques.
Editorial Gaviota. Río Piedras.
[5] Encuentro de saberes y movimientos sociales, entre las crisis y los otros mundos posibles (26-28 de mayo 2010 enlace en www.democraciaglobal.org
[6] Quiñones Rosado, R. (2007). Consciousness-in-Action: Toward an Integral Pyschology of Liberation & Transformation (Primera ed.). Caguas, Puerto Rico: ilé Publications.