La «lucha» nos permite retomar los espacios públicos
Mucho se ha escrito sobre la importancia de los espacios públicos en nuestras ciudades, como lugares de esparcimiento y lugares de intercambio. Sin embargo, los patrones de desarrollo suburbanos y la pérdida del espacio público provocaron el abandono del espacio público tradicional y el control de nuestras actividades en espacios eminentemente privados.
En julio de 2019, el pueblo de Puerto Rico comenzó una serie de protestas masivas contra el gobierno de turno, catapultadas por una serie de arrestos de funcionarios del entorno del gobernador de turno y por la filtración de un “chat» donde el primer mandatario y distintos funcionaros de alta jerarquía del gobierno intercambiaban información de tipo confidencial con consultores privados y presentaban comentarios catalogados de tipo, sexista y clasista que atentaba contra segmentos de la sociedad puertorriqueña por su orientación sexual o política. Este movimiento contra el gobierno de turno, se caracterizó por el redescubrimiento y la toma del espacio público como lugar de lucha social. La discusión de la ideas se dio primordialmente en las distintas redes sociales y el desarrollo de la lucha del pueblo se transfirió al espacio público tradicional.
El modelo de desarrollo urbano y el control de las ideas
La ciudad tradicional se caracterizaba por un centro urbano con un espacio público definido y una ciudad abierta al ciudadano. Se caracterizaba por tener una segregación menos marcada de las clases sociales y de los usos del espacio urbano. Por lo tanto, en la Plaza, en los mercados o en la calle, se daba una integración de las distintas clases sociales que permitía el intercambio de ideas entre personas de distintas estratas sociales y académicas. La importancia del espacio público está altamente ligado al desarrollo urbano, económico y social de una ciudad. «El espacio público fue concebido primeramente por los griegos quienes lo veían como un lugar de sabiduría, en este lugar físico la gente solía reunirse y tomar decisiones sobre temas de política e intereses públicos.»[1]
Sin embargo, cuando Puerto Rico se embarcó en el proyecto de desarrollo suburbano a mediado del siglo XX, y de las urbanizaciones con control de acceso ya en las últimas décadas de ese siglo, se propició en la isla la segregación de los usos en el suelo urbano y por consiguiente de las clases sociales, creando en consecuencia un disloque en el desarrollo y transmisión de las ideas necesarias para el desarrollo democrático de la sociedad. Ya solo intercambiabamos ideas con personas de más o menos la misma estrata social y educativa. Provocando que cada día se den más intercambios sociales en espacios privados homogéneos donde las actividades de los ciudadanos pueden, -y en mi opinión- son controladas por los dueños de la propiedad o por la asociación de residentes. El espacio cívico es más que una construcción política y jurisdiccional. Es una manifestación de la sociedad, la cultura y el compartir político.[2]
Nuestro modelo de desarrollo urbano está atado a tres fenomenos de urbanización específicos: la suburbia, basada en casas unifamiliares, los centros comerciales, donde se sustituyó la Plaza del Centro Urbano Tradicional por el Mall y las urbanizaciones con control de acceso, que como mencioné anteriormente comenzaron a tomar auge a finales de la década de 1980. En estos espacios se controlan por completo las actividades humanas por ser un lugar de encuentro social que está en manos privadas o controladas por la asociación de residentes. Sobre este particular Blake y Snyder nos explican sobre los valores sociales de este tipo de desarrollo que:
[w]here sense of community is a primary value motivating the residents of gated communities, it reflects all five aspects of community: shared territory, shared values, a shared public realm, support structure, and a share destiny. Exclusion helps define shared territory by separating community members from outsiders.[3]
Las comunidades cerradas no son espacios urbanos que pertenecen a la sociedad en general. La dicotomía de un espacio público convertido en un espacio privado segregado y controlado, contribuyó a la homogeneización de las ideas y al control efectivo de estas ideas por los medios tradicionales de difusión pública. Por lo tanto, el intercambio de ideas era y es controlado ampliamente por las élites económicas que controlaron el debate social y político en general en la última mitad del siglo XX. La pérdida del espacio público durante el periodo de expansión suburbana propició un disloque en el intercambio de ideas. Según Manuel Bermúdez “el acceso controlado desembocó en el cierre de la urbanización a todos los no residentes y en última instancia, la privatización de su espacio público.”[4]
La red social y el espacio público alterno
Ante la falta del intercambio social que poco se fomenta en el desarrollo suburbano en Puerto Rico, las redes sociales llenaron ese vacío de intercambio de ideas que existentes. El advenimiento de las nuevas tecnologías de comunicación lograron el intercambio masivo de ideas, convirtiendo las redes sociales en un espacio público virtual. La idea se desarrollo en el espacio público virtual y el activismo en el espacio público construido.
Otro aspecto importante es que a mí entender esta serie de manifestaciones se caracterizaron por el uso intensivo de las tecnologías de Sistemas de Información Geográfica (GIS) para la organización informal de las manifestaciones. Este aspecto del uso intensivo de las redes sociales y del GIS se reflejó al punto que las autoridades no podían identificar un organizador definido de las manifestaciones, ya que estas se crearon espontáneamente en el espacio público alterno. Sobre esto la prensa de Puerto Rico reportó que
[e]l comisionado del Negociado de la Policía del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Henry Escalera Rivera, solicitó ayer una reunión con los organizadores de la marcha masiva que pretende simular la protesta de «Paz Para Vieques» y apoderarse del expreso PR-22.
Esta marcha está pautada para este próximo lunes, 22 de julio de 2019, en el Expreso Las Américas, en San Juan.
Hasta el momento, no se sabe quién es el organizador de la masiva convocatoria, pero sí se conoce que comenzaría a las 9:00am.[5]
Esto a mi entender redefinió y cambió las formas en que se desarrollan las estratégias de protestas del pueblo. Ya el pueblo y no el líder individual comanda la lucha.
Los espacios urbanos alternos
Las redes sociales son fundamentales en la formación de la identidad de los jóvenes, por lo tanto no me sorprende ese paso lógico de la discusión de ideas en las redes sociales a la protesta colectiva en los espacios públicos tradicionales como los fueron el Viejo San Juan y los Plazas Públicas de muchos municipios. Esta toma de la ciudad y sus espacios públicos fue un elemento muy importante en la dispersión y expresión de las ideas. Sobre estos aspecto ya se había discutido anteriormente la importancia del espacio público, -la calle-, como espacio de resistencia. Por lo tanto, concuerdo en que
“[l]a calle es el escenario de lucha más importante que tenemos en este momento. Apropiarla como espacio político, como espacio de afirmación, es en sí un acto de resistencia. Allí se tornan visibles las protestas, las propuestas, las visiones alternativas y se confronta el orden establecido. Según Saskia Sassenes en la calle donde “…aquellos que carecen de poder, aquellos que son desaventajados, marginales, discriminados y minoritarios, pueden ganar presencia en las ciudades globales…” Estas prácticas hacen posible, añade, “… la formación de nuevos tipos de sujetos políticos que no necesitan para ello ingresar al sistema político formal”. [Cita en el texto omitida] La apropiación del entorno público es fundamental porque ayuda a legitimar y hace evidente la confrontación y la mirada alternativa. Transforma los espacios de una manera, que si bien puede ser efímera, ejercen una influencia necesaria en la construcción de identidades colectivas y en la consolidación de las fuerzas políticas de cambio. Las manifestaciones, marchas y el performance callejero, confrontan no solo a la autoridad, sino a los mismos participantes también, con mensajes alternos, análisis y propuestas. Son una manera de utilizar el entorno como escenario, como pantalla y telón, de apropiarlo para convertirlo en espacio educativo y de convergencia y promover cambios que reformulen el poder.[6]
Las redes sociales en Puerto Rico, lograron la cohesión de diferentes generaciones que en periodos anteriores limitaron su interacción en el espacio urbano, debido a la realidad que abandonamos el espacio público tradicional por el privado. Estas generaciones, no intercambiaban ideas entre sí antes del uso intensivo de estas nuevas tecnologías de comunicación, ahora un tuitero o un influencer tienen acceso al universo de edades de la población en general y cada generación se convierte a su vez en un transmisor de la idea, que pasó a discutirse y expresarse en el espacio público de distintas maneras.
Expresión artística en el espacio urbano
En el climax de las manifestaciones, las expresiones democráticas del pueblo de Puerto Rico tomaron el espacio urbano. Esta nueva toma de ese espacio público olvidado y relegado a la experiencia privada, se dio primordialmente frente a hitos urbanos como el Capitolio de Puerto Rico, El Viejo San Juan, los expresos y los cascos urbanos tradicionales de cada pueblo de la isla.
La creatividad del pueblo se manifestó de distintas maneras, desde el perreo combativo frente a la catedral de San Juan, el graffiti en distintos espacios urbanos, el mural, el performance, el teatro, la música, la pancarta de protesta. En el espacio público alterno la expresión pública se dio en el formato de video, los memes y hasta el mix. Los espacios públicos alternos mantuvieron la energía necesaria para que se pasara del discurso en línea a la toma efectiva y masiva de la calle como punto de encuentro del proceso democrático puertorriqueño. Los espacio públicos alternos complementaron y educaron sectores de la sociedad puertorriqueña que antes solo dependía del discurso controlado que se daba en su entorno social y suburbano por los medios de comunicación masiva controlados por los grupos de poder. La masificación de estas redes sociales fueron el catalítico que permitió la organización espontánea de la protesta y la coordinación de los puntos de encuentro en los espacios urbanos tradicionales, donde se concentra el poder político en Puerto Rico.
El impacto de los espacios públicos alternos es tan importante que muchos consideran que estos han reemplazado la ciudad y espacio urbano tradicional. Sobre esta aseveración y estudiando el fenómeno de la primavera árabe se ha indicado que
[c]ities, which bring together large numbers of people in concentrated areas, and the discursive spaces, like coffeehouses and salons, that spring up in them are important to the public sphere exactly because they alter architectures of interaction and visibility. Online connectivity functions in a very similar manner but is an even more profound alteration because people do not have to be in the same physical space at the same time to initiate a conversation and connect with one another. The French salons and coffeehouses of the nineteenth century were mostly limited to middle- or upper-class men, as were digital technologies in their early days, but as digital technology has rapidly become less expensive, it has just as rapidly spread rapidly to poorer groups. It is the new town square, the water cooler, the village well, and the urban coffeehouse, but also much more.[7]
El impacto de la tecnología en la dispersión de las ideas democráticas es tan amplia que puede llegar de manera rápida a cualquier clase social y por lo tanto romper las barreras que nuestro modelo de desarrollo urbano impuso en el debate social y político de la isla.
A mí entender la cohesión virtual de la idea de la protesta democrática en Puerto Rico, venció las barreras que la segregación espacial de nuestro entorno urbano impone le impuso. El espacio virtual alterno de la protesta, creó las condiciones necesarias para que se reencontraran distintas clases sociales y personas de toda la isla. La suma del debate en las redes sociales y la protesta democrática en el espacio urbano, nos regresó al mismo comienzo histórico de Puerto Rico como sociedad, al espacio urbano; a la plaza. Porque las ciudades son para la gente… y para la lucha.
Referencias
[1]Iliana Luna Susunaga, Las Redes Sociales: El nuevo espacio Público donde se crea la opinión pública. Ensayo ara obtener el título de Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública. Universidad Autónoma del Estado de México, facultad de ciencias políticas y sociales, Abril 2015. A la página 1. Tomado de http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/26525/Iliana%20ENSAYO.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[2] Blakely, Edward J. and Snyder, Mary Gail, Fortress America: Gated Communities in the United States. page 1.
[3] Blakely y Snyder, supra.
[4] Manuel Bermúdez, Control de Acceso y Espacio Público, Cuaderno de PLERUS, Número 1 (agosto 1993). Página 18-19.
[5] Metro, Policía pide reunión con organizadores de marcha que paralizará expreso, Sábado 20 de julio de 2019, a las 10:03. Tomado de https://www.metro.pr/pr/noticias/2019/07/20/policia-reunion-organizadores-marcha-expreso.html. Véase también: El Vocero, Redacción, Policíaía pide reunión a organizadores de marcha del lunes, 19 de julio de 2019. Tomado de https://www.elvocero.com/ley-y-orden/polic-a-pide-reuni-n-a-organizadores-de-marcha-del/article_5b785562-aa75-11e9-be2b-734580079634.html.
[6] Edwin Quiles, Urbanismo de Resistencia. Tomado de:http://www.80grados.net/urbanismo-de-resistencia/
[7] Tufecki, Zeynep; Backchannel. Twitter has Officially Replaced the Town Square. Tomado de https://www.wired.com/story/twitter-has-officially-replaced-the-town-square/