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Inicio » 80grados+ Historia

Mahan, Apóstol del poder naval y de la expansión estadounidense

José A. Quiñones MaldonadoJosé A. Quiñones Maldonado Publicado: 14 de febrero de 2020



Alfred Thayer Mahan

En este artículo, examinaré el pensamiento religioso presente en la obra de Alfred T. Mahan, contralmirante, estratega naval estadounidense y arquitecto de la formación de las modernas flotas navales para explotar las riquezas del mundo. La aportación intelectual de Mahan ejerció mucha influencia sobre políticos y gobernantes norteamericanos. Resulta interesante resaltar cómo Mahan vinculó los esfuerzos bélicos e imperialistas de Estados Unidos con los aspectos teológicos. La vida espiritual de Mahan estaba bien estructurada, profesaba la fe episcopal, era una persona fervorosa, piadosa y comprometida con su fe.1 Consideraba que las guerras eran un acto que remediaban más que castigaban, por ende, las mismas eran justificables y la necesidad de tener mejores armas resultaba ser un acto obligatorio. Para Mahan, las guerras eran un hecho de progreso humano, que resultaban necesarias dentro de una humanidad abusivamente alejada de la perfección cristiana. Justificaba las guerras en todas las ocasiones, las mismas eran justas solo cuando se hacían para controlar la maldad.2

Mahan decía que un cristiano no podía rendirse ante los derechos de otros. Según sus ideas, había que reprimir el mal en el extranjero. Creía en el uso del poder naval como una forma para obtener un fin, el cual era el expansionismo estadounidense. Para Mahan las naciones poderosas tenían la obligación moral de expandirse y de esa manera beneficiar a las naciones inferiores con ideas culturales superiores.3 De esa manera la expansión no resultaba un capricho egoísta sino que era una forma de ayudar a las naciones débiles.

Mahan y la guerra

En ningún momento, Mahan quiso reconciliar la guerra con la profesión y práctica del cristianismo.4 Claramente expresaba que el cristianismo deplora la guerra como algo negativo, como una maldad. Para Mahan las guerras tenían un origen de tipo político: “War is simply a violent political movement.”5 Las causas que motivaban el estallido de las guerras eran el corazón humano y los deseos desordenados.6 Para muchos militares las guerras eran algo rudimentario: “war is not fighting, but business.”7 Las actividades bélicas tenían un fin práctico como lo eran sus efectos remediales, entre ellos el contener o eliminar a los grandes causantes de la maldad, en especial la moral. Bajo esas condiciones la guerra era justificada. Mahan decía que los sucesos que provocaron la Primera Guerra Mundial demostraron que existían perversidades de carácter, los cuales solo podían repelerse por medio de la fuerza física.8

Mahan defendía plenamente la Doctrina Monroe (1823), la cual consideraba como parte integral de la política mundial. El creía que el pueblo norteamericano debía luchar por apoyar la misma, por eso el defendía el que las fuerzas armadas se mantuvieran lo suficientemente fuertes como para poder propugnarla.9 Mahan dividía las guerras en dos: para derrocar totalmente a las fuerzas enemigas y las guerras con objetivos limitados. Las guerras habían ayudado a ganar para la humanidad la libertad de conciencia.10

De hecho, Mahan veía que la guerra tenía ciertos elementos de progreso humano. Aunque creer en la guerra por el mero hecho de hacerla, encerraba signos de imperfección cristiana que eran susceptibles al remedio.11 En ninguna circunstancia, Mahan apoyaba cualquier tipo de guerra. El exponía que “war in not evil-but an evil.”12 Decía que llegaría un momento en el que la guerra sería innecesaria y desaparecería. Pero mientras la humanidad siguiera inmersa en su proceso de perfección cristiana y no llegara ese momento sublime de encuentro con Dios, las guerras continuarían.

Mahan llegó a utilizar palabras de San Pablo para exponer sus ideas sobre la guerra. El indicaba que, si estaban inmersos en un conflicto bélico, no estaban haciendo nada malo, mientras no existiera la convicción de que había algo malo, no era pecado.13 El estar involucrados en una guerra podía tener para los soldados ciertas virtudes que serían positivas como: autosacrificio, fortaleza, etc. La guerra podía verse como una apelación al juicio final de Dios.14

De hecho, aunque en las guerras se usase la violencia y la fuerza, dichas acciones se utilizaban para fines positivos. Mahan exponía que Jesucristo llegó a usar la fuerza contra los mercaderes del templo.15 La posesión del poder es un talento que apoya la confianza que el pueblo debía tener en una nación, la cual estaba obligada a reprimir la maldad exterior a las fronteras nacionales.16

Mahan decía que uno de los principales componentes de la paz, es tener un ejército y marina fuerte.17 Las armas son la concentración de la fuerza para mantener la justicia, el orden y la paz. Indicaba que las naciones tienen la misma necesidad de paz que tienen los hombres.18 El tener armamentos no es una causa que conduzca a la guerra.19

¿Las guerras son morales? 

Mahan consideraba que era inoportuno el imponer restricciones de carácter moral a las naciones. Ya que las naciones al igual que los hombres tienen conciencia. El deber de los cristianos era iluminar las conciencias de las naciones que las tenían oscurecidas, por el pecado. Los creyentes tenían la obligación de contener la maldad material que favorecía la guerra y amenazaba la paz. Las ideas bélicas debían ser derrotadas por las naciones con principios morales cristianos. La moral cristiana impone unas obligaciones compulsorias sobre los creyentes. No hacen falta árbitros ni leyes terrenales que limiten dicha moral, que es de índole superior. Para los cristianos solo les hacía falta consultar la conciencia.20

Las guerras causan sufrimiento, pero son un principio fundamental que tienen las naciones civilizadas para contener el exceso y dolor que infligen los poderes mundanos. El deber de los cristianos está en detener la maldad que descansa sobre los débiles.21 Los cristianos están atados por leyes más poderosas que las legislaciones terrenales. Los cristianos le deben rendir obediencia a Dios.22 Strong decía que la guerra era un elemento necesario para mantener el orden en el mundo.23 Mahan expresaba que sobre los EE. UU. hablaban otras obligaciones de índole nacional que se debían respetar y acatar.

Among the peoples, there is manifested intense interest in the maturing of our national convictions, as being, through Asia.”24

Para controlar la maldad hacen falta las armas.25 La guerra es necesaria para controlar a los perversos mientras se tenga constancia de la existencia de estos.

Until it is demonstrable that no evil exist, or threatens the world, which cannot be obviated without recourse to force, the obligation to readiness must remain; and, where evil is mighty and defiant, the obligation to use force- that is, war-arise.26

Mahan dijo que donde entraban los intereses nacionales, también entraban los elementos morales. Las guerras resultaban injustificables, de hecho eran perversas, pero eran la única forma de detener la maldad terrenal.

Religión y expansión

Varios pensadores, entre ellos algunos religiosos, concibieron la idea de la superioridad de la raza anglosajona. Josiah Strong exponía que los anglosajones eran superiores en el ámbito mental y moral.27 Para Strong, las diferencias raciales tenían su propósito: “If men had not differed from each other, civilization could have made Little or no progress.”28 Estos pensadores indicaban que dicha raza era la depositaria de dos grandes bendiciones: el cristianismo y las libertades civiles. En el futuro ellas serían los mejores ministros del progreso. Estas ideas de superioridad también se dirigían hacia los EE. UU. Por ejemplo, Josiah Strong dijo que:

America is too have the great preponderance of numbers and wealth, and by the logic of events will follow the scepter of controlling influence.29

Strong creía que en América la raza anglosajona tenía más efectividad que en Gran Bretaña, ya que las ideas de origen inglés habían tenido mayor desarrollo en América que en Europa.

It seems to me that God, with infinite wisdom and skill, is training the Anglo-Saxon race for an hour sure to come in the world’s future. Heretofore there has always been in the history of the world a comparatively unoccupied land westward…the unoccupied arable lands of the earth are limited, and will soon be taken…this powerful race will move dawn to Mexico, dawn upon Central and South America, out upon the islands of the sea, over upon Africa and beyond.30

Mahan definitivamente creía en las ideas de Strong, pues defendía enfáticamente los postulados de la Doctrina Monroe, no aceptaba el arbitraje como solución a los problemas entre naciones y creía en la superioridad de la raza anglosajona. La Doctrina Monroe era de vital importancia para la política nacional, y el pueblo americano debía luchar, apoyar y defender sus postulados, por eso era por lo que Mahan insistía tanto en aumentar el poder de las fuerzas militares, para que así pudiesen defenderla plenamente. La Doctrina Monroe representaba una declaración de independencia no para una nación sino para un continente de naciones. Las naciones cristianas estaban destinadas por Dios a ejercer su rol en el mundo.31 Solo había que seguir las enseñanzas de Jesús para cumplir sus mandatos aquí en la tierra.32

Por eso Mahan resaltaba la importancia de la iglesia en el mundo. Mahan conocía que los cristianos tenían que desempeñar un papel de importancia en el mundo, ya que Dios los escogió para ello. Esta idea concuerda con lo expuesto por Strong:

In the long past God has Little help from man in working toward therealization of the ideal (the ideal society both for the nation and for the world.33

Mahan estaba preocupado porque las estadísticas demostraban que habían decrecido los números de fieles que asistían a las Iglesias. Mahan temía que la gente se alejase de Dios y se acercara a la maldad.34 Además el número de sacerdotes no aumentaba, lo cual podría afectar las necesidades espirituales del pueblo cristiano.35

Mahan decía que entre la gente se observaba la falta de compromiso hacia las cosas de Dios. El pueblo carecía de sacrificios y estaba inmerso en otras actividades que poco contribuían a su encuentro con Dios. Muchos no querían cargar con su cruz y se contentaban con satisfacer sus mundanas aspiraciones, muchas de ellas de índole superficial.36 La falta de ministros se debía a un declinar de la vida espiritual. Mahan indicaba que los hábitos sociales hacían difícil que muchos hombres se acercaran a la vida consagrada. Los avances de la ciencia, las críticas a la Biblia, las aspiraciones sociales, etc. Estaban minando las columnas que apoyaban a la iglesia.

Mahan expreso que la iglesia debía asumir una postura más enérgica para, de esa manera, poder asumir la posición que Dios le había encomendado.

Our mission, prescribed to us by our Founder, who is our God, is to conquer the world…Warfare, therefore, aggressive, offensive in the technical sense, is our mission. It has been the mission from the beginning.37

La guerra a la cual Mahan se refería no era un conflicto bélico cualquiera. Era un asunto que debía conducirse de una manera agresiva y contundente. Ya que de lo contrario traicionaría al Reino de Dios.38

Conclusión

Mahan fue más que un militar, fue un apóstol del expansionismo americano. Sus ideas representaban la expresión de un nacionalismo que estaba en pleno crecimiento. Consideraba que los conflictos entre naciones eran necesarios: “War, however defensive in moral carácter, must be wage aggressively if it is hope for success.”39 Mahan estudiaba a los estados como actores dentro del drama mundial, y analizaba como los mismos luchaban por obtener dominio y poder. Mahan consideraba que el poder y la fuerza eran facultades que Dios concedió a ciertas naciones privilegiadas.

La guerra era un acto que remediaba más que castigaba, por ende, la misma era justificable y la necesidad de tener mejores armas era un acto obligatorio. Para Mahan la guerra era un acto de progreso humano, era necesaria dentro de una humanidad abusivamente alejada de la perfección cristiana. Justificaba la guerra en todas las ocasiones, las mismas eran justas solo cuando se hacían para controlar al diablo.40

Mahan decía que un cristiano no podía rendirse ante los derechos de otros. Había que reprimir los demonios extranjeros. Creía en el uso del poder naval como una forma de obtener un fin, el cual era la expansión. Una nación tenía la obligación moral de expandirse, de esa manera sus ideas, su civilización, su cultura, su religión, se expandirían, no como un acto egoísta o negativo, sino para beneficiar a otras naciones inferiores.

 

Notas:

  1. Seager, R. (1977) Alfred Thayer Mahan: The Man and His Letters. Annapolis: Naval Institute, p. 146.
  2. Puleston, W. D. (1939) Mahan. The Life and Work of Capitan Alfred Thayer Mahan, U.S.N. New Haven, Yale University Press, pp. 216-217.
  3. Ibid, p. 222.
  4. Mahan, A. T. (1907). “War from the Christian standpoint: A Paper Read before the Church Congress”, en Some Neglected Aspects of War. p. 98.
  5. Mahan, A. T. (1968). From Sail to Steam, New York. Da Capo Press. p. 283.
  6. Mahan, A. T. (1975). “About What is War.” en Letters and Papers of Alfred Thayer Mahan. Editado por Robert Seager II and Doris D. Maguire. Annapolis. Naval Institute Press, p. 703.
  7. Ibid.
  8. Ibid, p. 704.
  9. Puleston, Op.Cit., p. 296.
  10. Ibid, p. 315.
  11. Mahan, A. T. (1900). “War from the Christian standpoint: A Paper Read before the Church Congress”, en Some Neglected Aspects of War. p. 98.
  12. Ibid. p. 100.
  13. Ibid, p. 100. Romanos 14, 23.
  14. Ibid, p. 103.
  15. Ibid, pp. 104-105.
  16. Ibid, p. 107.
  17. Mahan, A. T. “Why Not Disarm”, p. 684. Y “About What Is War”, p. 703.
  18. Mahan, A. T. “Why Not Disarm”, p. 684.
  19. Mahan, A. T. “About What Is The War”, p. 702.
  20. Mahan, A. T. “The Moral Aspect of War”, “Conscience, diligently consulted, is to the man voice of God; between God and the man no other arbiter comes…no third party can relieve a man from obligations of the position to which he is called by God. “Some Neglected Aspect of War”, p. 36. Mahan resaltaba la importancia de seguir los designios que impone Jesús sobre los creyentes.
  21. Strong, J. (1913), Op. Cit., p. 37, decía que: “Universal peace can exist only when one country is so powerful that it dominates all the others.”
  22.  Strong, J. (1913) expuso que: “There is unquestionable a higher law than lay, concerning obedience to which no other than man himself, or the state, can give account to Him that shall judge.” Ibid, p. 44.
  23. “War is one of the elements of order in the world established by God.” Ver Strong, Op. Cit. p. 37.
  24. Ibid, p.44.
  25. Ibid, p. 46. “The control, to good from evil, of the devasting fire of the French Revolution, and of Napoleon, was due to the sword.”
  26. Ibid, p. 48.
  27. Strong, J. (1913) Our World. New York, Doubleday, Page and Company, p. 10.
  28. Ibid, p. 17.
  29. http://www.mtholyoke.edu/acad/intrel/protected/strong.htm p. 1.
  30. Ibid. p. 3.
  31. Strong indicaba que: “…that Jesus, who always had the world-vision, laid down the world-principles by alone the great world-problems can be solved and the new world-ideal realized.” Strong, J. (1913) Our World, the New World-Life, New York, Doubleday, Page and Company, p. viii.
  32. Strong decía: “…apply the teachings of Jesus and the teachings of science to the solutions of the great world-problems.” Ibid.
  33. Strong, Op. Cit. p. 82.
  34. En varias partes de la Biblia se dice lo que pasara cuando la gente se aparte de Dios. Por ejemplo, en el Evangelio de San Mateo dice que: “Habrá tanta maldad, que la mayoría dejara de tener amor hacia los demás.” Mateo 24,12. En Efesios se dice: “Pues seguían el ejemplo de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios.” Efesios 2,2.
  35. Mahan, A. T. (1903). “The apparent Decadence of Church Influence.” The Churchman,  p. 545.
  36. Muchos hombres se conformaban con las trivialidades que les ofrecen las cosas pasajeras: “Su comida y bebida son la maldad y la violencia.” Proverbios 4,17. Strong también resaltaba de un cambio de vida, para lograr la voluntad de Dios. “Selfishness has made men the victims of one another by war, oppression, slavery, murder, robbery, theft, fraud, outrage, revenge, and thousand other wrongs; and, at the same time, notwithstanding all his wrong at the hands of others, it has made his man his own enemy.” Strong, Op. Cit. p. 48.
  37. Ibid.
  38. Strong decía que: “Many good people have inactive in the presence of recognized evils because they imagined this evils were permanent – a necessary part of a providential scheme of things.” “And yet there are multitudes of Christian people in the world who accept for themselves the repused personal standard, and who would deem it disloyalty to God to become reconciled to any defect of character in themselves, who never dream that in accepting any evil of society as necessary and permanent they are guilty of treason to the kingdom of God; and treason to the Kingdom is treason to the King.” Strong, Op. Cit. pp. 80-81.
  39. Puleston, Op. Cit. p. 168.

Ibid. pp. 216-217.

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José A. Quiñones Maldonado
Autores

José A. Quiñones Maldonado

Profesor de Historia, Humanidades y Filosofía en varias universidades de Puerto Rico. Además, fue director del Departamento de Humanidades en la UPR en Carolina y director del Departamento de Lenguajes y Humanidades en la UPR en Utuado. Actualmente completa su doctorado en Educación Superior en la UIPR, recinto Metropolitano. Completó sus estudios de Maestría y Bachillerato en Historia en la UPR, recinto de Río Piedras.

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