Cantinflas
¿Cómo se puede abordar la vida de alguien como Mario Moreno, Cantinflas, sin representar qué lo hacía único y especial? Los que conocen las películas de Cantinflas entenderán que es difícil captar los momentos en que el cómico jugaba con nuestra mente hasta retorcerla en su retórica dialogística que nos hacía reír por las verdades que pronunciaba a pesar de una sintaxis retorcida pero de contenido lógico. Es posible si el actor que lo representa es capaz de aprender el acento y los gestos de uno de los grandes cómicos en la historia del cinema.
Han tenido suerte los guionistas Edul Tijerina y Sebastian del Amo (que dirigió la película) que Oscar Jaenada (Cantinflas) no solo tiene un parecido razonable (tiene cara larga mientras que la del original era redonda) con Mario Moreno, sino que entra en el papel con una evidente misión de hacernos verosímil su interpretación. El actor catalán ha aprendido perfectamente el acento mexicano con las inflexiones de voz que le daba Cantinflas a sus más agitados diálogos en situaciones en las que dependía de esa defensa natural para sobrevivir. Acompaña cada situación el famoso gesto de la mano izquierda del cómico que parecía un método de puntuación que nos alertaba de las pausas, los diptongos inventados y los signos de exclamación que le añadía a sus expresiones, y al simultáneamente llevaba el ritmo de su discurso.
La película se cuenta con el trasfondo de la lucha de Mike Todd para llevar a la pantalla la obra de Jules Verne, “Alrededor del mundo en 80 días” con un elenco internacional. El genial Todd, productor y negociante astuto al fin, pretendía que todas las estrellas trabajaran de gratis. La película va y viene de los años cincuenta del pasado siglo a los treinta: de las reuniones de Todd con los jefes de United Artists a los origines de Cantinflas como cómico de carpas, hasta convertirse en estrella cinemática internacional.
El filme tiene una serie de clichés y situaciones pueriles típicas de las cintas que cuentan la vida de artistas (este año ha sido fecundo en ese sentido con Jersey Boys y Get on Up encabezando la lista de producciones de ese tipo), pero tiene mucho encanto y nos mantiene sonreídos durante su duración. También tiene una banda sonora estupenda de la mejor música popular de los años de oro del bolero que ayuda a establecer la atmósfera nostálgica que va muy bien con el filme sin hacerse pegajosa.
Ayuda que la ida y vuelta entre los años treinta y los cincuenta nos revive a los grandes del cine mexicano de esos años incluyendo a Jorge Negrete, María Félix (la incomparable Ximena González Rubio), Gloria Marín, Agustín Lara, El Indio Fernández, Meche Barba, Miroslava, el gran Gabriel Figueroa, Lupita Tovar, Andrés Soler y otros. Todos salen a escena como parte de las actividades que condujo Mario Moreno para crear la Asociación Nacional de Actores de México que combatió la corrupción de la asociación que ya existía. Algunos de los actores que representan personajes famosos como a Diego Rivera y a Marlene Dietrich, parecen haber sido escogidos por un director de elenco que acababa de volver amanecido de un borrachera con la tequila más barata.
Michael Imperioli (el famoso Christopher Moltisanti de la serie de televisión The Sopranos) es Mike Todd el productor y marido por poco tiempo (murió en un accidente de aviación) de Elizabeth Taylor, y su representación me pareció mediocre. Cualquiera diría que estaba de prisa por volver a Nueva Jersey al Bada Bing Gentlemen’s Club y darse el palo con Tony Soprano. De hecho hay varios actores que parecen estar imitando malas actuaciones en malas películas mexicanas de esa época. Se lo voy a atribuir a que el director quiso que así fuera.
La cinta es graciosa y agradable y vale la pena verla para saber un poco más sobre la vida de un gran artista. Mario Moreno era un verdadero filántropo que nunca olvidó sus orígenes. No se levanten y se vayan hasta que terminen de ver al personaje de Cantinflas hacerle al Bolero de Ravel lo que a veces se le debe de hacer.
El filme muestra que Charlie Chaplin pensaba que Cantinflas era el mejor cómico del mundo. Creo que estaba a la altura de lo mejor de Chaplin y tenía la ventaja de no rendirse al sentimentalismo que a veces afligía al gran innovador del cine mudo. Sencillamente, Cantinflas, como Chaplin es inolvidable.