La caridad y el Banco Popular
La caridad y el Banco Popular
se fueron al campo un día
y desde entonces nadie ha visto a caridad.
-Pared de un baño de Santurce.
De salida, diré que la junta de directores de Popular Inc. está compuesta por los Ferré Rangel, los Ballester, los Bacardí, Goya de Puerto Rico, EMC Corporation, y Matrix Capital Management Company. Su CEO, Richard Carrión, conecta la junta de Popular Inc. con “[…] 244 board members in 16 different organizations across 14 different industries”. No debería sorprendernos entonces el poder increíble que tienen los bancos en Puerto Rico.
La fuerza de los banqueros es tanta en la Isla que el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos, Arturo L. Carrión, es capaz de hacer que el Gobernador defienda los intereses de su clase con tan solo solicitarlo. Recientemente Alejandro García Padilla vetó una ley que hubiera obligado a los bancos que ejecuten hipotecas, a pagar la cuota de mantenimiento de las casas recobradas que estén en urbanizaciones cerradas, porque Arturo L. Carrión le mandó una carta diciendo que era mala idea. Así también Richard Carrión ha estado en campaña para que suban el IVU buscando mantener la rentabilidad de los bonos de COFINA aunque sacrifique al país entero en el proceso.
El BPPR se nos ha vendido históricamente como un mecenas del arte y la cultura. Muchos puertorriqueños y puertorriqueñas inclusive lo consideran un importante contribuyente a las grandes obras de caridad. Ya en otra columna discutí parte del desarrollo histórico del Banco Popular de Puerto Rico y los peligros que enfrentamos al ser dominados por una corporación que nos ha quitado tanto, así que aquí no entraré en eso y hablaré más de su trabajo de caridad. Pero antes de pasar al tema les invito a reflexionar en lo siguiente. En Puerto Rico, más de dos terceras partes de la población está desempleada: “…en diciembre de 2012 había 1,046,000 empleos, mientras en mayo de 2014 había 988 mil…” (El Vocero). Menos de un millón de personas en la Isla tiene trabajo legal de un total de casi 3.7 millones de habitantes; sin embargo, el Banco Popular en Puerto Rico solamente, tiene 1.5 millones de clientes.
El precio de la cultura
El Banco Popular de Puerto Rico con su especial de Navidad, por ejemplo, contrata artistas para que le hagan un anuncio comercial disfrazado de servicio público en donde se promueve la religión cristiana y una moral clasista y con eso basta para ganarse el título de defensor de la Cultura. Luego lo venden y donan parte de lo que ganan a la caridad y queda el Banco bendecido como bondadoso. Pero si algún mérito ha tenido con esto el Banco, es que ha logrado que la gente compre un anuncio comercial protagonizado por la corporación más poderosa de la Isla.
El Banco se ha definido publicitariamente, en muchas ocasiones, con ideologías que no le pertenecen y usando expresiones culturales de clases sociales ajenas, con el único fin de crear fidelidad con su marca. La participación de R. Carrión en el olimpismo, la publicidad, así como el especial navideño de su banco, han sido herramientas sólidas en la tarea de ir perpetuando la fantasía de una sociedad puertorriqueña sin contradicciones económicas y en paz cristiana, independientemente de las desigualdades de clase, raza y género que el propio Banco como máximo representante del capitalismo local, ayuda a crear todos los días. Cada vez que el Banco habla de la “cultura nacional” desde el arte o el deporte, para ganar la simpatía de un “pueblo”, está creando la ilusión de que existe tal identidad y que el Banco la representa. Así, mientras el mundo entero lucha contra los bancos, aquí artistas muy populares sacan la cara por ellos, logrando que la gente internalice la mentira de que existe una relación sana entre clases sociales antagónicas.
Yo sería incapaz de negar que en efecto se está logrando la difusión de un marco de valores culturales concretos gracias a la contribución del Banco, pero aclaro enseguida que esa cultura y esos valores no son los míos ni me convienen, y que enarbolarlos no beneficiaría a las mayorías que el mismo Banco ha desplazado, aunque nos sigan usando como el tema de sus pusilánimes e intrascendentes aventurillas artesanales. Ninguna corporación toma decisiones emocionalmente, así que toda acción debe entenderse sopesada desde un interés de lucro. Cuando un banco decide proyectar la tradición cultural “popular” está manipulando conscientemente. Decía Marx que la ideología dominante en una sociedad es la ideología de su clase dominante, esto es así porque para controlar el mundo de las ideas se necesita la plataforma que da la acumulación de riquezas. Por lo tanto, deberíamos entender que la cultura que defienda un banco no nos beneficiará por tener un origen antagónico al nuestro, si somos parte de la mayoría. Yo entiendo que junto a la religión, la cultura popular (el mainstream) es un arma de embrutecimiento masivo que beneficia al Poder porque promueve la paz social. La caridad sería en mi lista la tercera de esas armas que idiotizan y nos aplacan la ira que causa la opresión justo cuando lo que necesitamos es lucha de clases.
Caridad no vive aquí
Quizás usted haya sido testigo recientemente de la euforia del Ice Bucket Challenge como estrategia de recaudación de fondos para la investigación de la enfermedad de Lou Gehrig. Pues sepa que esta “causa” recaudó más de 20 millones de dólares en apenas unos días y al momento que escribo esta nota ha llegado casi a los 100 millones. Yo no sé usted, pero lo primero que me pregunté fue, ¿quién decide cómo se usa ese dinero? Encontré algunas respuestas aquí. Al parecer, menos del 30% de lo recaudado va a investigación de la enfermedad, mientras la mayoría es para mantener la estructura del negocio. Jane H. Gilbert, la presidente y “CEO” de ALS Foundation hasta julio de este año, cobraba un sueldo de $339, 475 y cada uno de sus diez principales oficiales están por encima de los 110 mil dólares al año.
El tipo de esclerosis que se conoce como la enfermedad de Lou Gehrig, afecta aproximadamente a una persona de cada 100 mil en EE.UU. En Puerto Rico, para el año 2012 habían cien (100) pacientes entre los 3.7 millones de habitantes de la isla. Acepto que aunque solo fuera una persona se merece ser tratada con dignidad y respeto, pero estadísticamente hablando, no parece un problema tan grave como otros. En EE.UU., una de cada diez personas vive en la pobreza, al punto de no tener qué comer; en Puerto Rico es 1 de cada 3. Alrededor de 1.7 millones de compatriotas están pasando hambre diariamente.
Señalo esto como preámbulo porque primero que todo, considero urgente evaluar eso que llaman organizaciones sin fines de lucro, iniciando con las iglesias. Pienso que alguien debería investigar las organizaciones que gastan la mayoría de sus ingresos en sueldos y propaganda y dejan un miserable balance para hacer el trabajo de caridad del cual presumen, así también hay que investigar las que son inventos de agencias de publicidad para canalizar ingresos de sus clientes. Algún día se tendrá que desenmascarar esa trampa. Mientras esperamos que ese día llegue, les adelanto que ninguna organización es realmente sin fines de lucro. Pero si se diera el caso de que en efecto una fundación fuera una organización de caridad por el libro, aún así quedaría pasar juicio sobre el acto mismo de la beneficencia para saber si es un recurso realmente útil resolviendo lo que se propone.
La caridad es fácil de desenmascarar. Esta es incapaz de acabar con las desventajas e injusticias económicas porque para resolver ese problema hay que acabar con la pobreza y la marginación. No basta con las buenas intenciones y los gestos nobles (nobles de realeza), también se tiene que acabar con la distribución injusta de las riquezas. Todo lo que se haga y no se encamine a conseguir la distribución equitativa de recursos, solo funcionará si funciona, como remedio temporero. Las entidades dedicadas a la beneficencia, esto incluye al Gobierno federal con sus “cupones”, son realmente inventos del Poder para tratar de mitigar la miseria que él mismo crea con la arbitraria apropiación de recursos que encarna y defiende.
Puerto Rico, por ejemplo, no necesitaría de las ayudas económicas estadounidenses si no fuera colonia, porque es el Gobierno federal quien nos tiene aislados de la economía mundial con sus leyes proteccionistas, quien nos mató el ímpetu empresarial, el que nos estrangula con los altos costos de su secuestro y con sus privilegios contributivos nos explota. Es el colonialismo lo que nos obliga a consumir productos importados y lo que nos asfixia la producción local. De todas formas, son las trabajadoras y los trabajadores aquí y en EE.UU., los que pagan la beneficencia que luego el Estado presume de ofrecer y sus ideólogos nos echan en cara. En Puerto Rico alrededor de un millón y medio de personas reciben dinero del Programa de Asistencia Nutricional o el PAN, pero el generoso acto del Gobierno federal equivale en promedio a menos de 4 dólares al día para cada beneficiado. Mientras tanto, las corporaciones estadounidenses sacan de Puerto Rico en un año más de 30 mil millones de dólares. Es tras descifrar ese esquema que descubrimos que tampoco necesitaríamos la caridad de los bancos si no existiera el sistema de explotación capitalista que personifican y protegen.
Más que un Banco
El Banco Popular y su Fundación caritativa son parte de Popular Inc. y esta incluye mucho más que el Banco:
“BPPR has two principal subsidiaries: Popular Auto, Inc., which is a vehicle and equipment financing leasing and daily rental company … and Popular Mortgage, Inc., a mortgage loan company with 37 offices in Puerto Rico.”
Popular Inc. maneja además, compañías de consejería financiera y de inversión con Popular Securities Inc. Vende seguros con Popular Insurance Inc. y Popular Life RE: “…with total revenues of $29.9 million and $17.7 million, respectively […]” También es dueña de Popular Risk Services Inc.
En Estados Unidos creó E-LOANS y es dueña de varias aseguradoras y agencias de inversión, entre otras cosas. Vea lo citado y más aquí.
Popular Inc. fue además fundadora y única dueña de EVERTEC hasta apenas unos años atrás. EVERTEC es la corporación que tiene control casi absoluto de las transacciones electrónicas entre negocios e individuos en la Isla. EVERTEC tiene su base en Puerto Rico pero maneja negocios en 19 países de la región de América y el Caribe. Fue la primera empresa de tecnología puertorriqueña que cotiza en la bolsa de valores, tiene en activos alrededor de mil millones de dólares y la mitad (49%) le pertenece a Popular Inc.
El Banco Popular de Puerto Rico solamente, tiene 36,744.16, ((Algunas fuentes recientes dicen que el BPPR tiene 28 mil millones de dólares en activos, otras dicen que son 36 mil millones, y hay algunas que afirman que son 42 mil millones. Escogimos la cifra de 36 mil millones para esta nota.)) millones de dólares en activos. En marzo del año pasado se convirtió Richard Carrión en Director Clase A de la Reserva Federal y el Banco superó los mil millones de dólares en capital, lo que hizo pasar a la corporación del grupo 2 al grupo 1 entre los Bancos de la Reserva Federal (FED). Lo hicieron con deuda, claro, pero eso es exactamente lo que hacen los bancos: comprar y vender deudas. El BPPR se fundó en el 1893 y esto lo convierte en la corporación más antigua del país, es además la más grande y exitosa. Mi punto aquí sería simplemente, que deberíamos medir su generosidad y su caridad desde esos zapatos enormes.
La caridad de un Banco
En aquel tiempo, alzando Jesús la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas, y dijo: De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos estos han echado como donativo de lo que les sobraba, esta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.
-Lucas 21, 1-4
En el 2013 la «Fundación Banco Popular invested $1,945,559 in programs sponsored by 93 non-profit organizations…» Eso es más o menos lo máximo que ha donado hasta ahora en un año. De primera instancia parecería mucho donar casi dos millones de dólares, pero eso es solo porque usted con dos millones se retiraría. Pero 2 millones entre 100 organizaciones equivale a menos de 20 mil dólares por cada una. Además, este tipo de donación es muy pocas veces recurrente y en muchos casos es una donación única. Eso significa que más o menos 20 mil dólares es lo máximo que destina a un proyecto de beneficencia la Fundación del BPPR. A manera de referencia sepa que una familia de 4 miembros con ingresos de 20 mil dólares al año está bajo el nivel de pobreza.
El dinero donado tiene un impacto insignificante en la vida de los habitantes de la Isla, pero sirve como una forma de evadir contribuciones, ya que según el código de rentas internas si una corporación tiene al año ingresos entre 275 mil dólares y el infinito, pagaría un 19% de estos a Hacienda en contribuciones. Si se dona el dinero no se paga nada. Si usted fuera un CEO de una empresa multimillonaria, usted donaría el millón de dólares porque sabe que se convierte indirectamente en una inversión en publicidad.
Pero tratemos de poner el asunto de la generosidad del BPPR todavía en un marco más serio. Imaginemos que este año, la suma que invierta el Banco en caridad alcance los 2 millones de dólares. Si el Banco Popular tiene 36 mil millones de dólares en activos cuando dona 2 millones de dólares al año está donado el 0.005 por ciento de su riqueza. Para que entienda el gesto claramente, déjeme primero decirle que el Banco invierte 9 millones de dólares al año en publicidad o casi cinco veces la cantidad que invierte en caridad. Pero para que lo entienda mejor todavía, si usted posee en activos un millón de dólares y quisiera donar de sus riquezas el mismo porcentaje que dona el Banco Popular a la caridad, bastaría con que done 50 dólares al año.
Sin embargo, en Puerto Rico más del 45 por ciento de la población está bajo el nivel de pobreza y esto significa que gana menos de 10 mil dólares al año. La mayor parte de la población no tiene activos porque no tiene propiedades. Así que la gente común para compararse con el Banco Popular en el acto de donar a la caridad tendrá que calcular su porcentaje de contribución desde el total de sus ingresos anuales. Si usted está justo en la línea que define el nivel de pobreza, para hacer un gesto equivalente al que hace el Banco Popular, tendría que donar medio peso al año.
El BPPR es un importante dueño de bonos, con influencia política como para planchar leyes. El Banco hace campaña para que se suban los impuestos y salvar sus bonos; y somete ley para que las cooperativas actúen como bancos y así poder sacarlas de la competencia. La empresa más grande de Puerto Rico, con su junta compuesta por parte importante de la gente más rica y poderosa de la Isla y que se ha constituido como un monopolio virtual en muchos renglones de la economía local, apenas nos tira las migajas de lo que devora y la mayoría estima que eso es un mérito que merece nuestra defensa porque la publicidad funciona.
NOTA ACLARATORIA: El grupo de coordinación editorial de 80grados hace constar que recibe fondos, una cantidad modesta, del Banco Popular (Popular Inc.) desde los inicios de la revista para el pago de distintas promociones, principalmente, el especial musical de Navidad. Esto es un auspicio que apreciamos y agradecemos.