Reforma: en la diversidad está el entendimiento
En el Informe titulado “Cambio de Rumbo para dar Pertinencia a la Educación Superior en el Siglo 21”, se utilizó la metáfora “Golpe de Timón” para caracterizar el escenario que los autores del Informe proponían como la acción necesaria para traer el Sistema de Educación Superior de Puerto Rico a la altura del Siglo 21. Un significativo número de los lectores del Informe aparentemente no supieron dar el significado correcto a esta metáfora de origen náutico.
El significado que el Comité le dio a este término, tuvo el propósito de dramatizar que el Sistema de Educación Superior se encuentra en un punto que precisa un cambio de rumbo en el sistema, porque de seguir el curso actual, llevará a Puerto Rico por mal camino, y de no efectuarse un “Golpe de Timón” hará que el Sistema zozobre. Lamentablemente, incluyendo a personas que han contribuido a 80grados.net, optaron por enfatizar solamente “El Golpe”, para sugerir que el cambio de dirección sería impuesto, nada más lejos de lo que el señor Gobernador propuso cuando abrió el Informe del Comité al escrutinio público de toda la comunidad puertorriqueña.
Recientemente, el liderato de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) en un artículo del “Puerto Rico Daily Sun” indicó que “el Informe es un ejemplo pobre de un documento académico, [porque el mismo trata de imponer la reforma por el gobierno], en violación de la autonomía universitaria” (traducción del inglés por el autor). El Gobernador fue claro con el Comité Asesor, y les indicó que él sólo había recibido el Informe, y que quería abrirlo al escrutinio público de la comunidad puertorriqueña, para darle la oportunidad a los distintos sectores de analizar, indicar los puntos en que estaban en acuerdo o desacuerdo con el mismo, y hacer recomendaciones. La intención del Gobernador es recibir otras propuestas de reforma alternas a la planteada por el Comité Asesor, antes de tomar la decisión de cómo proceder con el Informe. Es sorprendente ver como múltiples sectores de la comunidad universitaria del sector público han rechazado el Informe de plano sin haber hecho recomendaciones explicitas a un informe, que por estar atendiendo un problema sistémico complejo, tiene un alto grado de complejidad.
Los que mejor entendieron la solicitud del gobernador cuando éste abrió al escrutinio público el Informe del Comité fueron los estudiantes a través del Consejo General de Estudiantes (CGE). Como no estuvieron de acuerdo con la visión plasmada por el Informe del Gobernador, reaccionaron inteligentemente, proponiendo una Reforma alterna titulada: (Re)formando la Universidad de Puerto Rico. La visión que expone el documento del CGE es la del sistema organizativo y gerencial, basado en el Co-gobierno que prevalece en muchas universidades latinoamericanas. Mientras que el Informe del Comité aboga por fortalecer la organización y gerencia de la universidad en el molde de la universidad norteamericana, que está siendo emulada como el modelo a seguir por los países en franca vía de desarrollo.
Tanto la APPU como otras agrupaciones o sectores de la comunidad puertorriqueña, que están preocupados por la realidad actual del Sistema de Educación Superior de Puerto Rico, tienen la responsabilidad ciudadana de analizar el documento del Comité ponderadamente, y de creerlo necesario, someter documentos de reformas alternas al propuesto por el Comité. En esta forma, las distintas voces de la comunidad puertorriqueña, tendrán la oportunidad de expresarse, añadiendo diversidad al debate de una reforma que, un significativo número de personas entienden que es necesaria. Respetando la diversidad de opiniones, se enriquecerá la reforma que emerja. Rechazando el Informe del Comité de plano no es la forma de lograr una verdadera reforma del Sistema de Educación Superior de Puerto Rico.
De los jóvenes de la diáspora puertorriqueña que ha optado por hacer su carrera académica en las mejores universidades de los Estados Unidos Continentales surge una perspectiva única sobre el Informe desde el punto de vista de un investigador que hace su contribución al conocimiento humano desde la Universidad de Johns Hopkins, una de las grandes universidades de estudios graduados e investigación en el ámbito internacional. El Dr. Rafael Irizarry Quintero en su artículo en 80grados indica: “Estoy de acuerdo con el sentir general del informe: si la UPR desea tener un efecto positivo en el futuro del país, necesita de un «Golpe de Timón» . Especialmente debe cambiar su misión principal que hoy es una de enseñanza a la creación del conocimiento”. Más adelante en su artículo indica que “la UPR tiene muchos de los elementos necesarios para ser una gran universidad de investigación” y procede a enumerar el gran potencial no expresado que tiene la universidad para contribuir a elevar al país a su pleno desarrollo, propiciando una nueva sepa de talento y liderato para guiar al país en el Siglo 21, a la vez que hace grandes contribuciones al conocimiento humano y a mejorar la cultura, la tesitura social, y la competitividad del país en la era de la economía del conocimiento.
En otro artículo recientemente publicado en 80grados, el autor indicó que el Informe, y cito “se limitó a ponderar recomendaciones para la Universidad de Puerto Rico, su Ley y Reglamento” y más adelante indicó que “la realidad es que no existe un Sistema de Educación Superior en Puerto Rico”. El autor de este artículo está errado en ambas instancias. Una lectura ponderada y profunda del complejo informe, que tiene más de 300 páginas de documentos suplementarios, deja claro que “El Golpe de Timón” que el Comité recomienda incluye tanto al sector público (mayormente la UPR) como a las universidades privadas de Puerto Rico. En cuanto a la no existencia de un Sistema de Educación Superior en Puerto Rico, referimos al lector a la publicación de la UNESCO que se encuentra entre las referencias del Informe del Comité y que se titula: “La Educación Superior en Puerto Rico” del 2004, que tiene entre sus autores al Dr. Waldemiro Vélez. El Informe deja constancia inequívoca de que existe un Sistema de Educación Superior en Puerto Rico que es complejo y multisectorial con una matrícula total de 250,000 estudiantes, de los cuales, la Universidad de Puerto Rico como sistema, es tan sólo una cuarta parte.
Cualquier documento de reforma que sólo se limite a la Universidad de Puerto Rico tendrá por fuerza que ser etnocéntrico. Una reforma circunscrita a la Universidad de Puerto Rico hubiera sido pertinente en el momento que se creó la Ley de la Universidad de Puerto Rico en el 1966. En aquel entonces, el Sistema de Educación de Puerto Rico y la Universidad de Puerto Rico eran una y la misma cosa. Hoy en día la Universidad de Puerto Rico tiene que reformarse en el contexto amplio de un Sistema de Educación Superior gigantesco y multisectorial.
El Comité entendió que era importante estudiar esfuerzos previos de reforma, por eso incluyó entre sus referencias primarias el Informe de la Transformación de la Educación Superior de Puerto Rico, ordenado por la R. del S. 44 sometido por la Hon. Margarita Ostolaza Bey del año 2001. El autor de este artículo, por ser un fiel defensor de la diversidad de ideas como fuente de la creatividad, se unió al Comité de la Dra. Ostolaza para contribuir a un estudio profundo de la reforma. Su participación en el estudio se refleja en múltiples referencias a su insumo en el mismo, en el período que fungía como Vicepresidente de Asuntos Académicos de la Universidad de Puerto Rico. De hecho, el autor coincidió con la mayoría de las recomendaciones hechas por ese informe, incluyendo asuntos: de financiamiento; necesidad de un riguroso proceso de avaluo y de rendir cuentas, tanto académicas como financieras; y la necesidad de la planificación estratégica para guiar el desarrollo de la UPR. Donde difirió con el Comité de la Dra. Ostolaza fue en las recomendaciones sobre el modelo de gobernanza que debería regir en la Universidad de Puerto Rico.
El autor recomienda a los lectores de este artículo que todos aquellos que tengan otra visión de cómo debe desarrollarse la universidad diferente a las del Comité del Gobernador, deben seguir a los estudiantes y proponer su propia reforma. De estas múltiples vertientes de reforma, en el crisol del debate constructivo y respetando la diversidad de ideas, debe resultar un consenso que saque la reforma de influencias político partidistas y/o de ideologías políticas que tanto daño le han hecho a nuestra universidad.
* El autor es miembro del Comité Asesor del Gobernador.