En este escenario, es esperanzador oír la claridad de las estudiantes. Esta experiencia permite albergar la esperanza de que las investiduras de las intervenciones totalitarias no sean exhaustivas.
En este escenario, es esperanzador oír la claridad de las estudiantes. Esta experiencia permite albergar la esperanza de que las investiduras de las intervenciones totalitarias no sean exhaustivas.
Una pregunta importante: ¿Cuántas mujeres en las 78 alcaldías habrán vivido experiencias de violencia sexual? Muchas personas saben y lo consideran normal.
na escena de dominación machista fue difundida el 24 de enero de 2017 desde el senado, en una vista durante la confirmación de la secretaria de educación, doctora Julia Keleher. El acto fue metafórico y parte de una espectacularidad programada. […]
En el horizonte, el peligro de una retractación intransigente trump-roselló de la educación sexual, la perspectiva de género y los derechos humanos.
Que una mañana de un día cualquiera me proponga y logre ser hombre, mujer o alguna combinación LGBTTQIA, según se me antoje. Pero no hay “autonomía” ni “libertad” que no esté condicionada a los avatares del proceso de subjetivación.
Pensemos en que el déficit de atención y lo hiperactivo son también metáforas que condensan las particularidades propias del tiempo neoliberal y salvaje que nos ha tocado vivir.
Puede ser que a quienes mercantilizan la educación pública se les transparente un rechazo masivo que les permita mirarse al espejo y contemplar la distorsión corporativa de su propia imagen.
La defensa de una escuela pública es la defensa del derecho a la educación. Pero subrepticiamente ese derecho puede convertirse en una utopía paralizada por el inicio de una ruta privatizadora.
La crisis es estructural y no se inicia en la escuela, más bien desemboca en ella como uno de sus desplazamientos.
Tal vez la a-dicción a las tecnologías del gerenciamiento del self, libros, terapias o sesiones de coaching, ayude a las personas a denegar las preguntas que nos acercan a lo abyecto, al horror, a la pulsión de muerte.
La única forma de aprobar un examen simplificador y de corte conductista sería asumirlo de manera afásica y olvidar que todo sistema humano es complejo, polisémico y cambiante.