Barrio Guilarte, Adjuntas
El Barrio Guilarte, el de yacimientos indígenas, de la leyenda de sed de oro de Coll y Toste, de las tierras adjuntas y el contrabando, y de los emigrantes corsos y la era dorada del café. El barrio que es parte y denomina el Bosque de Guilarte, una vez amenazado por la explotación del cobre y hoy Bosque del Pueblo. El Guilarte inmortalizado en la poesía de Don Juan Antonio Corretjer, musicalizada por Roy Brown.
Historia
Aunque cuenta con gran cantidad de yacimientos arqueológicos, la historia pre-europea de Adjuntas es aún muy borrosa. No se sabe con certeza qué cacique regentaba la zona. Se conoce del Cacique Guayaney al sur, en los territorios cercanos al Río Guayanés entre Ponce y Adjuntas; del Cacique Guarionex y otros caciques menores al norte en el actual Utuado; y del Cacique Urayoán, al oeste, el señor del Jagueca, cuyo nombre aún persiste en el barrio y río de Adjuntas.
Las primeras menciones de Adjuntas están vinculadas a Coamo. Su nombre alude a las “tierras adjuntas” de San Blas de Llescas, actual Coamo, el tercer poblado fundado en el país. El emergente poblado de Adjuntas dependió eclesiásticamente de Coamo en el Siglo 18.
En su viaje por la isla, Fray Iñigo Abbad y Lasierra (1772-1778) solo llega hasta Utuado, pero dice que más allá de la cima de la montaña “sólo cuidan de vacas y mulas que suelen pasar por tercera mano a los extranjeros por la costa sur, al igual que algunas maderas de tintes, resinas, la nuez de especie y otras provisiones…” Por su proximidad y por el vínculo tradicional entre Adjuntas y los municipios del sur, en especial con Ponce, el desarrollo inicial de Adjuntas está ligado a tierras de hatos ganaderos y al contrabando de sus productos.
En el Siglo 19 Adjuntas pasó a ser parte de Utuado. Contaba con apenas veinte familias, localizadas en o cerca del actual sector Canas del actual pueblo, al final de un precario camino de herradura que lo conectaba con Lares al este y con Utuado al norte. En 1815, a los vecinos les fue concedida autorización para constituir una nueva parroquia, debido a la gran distancia de la de Utuado. El gestor de esta autorización fue Don Diego Maldonado, y el donante de las tierras para la plaza, la iglesia y el centro del poblado fue Don Juan Jesús de La Torre, un terrateniente de origen canario.
Bajo la gobernación de Miguel de La Torre (1824) Adjuntas contaba con apenas 976 habitantes y era el cuarto pueblo menos poblado de la isla. En su descripción de Adjuntas (1831) Pedro Tomás de Córdova destacó su fertilidad, el temprano desarrollo del café como actividad agrícola y económica, la deseabilidad de mejorar sus vías de comunicación y la disponibilidad de tierras sin dueño. Calculó la población de Adjuntas en apenas 1,079 personas (1827). Aunque contaba con 105 propietarios, Córdova estimó que muchas tierras permanecían realengas (sin dueño) y propone que sean deslindadas para ser repartidas.
Córdova escribió que había cuatro barrios de Adjuntas, pero no incluyó sus nombres. Sí menciona al Río Guilarte. Otras fuentes señalan que en 1818 Adjuntas contaba con seis barrios: Capáez, Garzas, Juan González, Pellejas, Pueblo Abajo (zona urbana) y Saltillo. En 1825 se añadió el barrio Jagüeca (Yahuecas) y en 1845 los barrios de Portugués, Jayalse (Yayales), Limaní, Guayo, Guayabo Dulce, Tanamá y Guilarte.
La formalización de todos estos nuevos barrios está vinculada con un súbito crecimiento poblacional, vinculado a la llegada de emigrantes europeos, particularmente corsos, incentivados por la Real Cédula de Gracias. Estos inmigrantes fueron cruciales en el desarrollo, auge de la siembra y procesamiento del café. Gracias a la disponibilidad de terrenos realengos, a la fertilidad del terreno y la abundancia de aguas y árboles, Adjuntas emergió como punto intermedio entre Utuado y la costa sur.
En 1878, Manuel Úbeda y Delgado incluyó a Guilarte como uno de los 17 barrios de Adjuntas, cantidad constante hasta nuestros días. Guilarte contaba con 71 familias, en 6 casas y 75 bohíos. Era el segundo barrio con menos familias de Adjuntas (apenas 3.5%) el que contaba con menos casas, y el cuarto con menos bohíos. Sin embargo, tenía una escuela incompleta de varones, una de solo seis en Adjuntas. Úbeda destaca el gran auge del café en Adjuntas, con al menos 76 estancias de más de diez cuerdas de extensión.
Dos años más tarde, las crónicas destacan a Adjuntas como uno de solo dos pueblos planificados en Puerto Rico, posiblemente resultado de su acelerado crecimiento poblacional. Aparte del café, la vainilla cultivada en Adjuntas se consideraba de gran calidad, y la llamada “planta de curación de Adjuntas” se consideraba única en el mundo.
Adjuntas no está exento de las persecuciones, arrestos, intimidaciones y torturas del componte en el año terrible del 1887. Ya para 1872, la Guardia Civil había denunciado la existencia de una sociedad secreta separatista en Adjuntas. Los compontes no fueron olvidados. Justo después de la llegada de los estadounidenses, en Adjuntas se reportaron retaliaciones, venganzas, robos e incendios contra propiedades de peninsulares e incondicionales por parte de partidas sediciosas, conocidas como los “tiznados”.
El rápido crecimiento poblacional convirtió a Adjuntas (16,465 habitantes) en el undécimo municipio más poblado en 1883. Con un aumento de 174% en menos de 25 años, fue destacado como el pueblo de mayor crecimiento poblacional del País. Para entonces, el café se aproximaba a la azúcar como la exportación de mayor valor en Puerto Rico. En el 1894, bajo la gobernación del General Antonio Daban y Ramírez de Arellano, Adjuntas fue declarado Villa por Real Orden, un privilegio muy selecto y vinculado al aumento en prominencia y riqueza que la industria del café proporcionó a Adjuntas.
Para 1898, Adjuntas, con casi 20,000 habitantes, era uno de los once pueblos de mayor riqueza en Puerto Rico, según su capacidad o cupo contributivo y era el tercer pueblo con mayor número de cuerdas destinadas al cultivo del café. Múltiples haciendas de la época de oro del café en Adjuntas aún sobreviven. Entre las prominentes en el Barrio Guilarte se destacan las Haciendas Nuez, Esperanza o Pietri, Rosario y Vaquiñas. Los nombres de la Hacienda Nuez y Hacienda Pietri persisten en la toponimia de sectores del Barrio Guilarte.
En 1898, Guilarte consta como uno de los 17 barrios de Adjuntas en la reseña del estado del país que prepara Cayetano Coll y Toste a la llegada de los estadounidenses. Guilarte también es registrado en el primer censo efectuado por los estadounidenses en 1899, con una población de 1,019 habitantes. Guilarte es el tercer barrio menos poblado de los 15 barrios Adjuntas en dicho censo, con el 5% de la población (19,484) de Adjuntas. En este censo, los estadounidenses agregaron algunos barrios para crear unidades de mayor población, por lo que el total de barrios es de solo quince.
La llegada de los estadounidenses significó grandes cambios para Adjuntas al limitar su acceso a los valiosos mercados europeos de café. Con la caída del café bajo los estadounidenses, tanto la población de Adjuntas como la del Barrio Guilarte cayeron en picada y para el 1930 Guilarte había perdido una tercera parte de su población.
En 1935, 3,604 cuerdas de terreno fueron separadas por la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico como área forestal. Con esto se creó una reserva de protección y conservación de fauna, flora, suelos y agua. También se proporcionó un área para la recreación pasiva al aire libre, creándose el Bosque Estatal de Guilarte, que comprende parte del Barrio y de otras localidades de Adjuntas, Guayanilla, Yauco y Peñuelas. El bosque contiene una gran diversidad de árboles, estimada en al menos 228 especies y cuenta hoy con 4,255 cuerdas.
A pesar de esta gestión de conservación, en la década de 1980 las tierras de gran parte de Adjuntas, Utuado, Lares y del Bosque Guilarte fueron identificadas para explotación de cobre mediante el método de cielo abierto. La oposición a la degradación ecológica del litoral aglutinó muchos grupos, del cual emergió el Taller de Arte y Cultura de Adjuntas, hoy Casa Pueblo, logrando que se descartara la minería y que se estableciera el Bosque del Pueblo en parte de los antiguos terrenos designados para minería.
Casa Pueblo fue también instrumental en el diseño y aprobación de La Ley 14 (1999) para la unificación de los Bosques Estatales de Maricao, Susúa, Guánica, Toro Negro, Guilarte y Pueblo de Adjuntas, dirigida a crear dos corredores biológicos que unan dichos terrenos; y para la documentación y aprobación de un Plan de Conservación de Áreas Sensitivas para Adjuntas y municipios adyacentes que incluye un corredor biológico el cual une los bosques de Toro Negro, Tres Picachos, La Olimpia y Guilarte de Adjuntas.
Toponimia
Además de en Adjuntas, Guilarte es un topónimo en Arroyo, tanto de un sector como de la Punta y el Balneario de Guilarte. Es un antropónimo (nombre de persona) de origen vasco, tanto de España como de Francia. Se conoce de emigrantes de apellido Guilarte en Puerto Rico, Santo Domingo, Cuba y Venezuela. El apellido, también puede venir de Guillard, un antiguo derivado del apellido germánico Willgard, compuesto de palabras que significan valiente y fuerte, vinculado a la nobleza y posiblemente originario de Normandía.
Las crónicas registran varios colonizadores cuyos apellidos pueden estar vinculados con barrios del presente. Por ejemplo, el Barrio Guilarte pudo provenir de Juan Guilarte, quien junto a Amador de Laris (posible origen de Lares) y otros se beneficiaron de los repartimientos del gobernador Juan Cerón en 1509, como recompensa por dar apoyo militar a Ponce De León en las guerras indígenas. Juan Guilarte de Salazar aparece como regidor, dueño de un ingenio en el año 1600 y un propulsor de la siembra de trigo en Puerto Rico. Otros autores han vinculado el topónimo del barrio con Diego de Guilarte, cuya viuda aparece como dueña de dos hatos en la región de Caguas. Cualquiera que sea el origen, la abundancia del apellido fortalece el vínculo del barrio con un antropónimo.
El topónimo fue inmortalizado en una de las leyendas de Cayetano Coll y Toste, titulada El Grano de Oro. Según la leyenda, los sevillanos Antonio Orozco y Juan Guilarte emprendieron en 1530 la búsqueda de oro en la Cordillera Central. Al llegar a un hermoso paisaje, Guilarte creyó ver un trozo de oro en una hondonada. Tiraron unos dados suyos para decidir cuál de los dos sería su dueño. Orozco ganó, pero posteriormente murió al despeñarse por unas escaleras improvisadas. Antes de morir, pidió perdón a Guilarte, ya que los dados estaban cargados. Según Coll y Toste, una cumbre en la Cordillera Central, de nombre Guilarte, recuerda ese trágico suceso.
El poeta nacional Juan Antonio Corretjer, también inmortalizó la belleza de Guilarte en su poema Diana de Guilarte, posteriormente musicalizado por Roy Brown:
Aquí! ¡Qué luz tan extraña!/Quien hace luz es un dios./Y ese Pico vuelve dos/la luz madre en la montaña./Doble juego, doble hazaña,/proximidad, lejanía,/plástica luz, luz poesía,/prima materia del arte:/ya la Silla de Guilarte/está levantando el día.
El sol se sienta en la Silla/deshojando un girasol,/haciendo toda arrebol/toda la tierra amarilla.
Flor de majagua sencilla,/de canario sideral,/conspiración natural/del color con la alegría./¡Ya está levantando el día/su Guilarte general!
Ese levante de flamas,/ese motín de fulgores,/la insurrección de colores,/cielo y tierra envuelto en llamas./Monte que grita, en sus ramas/filos de luces reparte:/Fue aquí que el rayo de Marte/
estrenó el machete un día./Y en medio la gritería/nació la aurora en Guilarte.
Demografía
El Barrio Guilarte está localizado al oeste del centro urbano de Adjuntas. Colinda con Guayanilla (Barrios Pasto y Jagua Pasto) y con tres otros barrios de Adjuntas: Limaní (oeste) Yayales (norte) y Garzas (este).
Con 6.99 millas², Guilarte es el segundo barrio de mayor extensión de Adjuntas, sólo superado por el Barrio Saltillo y corresponde al 10.5% del territorio total de Adjuntas. En el Censo del 2010, Guilarte reportó 1,176 habitantes, o el 6% de la población de Adjuntas (19,483) y una densidad poblacional de 168 personas por milla². En el 2010, Guilarte fue el octavo barrio más poblado de Adjuntas. Entre el 2010 y la actualización censal de 2017 (970 habitantes) Guilarte perdió un 17.5% de su población, reflejo no sólo de la general reducción poblacional del País, sino del más agudo despoblamiento de nuestras áreas rurales montañosas. Hoy, Guilarte cuenta con menos población que la que se reportó en el censo del 1899.
El Barrio Guilarte está ubicado en plena Cordillera Central en una región sumamente montañosa. Su elevación principal es el Monte Guilarte, también conocido como el Monte del Guaraguao, el mayor pico de Adjuntas y el séptimo más alto de Puerto Rico con 3,963 pies de altura. En el Barrio también se encuentra el Cerro Vaquiña (3,364 p.) que ocupa el puesto número 17 entre las mayores elevaciones del país.
El Barrio le da su nombre al Bosque Estatal de Guilarte, que se divide en siete segmentos y comprende más de 4,900 cuerdas a lo largo de los municipios de Adjuntas, Guayanilla, Yauco y Peñuelas. En el Barrio nace y discurre el Río Guilarte, tributario del Río Blanco, que a su vez tributa al Río Grande de Añasco; y el Río Portugués, que discurre hacia el sur por más de 17 millas hasta desembocar en el mar Caribe.
Nota: Los interesados en la historia del Barrio Guilarte pueden ver una cápsula visual en video desarrolladas para Sistema TV y la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=jtHPos-WxWA. También disponible a través del Public Broadcasting System (PBS).
Bibliografía Mínima:
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Rafael J. Mirabal Linares (Adjuntas, mi pueblo, 1992)
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