Lo más importante es que verán dos actuaciones de gran calidad y sensibilidad en una película hermosa.
Lo más importante es que verán dos actuaciones de gran calidad y sensibilidad en una película hermosa.
Lo que sí logra el filme es establecer que el director maneja muy bien las escenas de acción y que Di Caprio y Hardy son dos de los mejores actores del cinema actual.
El magnífico guión nos mantiene alerta a la atmósfera de la época y tiene mucha gracia y profundidad. Quienes no conocieron esa era se darán cuenta de lo difícil que fue para muchos.
Con un guión escrito por Emma Donoghue basado en su propio libro la película es un estudio sobre el aislamiento y la soledad impuesta que muestra la esclavitud de dos personas como metáfora de todas las esclavitudes que nos rodean.
Al mismo tiempo nos hace reír con su violencia extrema e inesperada, como si hubiera inventado a Guiñol y en vez de un garrote como arma tuviera un serrucho de cadena.
La trama gira sobre la desaparición de Luke Skywalker (Mark Hamill), el último de los Jedi, a quien hay que hallar para que se una a la rebelión contra el Orden.
En “The Big Short” tenemos no solo una gran película sino una representación fidedigna de que en el mundo del dinero nadie es caritativo ni lleva sombrero blanco.
La experiencia que debe de ser sentirse atrapado en un cuerpo que no corresponde a cómo uno se siente es el tema de esta película basada en una novela de David Ebershoff que cuenta la pseudobiografía de Lili Elbe.
En esta ocasión el autor nos reseña dos filmes en los que la «búsqueda» es el motivo impulsor de la historia.
Trata de un momento antes de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos en que George W. Bush se enfrentaba a John Kerry durante el cual una pieza investigativa de “60 Minutes” fue motivo de gran controversia.
Cuando la vean se darán cuenta que la pelea final del filme nos dice que a veces debemos dejar que los golpes nos eduquen.
El filme, escrito por Josh Singer y Tom McCarthy, y dirigido por este último, es un homenaje al buen periodismo y la responsabilidad pública que tienen los medios noticiosos.
El filme es agradable. Como ya he dicho, Bullock y Thornton cargan la película en sus hombros. Están ayudados por un elenco secundario atractivo y convincente.
Los nuevos aspectos de Bond no habrían sido tan notables sin Daniel Craig, quien se acerca a Connery como el mejor actor entre todos los Bond.
Nos hace reír y, por lo menos a mí, a veces me hizo arresmillar. El cuento es sobre Adam Jones (Bradley Cooper), un chef que por su comportamiento ha perdido su restaurante en Paris.
El filme nos adentra bastante en el cerebro de este individuo genial que revolucionó el mundo de las comunicaciones y, por lo tanto, el mundo en que vivimos.
La película es entretenida y hace pensar. Sin embargo, como ocurre demasiadas veces, el director no logra esconder su debilidad: el sentimentalismo innecesario e incomprensible.
Con este trabajo Damon se une a una lista impresionante de actuaciones masculinas de este año. No me extrañaría que esté en las listas de actores candidatos a premios a principios del próximo año.
Con la cinta Dennis Villeneuve se convierte en un director de primera y Benicio del Toro confirma que es uno de los grandes actores del cinema mundial y, junto a José Ferrer, el mas grande que ha dado la Isla.
Tobey Maguire se ha adentrado en la piel de Fischer y va de ser un jovencito talentoso y bastante ingenuo a ser un adulto paranoico que tiene alucinaciones auditivas y brotes de avaricia y narcisismo.
Lo curioso de la actuación es que el usualmente apacible Depp saca una mano de la pantalla y agarra al espectador por la garganta. Es, posiblemente, la mejor y más importante actuación de su carrera.