De gratitud
Conocí a Ivonne María Marcial el primer día que reunió al claustro de la Escuela de Artes Plásticas (EAP) hace más de tres años. Antes de entrar al anfiteatro fue acercándose a los profesores que allí estuvimos para escucharla. Luego del retiro de Marimar Benítez, y el interinato de la rectora a quien ella asignó, vimos muchos en la nueva rectora, en Ivonne, un signo de esperanza y yo lo renovaba cada vez que la escuchaba y/o conversaba con ella. Sé de otros profesores que también lo hacían.
Luego de esa primera reunión de claustro, algunos profesores -no pocos- intercambiamos comentarios de aprobación y contentura pues la llegada de Ivonne a la Rectoría fue equivalente a dejar atrás el interinato que asignó la saliente rectora para acogerse al retiro después de muchos años en esa posición. Se cerraba una época e iniciaba otro tramo con la llegada, no de una historiadora del arte sino de una arquitecta y fotógrafa, una profesional conocida por muchos en distintas disciplinas; con bríos y deseos de construir y reconstruir.
Escribir aquí de Ivonne María Marcial es para mí uno de esos trazos de gratitud que procede ofrecerlos y compartirlos pues quizás algunos no conocen, y si conocen no validan y enaltecen el pensamiento y acción de una rectora en cuanto a uno de los asuntos más álgidos, y silente, en la EAP: la situación laboral de los profesores por contrato, un por ciento alto, muy alto en la EAP. Y es aquí en este asunto que pude calibrar, sin duda alguna, el compromiso de Ivonne con un sector numeroso de la comunidad universitaria.
Comencé a forjar la idea de una unión en el 2012, que coincidió con el primer artículo que al respecto escribí en mi nuevo blog barandilla y banderilla: se llamó » La espantosa complicidad»; se lo indiqué a Ivonne y se manifestó cónsona con el reclamo de justicia laboral -y de derechos humanos- que allí, y en otros artículos planteé. Desde ese octubre del 2012 hasta que renuncié en el 2014 a la presidencia de la unión bona fide -que llamamos Unión de Profesores de la Escuela de Artes Plásticas(UPEAP)- Ivonne y yo mantuvimos francas conversaciones.
Comenzaron las reuniones con Ivonne, y poco a poco ambas partes hicimos de este proyecto uno común y necesario. El cambio de la Junta de Directores permitió una discusión en ese foro de nuestra situación laboral y se comenzó el pensamiento de ofrecer un plan médico a los profesores por contrato, así como el aumento de plazas, dos de los reclamos que le presentamos al Comité Ejecutivo de la EAP, presidido por Ivonne, en lo que llamamos el Primer Diálogo. Desde el principio contamos con el apoyo activo y solidario del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT), mientras continuamos fortaleciendo las bases fundacionales de la UPEAP: nombre, logo, reglamento, etc.; se tuvieron que enmendar nuestros contratos que establecían que no teníamos derecho a desempleo; comenzaron a darnos cinco pagos en lugar de cuatro, como antes por muchos años, para no quedarnos descubiertos más de dos meses. Logramos algunas cosas pero me parece que el mayor logro vino cuando nos certificamos en el Departamento del Trabajo como una unión bona fide y le tocó a la Rectora reconocernos o no.
Nos reconoció, lo que equivalía en la práctica a que nos descontaran la cuota de nuestro cheque y, sobre todo, que se sentara la presencia de la UPEAP en la universidad. Esta acción de Ivonne María Marcial es, según los propios líderes sindicales de varias uniones, una acción de solidaridad firme y de compromiso sin vaivenes.
Además, es pertinente recordar que cuando el Gobernador ordenó que los jefes de agencia honraran el 50% del los acuerdos de los convenios colectivos, Ivonne María Marcial fue la única que honró el 100% del convenio de los unionados de la EAP con la Unión General de Trabajadores (UGT).
Estas decisiones de Ivonne en el ámbito del bienestar laboral de los trabajadores, profesores y no profesores, así como la acreditación de la Middle States, la radicación del proyecto de autonomía, las alianzas con la UPR y con el Conservatorio de Música, los cursos interdisciplinarios, el aumento de la matrícula, entre otros, me obligan con gusto a darle las gracias a Ivonne María Marcial, cuyo Informe de logros lo puede leer el lector en la Biblioteca Francisco Oller de la EAP.
Aunque hace unos meses renuncié a la presidencia de la EAP, ha sido este escrito un deber de gratitud a una rectora que le dijo sí a una unión bona fide de profesores y que honró el 100% del acuerdo del convenio colectivo a empleados no docentes unionados con la UGT.
Le corresponde ahora, me parece, a la Junta de Directores de la universidad trabajar para el bienestar de la EAP, incluyendo la justicia laboral de los profesores por contrato; nosotros «desde abajo» esperamos que continúen con la proba acción de Ivonne de defender que se nos otorgue, al menos, un plan médico. Y le corresponde a quien sea rector o rectora continuar el camino ya trazado, incluyendo la justicia laboral a los profesores por contrato.
¡Gracias, Ivonne!