Goya y Dalí en el Museo de San Juan
Este portafolio, además de su excepcional estado de conservación, es fruto del esmero de Don Federico Fernández Diez, custodio y director de la rica herencia cultural de la Fundación Universitaria Iberoamericana, Funiber, cuyos cimientos se erigieron en la Barcelona del lejano 1997. La Fundación ha otorgado el honor de presentar tan preciada colección al público puertorriqueño y a los miles de forasteros que transitan las calles de San Juan.
Hace 224 años, en el año 1799, Francisco de Goya daba a luz un portafolio de «caprichos», término que él mismo escogió. Estas obras son una ventana hacia un mundo gráfico que no busca halagar al espectador, sino, más bien, arremeter con mordacidad contra los vicios y defectos de la sociedad de su época. Por su parte, Salvador Dalí, quien profesaba una profunda veneración por Goya, decidía, hace medio siglo, en 1973, iniciar un diálogo formal con las estampas del maestro. Esto permitiría una mayor difusión de estas grandes obras, que hasta entonces habían permanecido en la penumbra del desconocimiento y el olvido. Salvador Dalí, utilizando técnicas gráficas como el aguafuerte, la aguatinta y el heliograbado, aportó una interpretación surrealista y colorida a la ya magistral visión gráfica de Francisco de Goya.
Es un honor inigualable para el Museo de San Juan albergar una exposición de esta envergadura durante dos meses, enriqueciendo así la oferta turística y cultural de la ciudad, y permitiendo a un público diverso acceder a esta importante colección de incalculable valor artístico.
Luis Moisés Pérez, el director del Museo de San Juan, municipio de San Juan, expresó con entusiasmo: «Disfrutar de esta exhibición es un auténtico deleite, un viaje para la mente más que para los ojos. Les insto a tomarse su tiempo al contemplar cada obra y estar atentos a los mensajes que estos dos genios del arte han preservado hasta nuestros días».
Esta exposición ha sido posible gracias a la colaboración incansable de la Fundación Universitaria Iberoamericana, la Universidad Internacional Iberoamericana en Puerto Rico y el Consulado General de España en Puerto Rico. Un esfuerzo conjunto que ha traído consigo un banquete visual para los amantes del arte y la cultura.