Humanos, demasiado humanos
La antología Puerto Rico y los derechos humanos: Una intersección plural (2012), con edición e introducción de Javier Colón Morera e Idsa E. Alegría Ortega, y prólogo de Palmira Ríos, recoge 16 ensayos diversos que examinan nuestra sociedad a través del lente de los derechos humanos.
La detallada introducción al tomo define los derechos humanos como “innatos e inherentes a la persona; universales, inalienables e intransferibles, acumulativos y no prescriptibles, inviolables, obligatorios, cuyo ejercicio los asume como indivisibles, interdependientes, complementarios y no jerárquicos”. Esta antología multidisciplinaria asedia los retos que enfrentan en Puerto Rico los derechos humanos, cuyo pleno disfrute garantizaría la dignidad de la persona. Para beneficio del lector, explico brevemente de qué trata cada ensayo en el contexto de ciertos temas amplios.
Intolerancia religiosa y/o moralista: Según el teólogo Luis Rivera Pagán la intolerancia religiosa y la influencia que grupos religiosos ejercen a la hora de promulgar leyes modeladas sobre una moralidad cristiana particular pueden excluir del manto de la ley a comunidades enteras —por ejemplo, la comunidad LGBTT. Esta misma comunidad, según Osvaldo Burgos, es privada de ciertos derechos —en especial del régimen de la sociedad legal de gananciales— accesibles al resto de la población. Esther Vicente y Patricia Otón estudian los derechos reproductivos de la mujer, tan criticados desde la intolerancia moralista, y señalan que, al responsabilizar a la mujer por su fecundidad, se libera al hombre de responsabilidad sobre estos asuntos. Esta misma misoginia crea una enorme disparidad entre la población femenina real y el por ciento efectivo de participación de la mujer en la gestión pública, según Alegría Ortega.
Acceso deficiente a la información: Colón Morera explora la participación democrática ciudadana en el proceso decisional en un medio aquejado por la falta de transparencia del gobierno. Esta falta de transparencia debilita el derecho a la libre expresión que, para Carlos Ramos González, necesita del libre acceso a la información. Según Carmen Concepción, la desinformación afecta la repartición equitativa de los costos sociales y culturales del desarrollo económico entre toda la población, y debilita la protección ambiental. José Sánchez Lugo explora la “brecha digital” desde la circulación de información, al preguntarse si el mero acceso a la red constituye un uso efectivo del ciberespacio.
Pobreza. Según Dagmar Guardiola, los sectores pobres son vulnerables al delito y a la violencia por su acceso inadecuado a la justicia. César Rey Hernández devela un ángulo siniestro de la pobreza: el tráfico de niños, y nos urge a combatirlo. La estereotipificación del inmigrante pobre es, para Ruth Nina-Estrella, base de un maltrato que dificulta implantar políticas públicas efectivas. Leonidas Santos y Vargas examina, desde el ángulo bioético, cómo las economías de escala han empobrecido servicios esenciales para la salud humana y ambiental, y han provocado la experimentación indebida con sujetos humanos en comunidades pobres. Para Ana María García Blanco, la carencia de una educación pública de calidad y pertinencia coarta a los pobres de obtener mejores oportunidades vitales.
Discrimen laboral. Carlos Santiago Rivera examina las nuevas leyes que han creado desigualdad laboral al eliminar derechos ya adquiridos. El discrimen en el empleo por ideas políticas, prohibido por nuestra Constitución, es examinado por Yolanda Cordero Nieves al catar cómo los despidos inconstitucionales debidos a cambios de gobierno desestabilizan las agencias públicas afectando a toda la población.
Crítica. Madeline Román propone la crítica de la crítica, y plantea la pregunta difícil: ¿puede un régimen legal para vehicular los derechos humanos superar la tensión aparentemente inescapable entre el Estado y los sujetos de la ley?
La gravedad de las situaciones discutidas va de la mano con abundantes recomendaciones sensatas en pro de una mejor sociedad. Usando un lenguaje tan profesional como ameno y accesible al lector promedio, se replantean asuntos que, en general, son de todos conocidos. Así, esta antología comienza a trazar el mapa de nuestros problemas sociales más urgentes desde una nueva óptica que vale la pena conocer.
*del blog de la autora Bodegón con teclado