La dificultad de recordar en el Caribe
La operación urgente de la memoria en Granada
The Grenada Revolution in the Caribbean Present de Shalini Puri (Universidad de Pittsburgh)explora la pregunta de la memoria utilizando la Revolución de Granada, que tuvo lugar entre el 13 de marzo de 1979 y octubre del 1983. La revolución de Granada comenzó como un movimiento de izquierda que derrocó el gobierno autoritario y represivo de Sir Eric Gairy. Maurice Bishop era un primer ministro muy popular, y durante los primeros tres años de la revolución el país experimentó mejoras significativas en salud, nutrición, y empleo. Las medidas económicas incluyeron alianzas con el sector privado y con la burguesía local. Para 1981 el People’s Revolutionary Government (PRG) pospuso las elecciones, y empezaba a desgastarse el apoyo con que contara el movimiento revolucionario. El PRG empezó a demostrar divisiones internas que se manifestaron como tensiones entre Maurice Bishop, el primer ministro, y Bernard Coard, el vice primer ministro, que llegaron a un punto crítico. La propuesta para resolver la crisis fue crear un gobierno compartido, donde el Partido sostendría el poder definitivo, y en el cual Maurice Bishop gobernaría el país junto con Bernard Coard. Bishop rechazó la propuesta de liderato compartido que le hiciera el comité central de su partido. A raíz de este rechazo, Bishop fue puesto bajo arresto domiciliario.
El 19 de octubre de 1983 Bishop fue liberado de su arresto en una manifestación de cerca de mil personas, quienes marcharon desde la residencia de Bishop hasta el Fuerte Rupert, donde ubicaba la sede de las fuerzas militares. Se desconoce quién disparó primero contra dos militares, pero tras este evento, Bishop, junto con 7 miembros de su partido, así como 8 personas más fueron ejecutados en el Fuerte Rupert. Fue en ese momento que Estados Unidos intervino para acabar con una revolución con la que no habían estado de acuerdo desde el principio, mediante un operativo llamado “Operation Fury” que tuvo lugar el 25 de octubre de 1983. Diecisiete personas fueron acusadas de conspirar para asesinar a Bishop y a sus acompañantes. El proceso judicial empezó en 1984 y terminó en el 2007. En el 2006 se publicó el informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación. En el año 2008 Nadia Bishop, la hija de Maurice Bishop, perdonó incondicionalmente a los asesinos de su padre por medio de una transmisión radial, con el fin de ayudar al país a recuperarse de estos eventos traumáticos. Los cuerpos de Bishop y de las demás personas ejecutadas nunca aparecieron, ni recibieron sepultura.
Shalini Puri nota que la revolución de Granada se ha estudiado mucho menos que la revolución haitiana y la revolución cubana. Sin embargo, la revolución de Granada es importante por varias razones:
Many claims can be made for the significance of the Grenada Revolution: It was the first socialist-oriented revolution in the Anglophone Caribbean; the assassination of Maurice Bishop was the first assassination of a head of state in the Anglophone Caribbean; it was the first time the United States invaded the Anglophone Caribbean. (5)
En su estudio, Puri se interesa más en el problema que enfrenta la memoria cuando se trata de rememorar eventos traumáticos que culminan en una masacre con la cual es difícil hacer las pases. Según la autora, la revolución sigue siendo un evento reciente, porque hay legados legales y culturales que perviven hasta hoy. El evento tiene también resonancias regionales, y es por lo tanto una revolución caribeña que tiene lugar en una de las antillas menores y que necesita urgentemente analizarse. Sin embargo, Granada no tiene un archivo nacional, y hasta la fecha los eventos de la revolución no se estudian como parte del currículo de las escuelas públicas del país.
The Grenada Revolution se escribió para estudiar el silencio que ha rodeado los eventos de esta revolución. En particular, Puri se preocupa por la falta de estudios articulados desde las Humanidades, y su libro busca remediar esta carencia. Una de las maneras en que Puri trata de subsanar las lagunas en el estudio de la revolución en Granada es creando su propio archivo de textos en los que se remememoran los eventos del 1979 al 1983. Su archivo combina historias orales, entrevistas a polític@s, poetas, pintores, calypsonians, a prisioneros involucrados en los eventos estudiados, el uso de fotografías tomadas por la autora y el estudio de textos literarios, representaciones visuales y canciones del archivo de calipso que fue destruido. El libro también incluye datos derivados de la lectura de unos 35,000 documentos internos del Partido, y hasta el análisis de ventas de memorabilia de la revolución en Ebay.
El segundo gesto importante del estudio de Puri es el uso de investigaciones conducidas por científicos sociales, así como la propuesta de un trabajo de campo en las Humanidades que se vuelve necesario cuando el archivo histórico y artístico es tan fragmentario. El estudio de Puri propone una colaboración entre las metodologías de investigación y el modo en que se producen los saberes en las Ciencias Sociales y las Humanidades, advirtiendo la falta de una verdadera colaboración interdisciplinaria en los estudios caribeños. Tanto en el libro, como en su artículo “Finding the Field”, Puri reflexiona sobre cómo el trabajo de campo puede y debe enriquecer el modelo todavía demasiado textual de los estudios históricos y culturales.
El tercer punto importante del estudio de Puri es el tipo de intervención que propone en lo que se conoce en Estados Unidos como “Memory Studies”. Las preguntas que la autora aborda son evidentemente diferentes a las que animan muchos de los debates más visibles en este campo:
I am particularly interested in such questions as: What are the differences between choreographed and unbidden memory? What genres and forms have been mobilized to hold or withhold the memory of the Revolution, and why? What particular consolations and erasures are offered by different genres—for example, epic, tragedy, romance, testimonio, confessionals, prison narratives, satire, family drama, human interest stories, rumor? (13)
Entre los gestos más innovadores se encuentra el cuestionamiento de la prevalencia de los estudios sobre el holocausto y la postmemoria, para enfocarse en estudios del recuerdo que se concentran específicamente en el trauma colonial y postcolonial en el Caribe:
Indeed, for many, the trauma lay in the destruction of something that they loved.
I have not found in most Trauma Studies accounts ways to understand the particular experience of betrayal grappled with by Grenadians who had invested their hopes in the revolutionary state. (23)
En estos estudios sobre el recuerdo resultan más importantes temas como las memorias localizadas en cuerpos y lugares específicos. El libro se detiene por ejemplo en el estudio de lugares donde la revolución se rememora como ejercicio cotidiano. Según Puri el silencio discursivo sobre la revolución coexiste problemáticamente con la persistente visibilidad de restos de la revolución en la isla. Interesantemente, Puri señala que en Granada no hay tantos monumentos, sino residuos de la historia. En ese contexto, la memoria de la revolución está sumergida, y emerge en ocasiones por medio de episodios volcánicos. Estos recuerdos explosivos ocupan un lugar muy diferente al de las memorias coreografiadas y conmemoradas por los monumentos. En ese contexto, la isla misma se convierte en un archivo que se puede estudiar. La tierra, con sus geografías emocionales, ocupa el lugar de los textos silenciados o inexistentes sobre la terrible experiencia de una revolución que culminó en un evento impensable.
Otro de los aspectos que hacen más interesante este proyecto de Shalini Puri es la combinación de medios de diseminación del estudio. Además del libro, los artículos académicos y las conferencias sobre el tema, Puri ha confeccionado una página web en la cual se incluyen imágenes y sonidos relacionados con la revolución en Granada. En la página titulada “Operation Urgent Memory” recordar la revolución es revisitar canciones, imágenes y voces vinculadas con un pasado conocido de maneras muy distintas entre las diferentes generaciones. Una sección interesante de esa página se titula “The Story Continues…” y en ella la autora incluye un blog en el que documenta las muchas maneras en que la revolución se recuerda y se olvida.
La última entrada en este blog al momento de escribir esta columna se titula “Pearls, Again” y detalla el diálogo que Puri sostuvo con un niño cuando visitó los aviones estadounidenses abandonados en 1983 en el viejo aeropuerto localizado en Pearls. El intercambio es interesante porque muestra la diferencia generacional que complica el ejercicio de la memoria. El niño no sabe nada sobre los aviones o la revolución de Granada, y cuando Puri le cuenta un poco sobre el contexto de la revolución, la respuesta del niño es preguntarle qué pasó con la gente que estuvo en esos aviones. Esta conversación ilustra cómo las memorias episódicas y volcánicas a las que se refiere Puri en su trabajo están al mismo tiempo intervenidas por el ruido que añade la diferencia generacional en la percepción e interpretación de lo que Pierre Nora denominó “lugares de la memoria”. Esta escena resuena en particular con la reflexión que propone Hugo Achugar en “El lugar de la memoria, a propósito de monumentos (motivos y paréntesis)”:
Para decirlo de un modo más simple y directo: el último problema surgió cuando me di cuenta de que no se trataba solamente de que el poder de la academia del Primer Mundo —o, como prefiero llamarlo, del “Commonwealth teórico”— terminara por borrar toda memoria o toda agenda político-teórica que no fuera vigente en el entorno de sus universidades, sino que también era más que posible que los jóvenes, incluso los más jóvenes de los más jóvenes, podían llegar a elaborar un lugar de memoria totalmente ajeno al que creía estar describiendo y a eliminar de la memoria algo o mucho de lo que había parecido fundamental para mi generación. (195-196)
En la página web y el blog “Operation Urgent Memory” el recuerdo de la revolución y el archivo para memorializarla se combinan con las nuevas negaciones, silencios y vacíos que rodean un evento que cada vez está más distante en la memoria para nuevas generaciones que crecen sin aprender siquiera los incidentes más simples de este evento con repercusiones regionales.
Las caminatas de la memoria en Guadalupe
El segundo caso que me interesa comentar se incluye en el artículo “The Past is Made by Walking” (2011) de Yarimar Bonilla (Rutgers—New Brunswick). Una versión revisada y expandida de este artículo aparecerá en su libro Non Sovereign Futures, que Chicago University Press está por publicar, y en el que Bonilla estudia el desarrollo de un movimiento obrero “postcolonial” en las Antillas Francesas.
Me interesa comentar específicamente el estudio que Bonilla propone de las “caminatas de la memoria”. En su trabajo la autora analiza cómo estas caminatas “generate this feeling of historical intimacy, and why this form of historical and archival production becomes salient to the work of labor activism in Guadeloupe” (314). Bonilla vincula las caminatas de la memoria con toda una tradición de marchas políticas en India, en Estados Unidos y Argentina, pero al mismo tiempo destaca cómo en el caso particular de Guadalupe, estas caminatas de la memoria ocupan el espacio de un archivo textual ausente.
Uno de los modos en que se establece este vínculo entre archivo inexistente y memoria es el trabajo intelectual que hace Raymond Gama, un maestro de Historia de escuela secundaria, que dirige las caminatas de la memoria. Para Gama, en Guadalupe existe un problema específico que surge del contexto supuestamente postcolonial del país. En ese contexto, el archivo histórico está abocado a negar doblemente a los sujetos de la historia colonial:
In addition, we have a colonial problem, a problem of alienation, and so we need to question everything that is assumed in order to find ourselves among those facts. We are confronted with a particular duty: to find ourselves within the culture of the other. How can you find yourself in documents that have not bothered to archive you, that have actually sought to eliminate you? How do you find yourself there? (Bonilla citando a Gama, 318).
Bonilla recurre a Pierre Nora para teorizar los “lugares del olvido” de los departamentos de ultramar, o las neocolonias que se asimilaron a Francia y que cotidianamente celebran la historia nacional francesa a expensas de la historia local.
Las caminatas de la memoria se recorren en lugares donde no existen monumentos oficiales, o en lugares donde ocurren los eventos impensables o silenciados de la historia (Trouillot). La contracara del monumento estatal son los paisajes que contienen el devenir de la historia no archivada. En el caso específico del estudio de Bonilla, el evento es la caminata de la memoria que conmemora las rebeliones antiesclavistas en Guadalupe. Un aspecto interesante de estas caminatas es que el énfasis no es la recuperación precisa del dato histórico, sino la recreación del pasado para cimentar la formación de un sentido de identidad en el presente (323). En este contexto la relación entre sujeto, paisaje e historia se transforma radicalmente:
For Adeline the memory walks led to a new awareness of the natural environment
as an important element of history. Nature no longer constituted a backdrop for
mindless activity, or a mere repertoire of signs. Instead, it was transformed into an
agent and ally of social action. Rivers, trees, and other parts of the natural landscape were recast as integral elements in the unfolding of history by providing shelter, refuge, and nourishment. (326)
En estas caminatas, las zonas donde ubicaban las plantaciones y cultivos de caña dejan de ser lugares de opresión y esclavitud para convertirse en espacios de resistencia, fuerza y sustento. La vegetación también permite identificar dónde se establecieron comunidades cimarronas, los ríos permiten recordar formas olvidadas de organización social. El sujeto camina y recuerda, revive y reinventa, y al final de la caminata el individuo se siente parte del paisaje, y de la historia, que ha revisitado espacial, corporal, emocional y mentalmente: “These practices impart historical fluency by generating an intimate knowledge of the past: participants emerge not just with knowledge about the past (savoir), but with an intimate relation to the past (connaissance). It is this intimate connection, which instills a sense of political continuity” (332). La historia se rehace en la caminata, y el caminar revive el recuerdo, revelando otros modos de organizar archivos para recuperar un pasado que resignifica el presente y el futuro. En este caso Bonilla analiza los vínculos entre la lucha laboral en Guadalupe y la recreación del pasado histórico de esclavitud y cimarronería en la isla. Al mismo tiempo, en su trabajo Bonilla propone el caminar como un elemento de protesta política y de acción colectiva, que plantea a su vez otra relación con la memoria histórica en la que cuerpo y performance se vinculan de una forma única al ejercicio mismo del recuerdo.
Visualidad y recuerdo
El tercer caso que me interesa comentar brevemente apareció hace poco en el blog de Ana Dopico (New York University). Este blog toma como punto de partida una serie de fotos de Fidel que aparecieron publicadas en Granma a raíz de su reunión con “los cinco héroes cubanos” o “the Cuban five” a principios de marzo de 2015. La reflexión de Dopico considera una serie de coordenadas aparentemente incongruentes. Por una parte, con estas fotos, reaparece Fidel en el discurso visual público tras un período extenso de invisibilidad que alimentó los rumores ya usuales sobre su muerte. Por otra parte, el regreso de Fidel al espacio público no es ya como Comandante en jefe de la Revolución cubana, sino como un sujeto doméstico y aparentemente domesticado al orden de la casa de familia cubana que incluye hasta una esposa por muchos años escondida o ignorada.
La mirada de Dopico se detiene en el espacio de la sala familiar, en los intercambios familiares con la esposa, Dalia Soto del Valle. Además de la familiaridad de los intercambios que tienen lugar en esas fotos, a Dopico le llama la atención el cambio en vestimenta de Fidel, quien ya no luce el uniforme militar verde oliva que lo caracterizara por tantos años. Al comandante en jefe lo sustituye ahora un señor mayor en ropa casual.
De acuerdo con Dopico, este espacio doméstico, que convierte al antes patriarca en “abuelito”, erosiona memorias del Fidel autoritario que antes se consideraron indelebles:
As Raul inaugurated a regime of the brother, Fidel went from patriarch to abuelito, offering an uncanny supplement that erodes and displaces the old image archive of his authority. We are seeing images of the retirement of a mode of power. The public pictures of Fidel conform to those venerable readings of the King’s Two Bodies: Fidel as a body of authority and sovereignty in a political theology, and Fidel as a real living being, one who was dying but could not die, one who recovered, and must linger. Even in extreme ill health or sitting quietly at home, Fidel’s image still has power and value for the state. The uses of these images in official communication might lie, most cynically, in relegating Fidel’s waning life to a world of tchotchkes, sculptures, souvenirs. Open House, with Fidel as part of the taxidermy of the revolution’s bourgeois sitting room.
Interesa particularmente la última sección del ensayo de Dopico, dedicada a las manos de Fidel y donde ésta confiesa enfrentar un desafío: “When Fidel’s hands seem like your father’s hands: what is the political meaning of such an image? How does one care for an uncanny exhaustion?”
En estas fotos domésticas Dopico percibe la fragilidad y mortalidad irrevocable de Fidel, y en sus manos la autora encuentra la visualidad de las madres y los padres, de los abuelos, que desplaza la imagen monumental de Fidel como héroe o villano nacional. Confiesa Dopico que esas manos le recuerdan a su padre, y con ello surge un cortocircuito del recuerdo en donde pasado y presente colisionan. Las imágenes del pasado, poderosas, todavía no analizadas ni procesadas del todo, empiezan a ceder paso a una visualidad nueva en la que Fidel se convierte en un sujeto más vulnerable al paso del tiempo, al cansancio de la historia, un sujeto que puede invocar empatías completamente difíciles y contradictorias.
Es en este contexto que Dopico se pregunta por los nuevos modos de autoridad en Cuba que depara el futuro… pero a mí me interesa detenerme en la manera en que esta reflexión revela la vulnerabilidad de la memoria con el paso del tiempo… la inevitabilidad de la identificación con la vulnerabilidad de la muerte. Dopico nos propone en este ensayo una dimensión de la dificultad de recordar que es diferente a los dos casos que he comentado antes. En el caso de la Revolución cubana, que se ha visualizado y memorializado tanto y de tantas maneras diferentes, Dopico encuentra una dimensión del cuidado que oblitera, contradice o remplaza un discurso visual que hasta recientemente parecía inmóvil e indestructible.
Esta reflexión de Dopico no acontece en el vacío. El evento precipitante de estas últimas fotos es el reciente acuerdo entre Estados Unidos y Cuba, que podría asimismo cambiar el tipo de relación que ha existido entre ambos países en los últimos 50 años. El bloqueo no ha terminado, pero las relaciones con Cuba empiezan a transformarse rápidamente, y con ello, según Achy Obejas, tendrá que re-evolucionar el imaginario de los cubanos en la isla y en el exilio:
But how will we Cubans adjust to being just another immigrant group, to surrendering our special status, to having no special claim other than ourselves? How will Cubans adjust to having a normal immigration quota, to having to justify moving to the U.S. for practical and personal reasons? How will being immigrants in every sense realign our relationships with other U.S. Latinos, and with other Americans?
Redefining U.S.-Cuban relations means giving up exile, every last speck of it. It means redefining who we are.
La meditación de Dopico parece enlazar bien con la conversación propuesta por Obejas, pero en este caso refiriéndose a cómo el cruce de las imágenes familiares y domésticas puede echar abajo, de manera inesperada, todo un discurso visual ampliamente sostenido y orquestado por el régimen en la isla y el exilio cubano en Estados Unidos.
Clausura
Los tres casos que acabo de comentar ilustran una serie de interrogantes sobre las dificultades de la memoria en el contexto caribeño. En los tres casos —la revolución de Granada, las caminatas históricas en Guadalupe y la revolución cubana— la memoria de los hechos está intervenida por una amplia gama de fenómenos. En algunos casos el recuerdo se complica por la falta de archivos históricos estables, y en otros, la memoria está interrumpida por la diáspora de un sector significativo de quienes presenciaron los eventos estudiados. En el Caribe en particular el tema de las revoluciones plantea interrogantes específicas. Por una parte hay revoluciones menores con implicaciones regionales grandes que están todavía por estudiarse (como es el caso de Granada). En otros casos hay revoluciones que han creado sus archivos, su visualidad institucional, y las memorias oficiales posibles (como la Revolución cubana)… pero el recuerdo se complica por desplazamientos, generaciones, y eventos que desatan imaginarios inesperados. Por último, el caso de las caminatas históricas de Guadalupe nos invita a pensar en la memoria encarnada y sus consecuencias.
En los tres casos, lo que se documenta o silencia en los archivos históricos regresa por medio de memorias volcánicas, caminatas, o visualidades en donde colisionan lo oficial y lo íntimo. En los tres ejemplos la ausencia en el archivo genera también una intervención metodológica que cuestiona los modos en que abordamos disciplinariamente el problema de la historia y del recuerdo en el Caribe. Esta invitación a otras formas de imaginar el trabajo de investigación que hacemos curiosamente acerca los estudios literarios, etnográficos y visuales en el análisis del residuo que se niega al análisis que separa las Humanidades de las Ciencias Sociales, la teoría de la práctica, el ejercicio racional de la experiencia íntima y corporal con eventos que se consideran históricos. En los tres casos la imaginación ocupa un lugar especial para estimular el ejercicio de la memoria. Ninguna de estas tres intervenciones propone que recordar sea un ejercicio fácil, cómodo, o lógico. En las tres, el recuerdo es un pretexto rico y polisémico del que se nutren estas investigadoras para teorizar la vulnerable potencialidad de la memoria en esta zona colonial, neocolonial, postcolonial y soberana del Caribe insular.
Referencias
Achugar, Hugo. “El lugar de la memoria, a propósito de monumentos (motivos y paréntesis.” Monumentos, memoriales y marcas territoriales. Eds. E. Jelin & V. Langland. Madrid: Siglo XXI, 2002. 191-219.
Bonilla, Yarimar. Non Sovereign Futures. Illinois: The University of Chicago Press, 2015.
—. “The Past is Made by Walking: Labor Activism and Historical Production in Guadeloupe.” Cultural Anthropology 26.3 (2011): 313–339.
Dopico, Ana. “Family Portraits with Fidel.” (2015).
Glissant, Édouard. Tratado del Todo-Mundo. Trad. María Teresa Gallego Urrutia. Barcelona: El Cobre Ediciones, 2006.
Nora, Pierre. “Between Memory and History: Les Lieux de Mémoire.” Representations 26 (Spring 1989): 7-24.
Obejas, Achy. “What Does Our Relationship with Cuba means for Cuban Americans?”
Puri, Shalini. “Finding the Field: Notes on Caribbean Cultural Criticism, Area Studies,
and the Forms of Engagement.” Small Axe 17.2 (2013): 58–73.
Puri, Shalini. Operation Urgent Memory. The Grenada Revolution in the Caribbean Present.
Puri, Shalini. The Grenada Revolution in the Caribbean Present. Operation Urgent Memory. New York: Palgrave 2014.
Trouillot, Michel Rolph. Silencing the Past: Power and the Production of History. Boston: Beacon Press, 1995.