Un cambio de época en el Recinto de Río Piedras
Los desafíos de la educación superior pública, han sido aún mayores ante la crisis fiscal y económica que se ha experimentado a nivel global. En su informe de 2011 el Centro Universitario de Desarrollo (CINDA)1 alude a algunos de estos desafíos:
- limitaciones al acceso a la educación superior como consecuencia de desequilibrios básicos de equidad en la sociedad y de un crecimiento económico limitado
- necesidad de expandir la capacidad para desarrollar conocimiento que permita innovar e incrementar productividad en todos los ámbitos de la sociedad
- contribuir a la reflexividad crítica de la sociedad mientras aporta a la solución de los problemas de la gobernabilidad democrática
Conozco al Recinto porque fui estudiante, soy madre de una egresada, soy docente y actualmente dirijo la Facultad de Ciencias Sociales. Conozco al Recinto porque enseño, investigo, colaboro con colegas del Caribe y América Latina hace décadas y me he mantenido vinculada con comunidades geográficas, funcionales y con organizaciones comunitarias. De este trabajo como académica y administradora, de mi trabajo con los sectores más diversos dentro y fuera del Recinto es que surgen mis propuestas.
El cambio de época que propongo se fundamenta en los siguientes principios: la educación como bien común; la Universidad del Estado como el centro docente de excelencia, la autonomía universitaria; el compromiso social con el País para que pueda beneficiarse del conocimiento que produce la Universidad; la producción del conocimiento a través de la investigación y la actividad creativa; el reconocimiento de la necesidad de ampliar las fuentes de financiamiento para cumplir cabalmente la misión y metas del Recinto; y la adopción de un modelo de administración abierta y de avanzada que fomente la transparencia, la participación activa de la comunidad universitaria y la rendición de cuentas.
Propongo atender fundamentalmente cinco áreas: estudiantil, académica, administrativa, internacionalización y relaciones con la comunidad. El Recinto debe garantizar el acceso de personas con recursos económicos limitados con las destrezas y credenciales académicas para estudiar en nuestra Universidad. Por su parte, el Estado debe siempre reconocer que los fondos que se asignan a la Universidad de Puerto Rico constituyen la inversión social del país para desarrollar el capital humano que necesita.
Estudiantes
La aspiración, a partir del paradigma de la educación como bien común es que la educación sea gratuita a todos los niveles. Si bien el logro de esta meta debe estimular nuestros esfuerzos, reconozco que la presente situación fiscal y económica que atraviesa el país, no la hace alcanzable en un futuro cercano. Ante esta realidad, considero que la educación en la UPR debe ofrecerse a costos razonables. El criterio de razonabilidad se debe definir a partir de la capacidad financiera familiar y/o individual del estudiantado.
Se hace necesario y urgente un programa abarcador y ambicioso de reclutamiento de estudiantes locales e internacionales. Específicamente propongo:
- Desarrollar un plan sistemático de promoción y de visitas a las escuelas superiores públicas y privadas alrededor del país, así como desarrollar un plan para atraer estudiantes graduados.
- Desarrollar un programa de estudiantes embajadores que visitarán sus escuelas de origen para llevar el mensaje de los altos niveles de excelencia de nuestro Recinto y de la gran variedad de nuestros programas académicos a todos los candidatos a estudiar en nuestra institución.
- Usar las redes sociales para diversificar los mensajes sobre el Recinto y alcanzar poblaciones diversas
- Establecer acuerdos de colaboración con organizaciones del tercer sector que ofrecen servicios educativos a adolescentes pre-universitarios.
El Recinto de Río Piedras debe reafirmar el lugar prestigioso que ocupó en América Latina como centro de estudios de excelencia y lograr ese mismo espacio en otras regiones como Europa, de manera que pueda atraer un mayor número de estudiantes internacionales. La modalidad que mayor libertad nos ofrece para aumentar nuestra matrícula internacional es la educación a distancia. Uno de los pilares de mi gestión será lograr que el Recinto de Río Piedras ocupe un sitial de liderazgo en la educación a distancia y que de esa manera expandamos dramáticamente el alcance de nuestra institución a través del mundo.
De igual forma, es fundamental mejorar los servicios al estudiantado; particularmente urge que reciban los fondos de asistencia económica tan pronto inicia el semestre. Una de las estrategias más efectivas que podemos implementar para mejorar los servicios que ofrecemos a nuestros estudiantes, tanto presenciales como a distancia, es simplificar y colocar en línea todos los procesos para que puedan realizarse a cualquier hora y desde cualquier lugar usando la tecnología que tengan disponible. Con estas tecnologías podremos simplificar los procesos de matrícula, la expedición de transcripciones de crédito, la expedición de los permisos de estacionamiento y la asesoría académica, entre otros.
Debo recalcar que nuestra principal obligación para con ese estudiantado que nos ha elegido para completar su
formación académica y profesional es la de mantener y continuar expandiendo programas académicos atractivos y de excelencia. En tiempos de estrechez económica esto exige la más efectiva utilización de los recursos, las alianzas y las colaboraciones entre Recintos del sistema y dentro del propio Recinto de Rio Piedras.
Mi relación con el estudiantado desde los diversos roles que he desempeñado siempre ha sido positiva y respetuosa, aún cuando hemos tenido diferencias de criterios, como es de esperar que haya en interacciones de todo tipo. Nuestro Recinto ha vivido diversos momentos en los que las diferencias de criterio entre las partes han llevado a profundos conflictos. A partir de lo que ha sido mi propia experiencia en este Recinto, como estudiante, docente y decana, y de lo vivido en épocas recientes en nuestro Recinto tengo un serio compromiso con mantener una comunicación constante y abierta con el estudiantado. La comunicación que persigo es la dirigida a propiciar espacios de confianza y colaboración. Ciertamente confío en que en un escenario de apertura, diálogo continuo y transparencia las situaciones conflictivas serán mínimas.
En esta dirección propongo:
- celebrar reuniones regulares con los representantes de las organizaciones estudiantiles
- auspiciar una reunión anual de todas las organizaciones estudiantiles activas en cada Facultad que facilite el diálogo y la planificación conjunta
- promover la incorporación de los representantes estudiantiles en los planes de reclutamiento de potenciales estudiantes
- facilitar los proyectos académicos de las organizaciones estudiantiles mientras se estimula también la autogestión y el liderazgo de los miembros de esas organizaciones.
- Crear y mantener un espacio cultural enriquecedor que permita la expresión artística en todas sus manifestaciones y que amplíe la oferta co-curricular existente. En coordinación con las organizaciones y grupos estudiantiles, la Oficina de Actividades Culturales del Recinto y las Facultades, diseñaremos un atractivo y enriquecedor programa cultural para todo el año académico. En la Facultad de Ciencias Sociales desarrollamos una agenda cultural que ha sido descrita por el estudiantado como una vía importante para promover un sentido de comunidad (además del fortalecimiento de las asociaciones estudiantiles). Con la reciente inauguración del Centro de Estudiantes se facilitará el desarrollo de esa agenda.
Asuntos académicos
Feito, (2006), destaca con fuerza que la creatividad, elemento central en los procesos de enseñanza y aprendizaje, no es una disciplina o asignatura que pueda ser explicada en el salón de clases. La creación, además de libertad, requiere reflexión y ésta requiere tiempo, lo cual debe llevar a las Universidades a prestar más atención al fomento de la creatividad en el estudiantado mediante la innovación en los contenidos curriculares y en los métodos de concebir la formación. A partir de las revisiones curriculares y respondiendo a los planes de desarrollo de las Facultades propongo:
- reclutar docentes para aquellos programas que han perdido un número significativo de su plantilla y que mantienen una matrícula significativa. En tiempos de estrechez económica debemos al menos reclutar anualmente 25% de la facultad que se retire. Este debe ser el mínimo razonable porque, no contar con los recursos necesarios compromete seriamente el futuro de la universidad, no solo su acreditación sino su capacidad para contribuir a solucionar los problemas del país
- subrayar nuestro compromiso con el reclutamiento de docentes a tiempo completo que puedan disfrutar de los beneficios de una plaza regular, como un salario justo y plan médico, además de la estabilidad laboral
- ampliar y potenciar nombramientos conjuntos e intercambios facultativos. Podemos, además, incorporar a docentes con nombramiento de investigador a enseñar cursos en programas académicos. Hay que estudiar y evaluar las barreras que existen actualmente para optimizar los recursos docentes que tenemos.
Los programas existentes deberán fortalecerse procurando maximizar la oferta académica posible y deseable. El cupo no puede ser el único criterio para mantener cursos, sobre todo en el caso de cursos graduados. También es necesario identificar y reconocer aquellos ofrecimientos que han perdido la pertinencia o el interés para las aspiraciones académicas del estudiantado y las necesidades del país. En estas instancias los mismos deben asumirse como retos, que en última instancia nos motiven a crear nuevos ofrecimientos que capturen el interés del estudiantado y de la sociedad.
La creación de cursos y programas en línea o híbridos se coloca como uno de los imperativos de las revisiones curriculares futuras. Cada vez es más urgente que nuestro Recinto se inserte en la ruta de la educación a distancia. Proponemos:
- identificar aquellos programas con mayor demanda y posibilidad de éxito como oferta a distancia del Recinto en América Latina y en los Estados Unidos.
- asignar los recursos necesarios para la producción de cursos de alto calibre y para mantener las plataformas de educación en línea que el Recinto ya adquirió y que actualmente se están subutilizando, a pesar de los esfuerzos recientemente realizados para que así fuera.
- lanzar estos programas con estrategias concertadas para lograr que estudiantes a distancia tengan acceso a recursos bibliotecarios y de apoyo académico comparables a los de estudiantes presenciales. La educación a distancia abre muchas puertas para que el Recinto aumente su población estudiantil significativamente y desarrolle innovadores proyectos de investigación multicultural y multinacional. Estoy segura de que la educación a distancia podría duplicar nuestro estudiantado en pocos años, extendiendo el alcance y renombre educativo e investigativo de nuestro Recinto a nivel global.
La actualización de los contenidos curriculares deberá promover la movilidad estudiantil y de facultad (i.e. intercambios entre Facultades, entre Recintos del sistema UPR, y con programas internacionales con los que la UPR tiene acuerdos, entre otros) y fortalecer la investigación y producción de conocimiento. La movilidad habrá de facilitarse en la medida en la que los currículos reconozcan y posibiliten contenidos similares a los de otras instituciones prestigiosas y de excelencia, mientras mantiene el reconocimiento a las particularidades de nuestra sociedad.
Debemos expandir las posibilidades de desarrollar programas en colaboración con otros recintos del sistema. Sirva de ejemplo el programa en colaboración de la EGTS con el Recinto de Humacao, donde estudiantes que asistirán a sus cursos en el programa de TS de Humacao, son estudiantes matriculados en el recinto de Rio Piedras, con todos los beneficios y responsabilidades de los mismos. Esfuerzos similares se exploran con el Recinto de Mayagüez. Esto permite a estudiantes con dificultades de transportación acceder a sus estudios y completar su carrera.
El fortalecimiento de la investigación a través de incentivos, de la creación de comunidades de aprendizaje en la que la investigación incorpore no solo a investigadores como tarea solitaria e individual, sino a estudiantes de todos los niveles y otros miembros de la Facultad, no es una meta nueva ni original. Comparto la misma con colegas que la han enunciado antes. Se hace necesario ahora identificar recursos y estrategias para que se convierta en una prioridad del Recinto.
En esa dirección propongo:
- atender también el asunto de si se justifica la separación de los asuntos académicos graduados de los subgraduados tal y como está al presente. La posibilidad de devolver los asuntos graduados al Decanato de Asuntos Académicos y de convertir al DEGI en un Decanato de Investigación debe ser evaluada y aquilatada por nuestra comunidad para asegurar la administración más efectiva de los asuntos graduados y de la investigación.
- desarrollar un mapa de conocimiento del Recinto para documentar la existencia de nuestras áreas de investigación para que puedan ser fortalecidas y acumular producción en nichos particulares que nos ayuden a obtener becas de investigación de fuentes locales, norteamericanas e internacionales.
- el Decanato Auxiliar de Fondos Externos (DAFE) pondrá sus recursos a disposición de las Facultades que lo interesen y promoverá un crecimiento significativo en la búsqueda y manejo de recursos externos.
Los Institutos y Centros de Investigación de las Facultades deben ampliar la colaboración e intercambio entre sus investigadores/as. Estas unidades se enriquecerían con la realización de proyectos transdisciplinarios de investigación, compartiendo recursos y realizando actividades en conjunto, entre otros. Los Institutos y Centros de Investigación deben conectarse también con otros centros de investigación dentro y fuera del país con el mismo objetivo: propiciar la colaboración, intercambio y diseminación de la producción intelectual del personal docente.
La agenda cultural del Recinto debe potenciarse, fortalecerse y mantenerse. Nuestro Recinto puede y debe ser el mayor centro de actividad cultural del país. En esta área mi propuesta es la siguiente:
- Acoger y promover la política cultural del Recinto tal y como fue aprobada por la Certificación 78 del 2007-2008 y en la que se establece que “la actividad artística y el quehacer cultural en general son integrales a la formación y la vida universitaria”.
- Continuar apoyando, además de ampliar y diversificar las producciones teatrales, artísticas y musicales sobre todo aquellas que incorporan a docentes y estudiantes
- Apoyar, continuar y ampliar el programa de actividades que desarrolla el Museo de Historia, Arte y Antropología del Recinto
- En colaboración principalmente con la Facultad de Humanidades, pero con la incorporación y colaboración de todas, lograr un Recinto vivo que invite tanto a la comunidad universitaria como a la comunidad en general a participar en la vida cultural que permanentemente se desarrolle en el Recinto. En esta dirección impulsaré actividades continuas los fines de semana y durante la noche, tanto en el Teatro como en bibliotecas, salas de teatro y talleres. Nuevamente, mi propuesta acoge la Certificación 78 de 2007-2008 en la que se establece que “la oferta cultural debe ser accesible y asequible para toda la comunidad universitaria, independientemente de sus recursos económicos”.
- Apoyar la celebración de encuentros de artistas e intelectuales locales e internacionales.
Un mecanismo probado, para el desarrollo del empresarismo universitario, a la vez que contribuye a lograr la misión de servicio de la Universidad, es el Plan de práctica Intramural. Los proyectos realizados bajo este plan ofrecen varias ventajas, entre ellas, el establecimiento de lazos formales entre la universidad y otros organismos gubernamentales, empresariales y no-gubernamentales para prestar servicios de consultoría, desarrollar estudios especializados y colaborar en proyectos de alta complejidad. Al tiempo que docentes del Recinto se benefician de las oportunidades que esto presenta, también se abren espacios para que estudiantes puedan participar en experiencias de trabajo únicas. Si a ello se añade que la universidad recibe una porción de los ingresos que generan estos planes, a la vez que ofrece servicios a un costo muy razonable, es indudable que es un instrumento que puede ser de gran valor para todas las partes involucradas en estos tiempos de estrechez. Propongo incentivar los proyectos de Práctica Intramural por docentes del Recinto.
El Recinto, como comunidad académica debe propiciar una mayor diseminación de la producción académica de sus docentes y estudiantes. Algunas acciones que propongo en esa dirección son:
- incentivar la publicación en revistas arbitradas e indexadas, tanto híbridas como totalmente en línea
- mantener un portal colaborativo actualizado y dinámico
- incentivar las presentaciones de libros, revistas y trabajos en el Recinto, con la proyección necesaria a los medios de comunicación del país.
- propiciar el desarrollo de actividades como las Jornadas de Investigación que se celebran en muchas universidades de América Latina.
- incentivar la revistas electrónicas de las Facultades y Escuelas desde la plataforma de acceso libre.
- desarrollar un servicio de asesoría para publicación académica en el Sistema de Bibliotecas y en las bibliotecas especializadas del Recinto para apoyar la gestión de publicación de los miembros de la facultad
Asuntos administrativos
Al igual que el personal docente, el personal no docente requiere de capacitación y oportunidades de desarrollo profesional. Es necesario que cada uno de nuestros empleados no docentes que ingresa al Recinto tenga la certeza de una carrera digna y enriquecedora. Éste debe tener la confianza que si aporta su motivación, calidad de trabajo y compromiso, el Recinto aportará oportunidades de crecimiento profesional. Para atender estas necesidades propongo el rediseño de la Oficina de Recursos Humanos, de modo que pueda incorporar a su gestión todas aquellas funciones que sean necesarias para la administración efectiva de los recursos humanos del Recinto. Esta es una propuesta a ser discutida ampliamente con la Hermandad de Empleados Exentos No-Docentes.
En medio de la crisis fiscal que enfrentamos nos vemos precisados a adoptar sistemas para manejo electrónico de documentos y otro contenido digital y flujos de trabajo computarizados para alcanzar altos niveles de eficiencia y de economía. El pasado año el Recinto adquirió las licencias de software necesarias para realizar esta transformación y sin embargo hasta el presente la DTAA no ha implementado estos nuevos sistemas. Una de mis prioridades será la rápida adopción de las Tecnologías de Información y Comunicaciones que contribuyan a mejorar nuestra gestión digital y reducir costos operacionales. La meta es que todas las comunicaciones oficiales se hagan por vía electrónica reduciendo a su mínima expresión los gastos en impresión. También crearé un grupo de trabajo entre las unidades para revisar todos los reglamentos y manuales de procesos del Recinto para atemperarlos a los tiempos, eliminando los requisitos de trámites manuales e implementando procesos computarizados a la vez que mantenemos altos niveles de transparencia y de manejo ético de la información.
Por muchos años nuestro Recinto ha enfrentado problemas de infraestructura, algunos de los cuales han sido resueltos, pero resulta impostergable atender otros problemas que han venido arrastrándose por años. Mis propuestas prioritarias son:
- Establecimiento de un nuevo sistema de comunicaciones unificadas por IP para proveer teléfonos y acceso a tecnologías de colaboración en las oficinas de docentes y personal administrativo.
- Discutir y considerar con los sectores concernidos la deseabilidad de que el personal de mantenimiento esté adscrito a las Facultades o Escuelas. Esta alternativa contribuiría a desarrollar un sentido de pertenencia, amplía la posibilidad de brindar y facilitar adiestramientos y a incorporar a ese personal en los planes de desarrollo y capacitación. Recomendaré la evaluación, junto con los sectores pertinentes del proyecto piloto que se implantó en la Escuela de Derecho.
- El liderazgo del Sindicato de Trabajadores del Recinto ha subrayado la importancia de adiestrar, re-adiestrar y certificar en aquellas áreas en las que exista una certificación a su personal no solo para asegurar la movilidad ocupacional, sino que también como una medida de ahorro para el Recinto, que con frecuencia debe contratar personal exento al Recinto para realizar tareas para las que se exige una certificación. De hecho, consideraré prioritariamente el proyecto para la creación de un Instituto Vocacional Universitario que el Sindicato ha promovido por años.
- Atender prioritariamente la seguridad en los estacionamientos y otros espacios para que nuestro Recinto invite a estar y a convivir en él.
- La creación de más lugares de conversación e intercambio entre facultativo/as y estudiantes.
Internacionalización
La internacionalización no es una tarea opcional de la educación superior en un mundo globalizado. Tanto es así que en el comunicado final de la Conferencia Mundial Sobre la Educación Superior 2009 (Brunner, 2011) se establece, entre otros enunciados, que: “La cooperación internacional en materia de educación superior debe basarse en la solidaridad y el respeto mutuos y en la promoción de los valores del humanismo y el diálogo intercultural. Dicha cooperación debería fomentarse a pesar de la recesión económica”.
A partir de la experiencia internacional que desarrollé en mis diversos roles en el Proyecto Atlantea: Intercambio Académico UPR-Caribe y colaborando con UNICA, la asociación de universidades y centros de investigación del Caribe, comprendo y endoso estos principios y por eso es que afirmo que la internacionalización es un compromiso, no una opción.
A través de la videoconferencia, las plataformas de colaboración de escritorio y la educación en línea podemos desplazarnos virtualmente a cualquier parte del mundo y participar de forma continua en proyectos internacionales de investigación y difusión académica. Desde mi propia experiencia, un obstáculo que confrontamos quienes trabajamos con colegas y universidades de otros países es la demora con la que se tramitan los convenios en nuestra universidad. En mi gestión como Rectora me encargaré de agilizar la negociación y firma de esos convenios, facilitando los acuerdos macros que den lugar a convenios específicos sin tener que pasar por el mismo proceso burocrático una y otra vez. Además, procuraré que se establezcan más experiencias de internado e intercambios fuera de Puerto Rico e internados cortos de un semestre o veranos.
Relaciones con la comunidad
Sabemos de los esfuerzos y el trabajo de CAUCE con el Municipio de San Juan para atender asuntos como la deambulancia, la salud y la seguridad en Río Piedras. Las Facultades de Ciencias Sociales y de Administración de Empresas y las Escuelas de Arquitectura y Derecho participan también en esfuerzos similares. El Recinto no solo tiene que darle continuidad a estos esfuerzos sino que tiene que asegurarse, como se discutió hace poco en un foro organizado por CAUCE, que los trabajos se organizan desde un modelo transdisciplinario y colaborando con otros esfuerzos del Recinto de Ciencias Médicas y el Recinto de Mayagüez en esta dirección. Es necesario documentar y registrar el trabajo que realizamos en y con las comunidades para que se conozca la vinculación y el servicio que realizamos en éstas. No me cabe duda que tenemos que ser actores centrales y comprometidos con Río Piedras y San Juan.
Hay que fortalecer las alianzas con organizaciones no-gubernamentales, agencias del gobierno y comunidades. Estas alianzas harán posible el intercambio de saberes conduciendo al empoderamiento de los miembros de nuestras comunidades y a la implantación de políticas públicas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de nuestro País.
Las personas egresadas de nuestra institución—exalumnos y exalumnas son parte importante de la comunidad con la que debe relacionarse el Recinto. En la mayoría de las universidades son parte imprescindible de esa comunidad. La Asociación de Exalumnos y la oficina que organiza los trabajos con esa población deben fortalecerse. Tenemos dentro y fuera de Puerto Rico miles de exalumnos y exalumnas que sienten un inmenso orgullo de nuestro Recinto y tienen interés en contribuir de diversas formas al desarrollo de la institución. No debemos esperar a que estas personas acudan al Recinto a ofrecernos su colaboración. Tenemos que dedicar tiempo y esfuerzo en contactarles, propiciar la interacción y dejarles saber de qué formas puede articularse su apoyo. Tenemos exalumnos y exalumnas de gran competencia y prestigio que podrían enseñar cursos ad honorem en nuestro Recinto (de hecho tenemos Facultades y Escuelas en las que esto ya ocurre), enriqueciendo nuestro acervo y ofreciendo al estudiantado miradas diversas y frescas de su área de expertise. Está muy claro para mí que esta tarea requiere persistencia y creatividad. De esta manera es que propongo asumirla.
Estoy convencida que la administración efectiva del Recinto de Río Piedras requiere una administración que respete cada componente de la comunidad universitaria. Una administración basada en el diálogo, en la participación de los diversos sectores en la toma de decisiones y en la rendición de cuentas. Es en tiempos difíciles en los que se pone a prueba la voluntad de cambio y el compromiso con nuestra alma mater y con el País. He tomado la decisión de no ser una mera espectadora aceptando el reto de contribuir a un cambio de época en el Recinto de Río Piedras, que a su vez contribuya a la solución de los serios problemas que enfrenta Puerto Rico hoy.
- (Educación Superior en Iberoamérica, Universia – Informe 2011 [↩]