25 Principios para reducir los riesgos del cáncer
¿Tiene algún familiar, amigo(a) o conocido(a) que sufra de cáncer o haya muerto por esta enfermedad? Lamentablemente, pocas personas podríamos contestar con un «No» a esta pregunta. El cáncer es la segunda causa de muerte en Puerto Rico y Estados Unidos y se cree que pueda llegar a ocupar la primera posición. A pesar de los muchos adelantos en el tratamiento y la detección temprana, el diagnóstico de esta enfermedad sigue siendo uno grave y en muchos casos mortal.
Cuando se menciona la palabra «cáncer» usualmente se piensa que se está hablando de un enemigo frente al cual no se puede hacer nada. Y aunque existen elementos importantes, como el historial familiar y la edad, que no se pueden cambiar, muchos de los otros factores que aumentan el riesgo, como el estilo de vida y la alimentación, sí se pueden modificar para reducir las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Las investigaciones científicas demuestran que menos de un 10% de los distintos tipos de cánceres responden a razones hereditarias. Sobre el 90% de los distintos tumores se desarrollan por razones que las personas podemos controlar. La mayoría de los distintos tipos de cánceres surgen por: cancerígenos ambientales, exposición peligrosa al Sol, agentes infecciosos, uso de cigarrillos, ingesta de alcohol, grado elevado de estrés, obesidad, vida sedentaria y pobres hábitos de alimentación. Los expertos en cáncer y nutrición consideran que la buena alimentación juega un papel fundamental en la prevención del cáncer. Algunos científicos han expuesto, incluso, que una persona que tenga un estado de nutrición óptimo, no puede desarrollar cáncer ya que las insuficiencias nutricionales y la pobre alimentación es la base para el crecimiento de las células malignas. A continuación les presento las recomendaciones más importantes para ayudar a reducir los riesgos de esta enfermedad.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR EL CÁNCER
1. Aprenda a respirar
Inhale profundamente y exhale contando del 1-10. Practique estas respiraciones por un minuto y acostúmbrese a realizarlas varias veces al día. El oxígeno es el elemento más importante para mantener la salud y la vida. Las células malignas crecen en un ambiente anaeróbico (sin oxígeno). Por lo tanto, mientras más oxigenado esté su cuerpo, menos riesgos tendrá de crecimiento de células malignas.
2. Consuma mucha agua pura
El agua es el nutrimento más importante. Es indispensable para mantener todas las reacciones celulares y metabólicas en el cuerpo. El agua, además, ayuda a la eliminación de toxinas que pueden aumentar el riesgo de cáncer.No espere a tener sed para decidir tomar agua. Recuerde que cuando se activa el mecanismo de la sed ya pueden existir pequeños grados de deshidratación. Prefiera el agua a temperatura ambiente y acostúmbrese a tomar varias onzas cada hora a través del día. Para saber la cantidad de agua que necesita divida su peso en libras a la mitad y esa es la cantidad mínima de agua en onzas que necesita diariamente. Utilice algún método seguro y efectivo para purificar el agua.
3. Mantenga un peso saludable
La obesidad aumenta el riesgo, no solo de problemas cardiovasculares y diabetes, sino también de ciertos tipos de cánceres. Está comprobado que el exceso de peso aumenta en la mujer el riesgo de cáncer de mamas (particularmente en la etapa postmenopáusica), y de endometrio y de próstata en los varones. La obesidad también aumenta en ambos sexos el riesgo de cáncer de esófago, riñones y colon.
4. Consuma una dieta baja en grasas perjudiciales
Las dietas altas en grasas, particularmente las polidesaturadas y saturadas, se asocian a un crecimiento mayor de tumores. Fuentes de grasas polidesaturadas son: el aceite de maíz, las margarinas, los aderezos y la mayonesa. Fuentes de grasas saturadas son: la mantequilla, la manteca, la tocineta, la crema agria, el queso crema, la piel de las aves y la grasa de las carnes.Evite también las grasas trans o parcialmente hidrogenadas que se encuentran mayormente en las margarinas, galletitas, barras de cereales y alimentos procesados, ya que igualmente aumentan el riesgo de cáncer. Lea la etiqueta de los alimentos en la parte de los «ingredientes» para encontrar esta información.
5. Evite los alimentos fritos
Cuando las grasas se exponen a temperaturas elevadas se producen cambios químicos y se forman radicales libres (sustancias que aumentan el envejecimiento y los riesgos de cáncer y problemas cardiovasculares). Los aceites de oliva, canola y maíz, entre otros, no toleran las altas temperaturas. Se puede freír con aceite de semilla de uva (“Grape Seed Oil”), ya que este aceite tolera la temperatura elevada sin formar radicales libres. En alimentos como las papas fritas se produce la acrilamida, sustancia que está bajo investigación porque se cree puede aumentar el riesgo de cáncer.
6. Aumente el consumo de grasas saludables
Existen grasas saludables indispensables para el organismo como: el aceite de oliva y el aguacate. Estas grasas monoinsaturadas son excelentes fuentes de ácido graso oleico, un ácido graso esencial que puede ayudar a reducir los riesgos de cáncer. Se debe aumentar el consumo de otras grasas saludables como: el aceite de semillas de lino (fuente de Omega 3 que reduce la inflamación y el crecimiento de tumores) y semillas como las nueces y las almendras.
7. Incremente el consumo de vegetales y frutas
Los vegetales y las frutas son excelentes fuentes de fitonutrientes. Los fitonutrientes, también conocidos como fitoquímicos, son unas sustancias especiales (no son vitaminas o minerales) que, además de darle color y sabor a algunos alimentos, tienen unas propiedades muy potentes para mejorar el sistema inmunológico, prevenir el cáncer y otras enfermedades como las del corazón. Se han descubierto miles de fitonutrientes en los alimentos y la evidencia científica demuestra efectos protectores contra el cáncer en varias formas: acción antiinflamatoria, aumento en las células inmunológicas (los Natural killer), incremento en la apoptosis (muerte programada en la célula mutada), inhibición del Nuclear Factor- Kappa B, supresión de la angiogénesis (se detiene el crecimiento de vasos sanguíneos y por lo tanto se reducen las posibilidades del crecimiento de tumores y metástasis), etc. Algunos de los fitonutrientes más conocidos son: el licopeno (en el tomate) que ayuda a prevenir el cáncer de próstata, las criptoxantinas (en las espinacas y la papaya) que reducen el riesgo de cáncer de cérvix y vagina, y el sulforafano (en el brécol y el coliflor) que minimiza las posibilidades de cáncer en general. También se encuentra el limoneno (en las frutas cítricas) que ayuda en la prevención del cáncer de mamas, el ácido elágico (en las berries) que aumenta la muerte programada y la sinigrina (en los coles de bruselas) que detienen el crecimiento en las células pre-cancerígenas. Prefiera el consumo de las frutas y los vegetales orgánicos.
8. Reduzca el consumo de carnes rojas
El consumo de carne de res más de 2 veces en la semana aumenta los riesgos de cáncer de colon y próstata.Si no las quiere eliminar, entonces limite la cantidad y la frecuencia. Reduzca además el consumo en general de proteína animal incluyendo las aves (como el pavo y el pollo) y si las va a ingerir, prefiéralas orgánicas.
9. Prefiera el consumo de pescados
Los pescados son excelentes fuentes de proteína y son bajos en grasas y calorías. Los mejores son los que tienen una buena aportación de los ácidos grasos Omega-3 como el salmón, las sardinas, la caballa y otros. Evite los pescados de criaderos y prefiera los salvajes o «wild». Minimice el consumo de atún ya que aunque contiene Omega-3, está altamente contaminado con mercurio y este es neurotóxico.
10. Prefiera panes, arroces, cereales y pastas altos en fibra
Se sabe que la fibra ayuda a la eliminación de toxinas que aumentan el riesgo del cáncer a través de las heces fecales. La evidencia científica asocia el consumo de una dieta alta en fibra con una reducción de ciertos tipos de cánceres como el de colon y el de mamas. Compre estos alimentos integrales y preferiblemente orgánicos. Controle las porciones para evitar aumentar de peso. Incluya también frecuentemente granos como las habichuelas, los garbanzos y las lentejas, ya que son excelentes fuentes de fibra y de los fitonutrientes como los flavonoides y los saponinos. Estos fitonutrientes contienen propiedades anticancerígenas. Prefiera la compra de estos granos secos en vez de enlatados.
11. Elimine o reduzca el consumo de leche de vaca
En Estados Unidos está permitido utilizar la hormona Somatotropina Bovina para aumentar la producción de leche en las vacas. Se ha encontrado que esta hormona aumenta también la producción del factor IGF asociado a un aumento en el riesgo de cáncer. Existen en el mercado otros tipos de leche que pueden igualmente suplir el calcio en la dieta. Puede considerar el consumo de leche de soya (solo si es 100% orgánica o «NON GMO»), almendras, arroz o papa.
12. Elimine los refrescos carbonatados y reduzca los productos fuentes de azúcares refinadas
Los refrescos carbonatados son altamente perjudiciales a la salud, tanto por algunos de los ingredientes como por la cantidad de azúcar. Los refrescos contienen ácido fosfórico, ingrediente que se ha asociado a cáncer de pulmón en algunos estudios. Los refrescos, además, contienen grandes cantidades de azúcar (aproximadamente 10 cucharaditas por 12 onzas). El azúcar refinada se considera tóxica para el organismo y se asocia al sobrepeso, a un aumento en los procesos inflamatorios y al riesgo de varios tipos de cáncer como el de páncreas y mamas, según lo demuestran múltiples estudios. El azúcar además debilita el sistema inmunológico, incrementa el riesgo de insuficiencias nutricionales (para poder metabolizar las azúcares, el cuerpo utiliza muchas vitaminas que las azúcares no aportan), aumenta la acidez en la sangre y promueve el crecimiento de células malignas.
13. Reduzca los alimentos procesados, evite los productos ahumados y limite los alimentos a la barbacoa o al carbón
Muchos alimentos enlatados y procesados contienen preservativos a base de fosfatos, el glutamato monosódico (MSG) y otras sustancias asociadas al cáncer; como los nitritos, que reaccionan con otros componentes produciendo potentes cancerígenos llamados nitrosaminas. Para saber si un alimento contiene estas sustancias hay que leer la parte de la etiqueta de los “ingredientes”. Elimine también los embutidos como los hot dogs, que ya han demostrado aumentan el riesgo de cáncer. Evite igualmente los alimentos ahumados (jamones, chuletas, salmón y otros) que aumentan el riesgo de cáncer de estómago. De igual modo, cuando prepare las carnes a la barbacoa, evite el contacto directo del fuego con la grasa de las carnes debido a la formación de sustancias cancerígenas conocidas como «hidrocarbonos aromáticos policíclicos». Para reducir la formación de estas sustancias se deben marinar las carnes y cocinarlas a fuego moderado.
14. Haga uso diario de especias anticancerígenas
Muchas yerbas y especias que se utilizan en la confección de las comidas tienen propiedades anticancerígenas. Entre las que más han demostrado este efecto protector se encuentran: el ajo, la cebolla, el orégano, el tumeric o azafrán de la India (también se conoce como cúurcuma o polvo de curry), la albahaca y otros. Estas especias, no solo le añadirán sabor a sus comidas, sino que también van a ayudarle a prevenir el cáncer.
15. Consumo diario de té verde
Pocas bebidas son tan saludables como el té verde. El té verde tiene distintos tipos de fitonutrientes con excelentes propiedades contra el cáncer. Se recomienda consumir diariamente de dos a tres tazas para personas saludables y de cinco a seis tazas para personas con cáncer. Hay evidencia muy contundente que sostiene que el té verde disminuye la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) y el riesgo de ciertos tipos de cáncer como el de mamas y de próstata.
16. Reduzca el sodio en su alimentación diaria
Se sabe que la dieta de las personas actualmente sobrepasa por mucho la cantidad de sodio recomendada. Se estima que la mayoría de las personas consumen entre 5,000 y 10,000 miligramos de sodio al día, cuando lo recomendado son 2,000 miligramos. Vigile el contenido de sodio en los alimentos y lea la etiqueta. Consuma solo aquellos productos que aporten menos de 200 miligramos por porción y prefiera los que tengan menos de 140 miligramos por porción. Dietas altas en sodio aumentan el riesgo de cáncer de estómago y metástasis en general.
17. Evite en lo posible, los alimentos modificados genéticamente
No existe consenso científico de que los alimentos modificados genéticamente sean seguros y estén libres de efectos adversos a la salud. Las investigaciones científicas han demostrado que los transgénicos se asocian con toxicidad al hígado y a los riñones, problemas de alergias, inflamación en el sistema gastrointestinal y crecimiento de tumores. Los principales alimentos modificados genéticamente son: el maíz, la canola, la soya y el algodón. Evite la ingesta de estos productos o consúmalos solo si son orgánicos. Lea la lista de ingredientes de los productos y verifique si contienen estos alimentos o sus derivados.
18. Limite el consumo de bebidas alcohólicas
El consumo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de cáncer de boca, laringe y esófago y en la mujer, el cáncer de mamas. Se recomienda moderar el consumo de bebidas alcohólicas y no ingerir una cantidad mayor de un trago al día para la mujer y dos tragos para los varones.
19. Suplemente su dieta con algunos nutrientes
Una alimentación nutritiva y balanceada es el factor más importante en la prevención del cáncer. En ocasiones se hace difícil llevar esta dieta balanceada debido al estilo de vida actual. Es por eso que se debe considerar la suplementación de ciertos nutrientes que se sabe fortalecen el sistema inmunológico y pueden ayudar en la prevención del cáncer. La dieta diaria puede suplementarse con vitamina C que se sabe tiene además efectos muy positivos en el tratamiento de pacientes con cáncer (como la mega dosis de vitamina C de forma intravenosa). Es importante también vigilar los niveles de selenio, vitamina D y ácido fólico (ver a su médico para verificar los niveles en sangre). Deficiencias de selenio y vitamina D se asocian a un aumento en ciertos tipos de cánceres y la deficiencia de ácido fólico aumenta el riesgo de metástasis.
20. Practique el ejercicio regularmente
El ejercicio ofrece muchos beneficios a la salud y ayuda en la prevención de problemas del corazón y el cáncer. Algunos estudios reportan que hacer 30 minutos o más de ejercicios cardiovasculares (caminar, correr bicicleta, hacer baile aeróbico y otros) pueden ayudar a reducir los riesgos de cáncer de mamas y colon. Además, el ejercicio practicado de forma regular ayuda a la eliminación de toxinas y fortalece el sistema inmunológico. El ejercicio, además, mejora el estado emocional en las personas, factor que tiene efectos en el sistema inmunológico. Se recomienda una frecuencia de 30 a 45 minutos de 3 a 5 veces a la semana. El ejercicio también ayuda a mantener un peso saludable y aumenta la calidad de vida y la supervivencia en los pacientes con cáncer. El ejercicio debe iniciarse y progresarse paulatinamente de acuerdo a la tolerancia de las personas.
21. Cocine en ollas de materiales seguros
No solo es importante hacer una buena selección de alimentos, sino que también es necesario utilizar envases seguros para preparar las comidas. Evite materiales de aluminio, teflón y plástico. Prefiera ollas en acero inoxidable, cerámica o cristal.
22. Busque formas adecuadas de manejar el estrés
El estrés debilita el sistema inmunológico, lo cual aumenta el riesgo del crecimiento de células malignas y otras enfermedades. Considere seriamente practicar el yoga, la meditación, el taichi, el reiky y otras terapias alternas. Incluya actitud, pensamientos y verbalizaciones positivas.
23. Reduzca la exposición a contaminantes y cancerígenos ambientales
En Estados Unidos existen más de 80,000 químicos y muchos de ellos sin regulaciones y controles. Trate de usar la prudencia y desarrolle un estilo de vida con la menor exposición a contaminantes y cancerígenos ambientales. Minimice la utilización de plásticos en las botellas de agua y en envases de comida. De igual modo, reduzca la exposición a químicos en la ropa a través del » laundry», utilice el celular preferiblemente con audífonos y lea las etiquetas de los productos que rutinariamente compra, ya que muchos tienen advertencias de que contienen químicos con efectos cancerígenos. Evite la exposición al Sol a las horas de mayor peligro y utilice diariamente bloqueador solar. El
daño solar aumenta los riesgos de cáncer de piel. Evite el cigarrillo ya que que aumenta el riesgo, no solo de cáncer de pulmón, sino también de: cavidad nasal y paranasal, labios, boca, laringe, faringe, esófago, páncreas, útero, cérvix, ovarios, riñones, vesícula, estómago, colon-recto y leucemia myeloide aguda.
24. Cumpla con las visitas médicas y exámenes rutinarios
Visite a su doctor(a) para las evaluaciones médicas regulares. Si es mujer practique el auto examen del seno, hágase los estudios diagnósticos como la mamografía y la sonomamografía, las pruebas y evaluaciones ginecológicas. Si es varón, hágase las pruebas para la evaluación de la próstata. Incluyan también laboratorios y otros estudios recomendados de acuerdo a la edad como la colonoscopía. Recuerde que algunas de estas pruebas y evaluaciones pueden identificar procesos tempranos de malignidad hasta en la etapa de desarrollo de células pre-cancerígenas.
25. Aprenda a ser agradecido y afirme su creencia espiritual
Practique el agradecimiento diariamente en su vida. Acostúmbrese a dar las gracias a todas las personas a su alrededor por las pequeñas o grandes cosas que hagan por usted o para usted. Agradezca a la vida las cosas hermosas que le traigan alegría y también los momentos de retos que le traigan lecciones. Aprenda a cultivar el optimismo en su vida e incluya la risa como parte de su estilo de vida, ya sea modificando algunos rasgos de la personalidad, haciendo chistes, viendo películas y programas cómicos y otras actividades. La risa relaja a las personas, las vuelve más optimistas y fortalece el sistema inmunológico. Afirme y busque el desarrollo de su espiritualidad, independientemente de cuál sea su creencia y trabaje para ser cada día un mejor ser humano. Recuerde que la mayoría de las enfermedades tienen componentes físicos pero también emocionales y espirituales. Mientras más balanceada sea su vida atendiendo todos los componentes que forman al ser humano, mejor será su calidad de vida y menos riesgos tendrá de cáncer y otras enfermedades.