La tragedia de Chappaquiddick ocurrió hace casi cincuenta años y muchos no lo recordarán; a otros, los que nacieron después de 1969, tal vez no les importe. Pero esa es precisamente la razón para ver este filme.
La tragedia de Chappaquiddick ocurrió hace casi cincuenta años y muchos no lo recordarán; a otros, los que nacieron después de 1969, tal vez no les importe. Pero esa es precisamente la razón para ver este filme.
José Manuel Dávila Marichal ha escrito, producido y dirigido este estupendo documental editorializado que examina con agudeza un acontecimiento que marca nuestra historia de forma imperecedera.
Al fin y al cabo el abuso y la destrucción del mural tienen su origen en la ignorancia que sobre nuestra cultura y nuestros logros estéticos afligen las mentes de la secretaria de educación y el gobernador, que debieron haber sabido qué había en la escuela.
La película funciona para recordar un suceso que ocupó la atención mediática por un buen tiempo. El filme se puede ver, pero le falta el impulso que agarra al espectador y que no sucede hasta muy tarde.
Hay gran tensión en las escenas, pero Finley no permite que se le vaya de la mano su estilo referencial y consigue que el “thrill” de este thriller resida en lo que tenemos que imaginar, en lo que intuimos sin verlo. En eso esta oferta es genial.
El guión de Sebastián Lelio y Gonzalo Maza logra atender los asuntos sociales del tema sin recurrir a sermones ni manifiestos moralistas. Eso es uno de los aspectos más refrescantes de este filme, que no se detiene a hacernos sentir culpables de los prejuicios de otros.
El filme pierde tiempo (o prolonga el tiempo) innecesariamente y no tiene suficiente suspenso, ni presenta suficiente reto intelectual para que nos divierta.
Una vez adentro las cinco mujeres se dan cuenta de que el tiempo ha pasado sin que se den cuenta. Además, no tiene memoria de nada después de haber entrado al brillo, que los militares llaman área X.
A veces la cinta toma giros obvios; en otras, las esquinas por las que tuerce la trama son, no solo sorprendentes, sino inexplicables.
El filme narra la historia de las cinco tribus africanas (ficticias) que pelearon entre sí muchos siglos atrás cuando un meteoro cayó cerca de ellos. La pugna era para dominar el metal que llegó del espacio: vibranio.
Que nos ofrezca las cosas nuevas que esperamos de él. Ya Mary Wollstonecraft Shelley nos iluminó y nos ha dado que pensar bastante con el fuego y la electricidad de su monstruo, que empezó como un fantasma.
Haciendo referencia a su amor por el cine, vamos comprendiendo que la ficción de del Toro es un homenaje a los monstruos cinemáticos que ya he mencionado.
La película es una comedia dramática de primer orden que nos recuerda que todavía Hollywood es capaz de dejarnos apreciar algo bueno sin recurrir a tiros y explosiones.
La llegada del bárbaro truculento e infantil que ocupa hoy la presidencia de los Estados Unidos es una buena razón para ver esta película con gravitas, excitante, bien actuada, y divertida.
Todo lo que he contado se desprende de los avances que se proyectan en las salas, y es una fortaleza del filme que no necesita “trama”. Creemos saber hacia dónde va la historia y las sorpresas vienen enmarcadas en sutilezas de gestos y silencios.
aron Sorkin, el guionista de este filme, con el que debuta como director, se hizo famoso con, entre otras cosas, la serie de televisión “The West Wing” (1996-2006), posiblemente una de las mejores ofertas televisivas en la historia de ese […]
Con la deuda ya existente, estas movidas económicas ponen a Puerto Rico en más peligro de lo que jamás ha estado. Nunca en la historia ha hecho un puñado de políticos tanto mal al pueblo y a su patria traicionada. No cabe duda: Puerto Rico peligra.
No se dejen engañar por la falta de humor del filme, pues no es uno de los propósitos de Allen. Concentren en los personajes y la cinematografía, y deléitense en la actuación de Winslet, una de las mejores del año.
La de Oldman es una actuación de esas que surgen como si el espíritu del personaje poseyera al intérprete, y propulsa el filme a niveles nuevos en la amplia filmografía del sujeto.
Moonee (Brooklynn Prince) es una niña de seis años que vive con su mamá Halley (Bria Vinaite) una joven que no tiene trabajo y tantas malas mañas que nadie la quiere de empleada.
El grupo de actores que son los personajes del libro son absolutamente una delicia y, aquellos que estén familiarizados con el cuento o lo hayan visto en las múltiples versiones de “A Christmas Carol” que existen se deleitarán con ellos.