Cine: Killers of the Flower Moon
Burkhart vuelve a casa de su tío ranchero William «King» Hale (Robert De Niro), quien convive con el hermano de Ernest, Byron (Scott Shepherd). Hale se hace pasar por un benefactor amistoso del pueblo Osage, habla su idioma y les otorga regalos, pero en secreto planea asesinarlos y robarles su riqueza. Para facilitar su plan, le dice a Ernest, que trabaja como taxista, que le preste especial atención a Mollie Kyle (Lily Gladstone), una Osage cuya familia posee gran parte de los derechos petroleros. Con el tiempo se desarrolla un romance entre Mollie y Ernest, y se casan en una ceremonia que mezcla la iconografía religiosa católica y la Osage.
Ya existe en el pueblo un desdén racial contra los indios, y el prejuicio aflora de muchas formas, pero, en particular, en como los blancos maquinan para robarles. Tanto así que recurren a asaltos a mano armada para quitarles sus joyas que luego pierden en juegos de póquer en las cantinas de mala muerte. Eso, le dice Hale a Ernest, es peccata minuta. Lo que sí es importante es que a medida que mueran los miembros de la familia de Mollie heredará una mayor parte de los derechos al petróleo. Ya Hale ha ordenado la muerte de varios Osage adinerados y nadie ha hecho nada para descubrir los asesinos. El sheriff es parte de la conspiración, así como lo son los médicos y los que fungen como forenses en el pueblo.
El filme es una mezcla feliz de documental, misterio, thriller criminal, drama de corte (courtroom drama) y romance interracial. Ese último aspecto de la cinta está magistralmente actuado por DiCaprio y Gladstone y nos adentra en la profunda duplicidad del personaje principal. Sobre ellos pesa la sombra negra de Hale. En su interpretación del máximo villano del filme, De Niro es la personificación de la hipocresía y la maldad, de la avaricia y el prejuicio, todas esas características ocultas en su sonrisa y su conducta falsamente simpática a las tribulaciones de los indios, mientras en sus adentros, todo lo que quiere es su dinero.
Los hechos históricos que se presentan en el filme tienen base sólida y están presentados en el libro de 2017 del periodista David Grann, que inspiró la película y que fue escogido por Time magazín como uno de los mejores libros de historia de ese año. El descubrimiento de insulina y su uso para la diabetes, que redujo notablemente la mortalidad de la enfermedad, ocurrió a mediados de 1921 y 1922. Por su riqueza, la consiguen para tratar a Mollie, que sufre la enfermedad, antes que a muchos.
El FBI (que entonces se conocía como el Bureau of Investigations), que había adquirido fuerza como resultado de la Primera Guerra Mundial y la posibilidad de espías alemanes en los Estados Unidos, envía al agente Tom White (Jesse Plemons) y sus asistentes a investigar. Para los investigadores resulta inmediatamente obvio quién está detrás del complot. Además, los agentes encuentran a Mollie casi muerta y le brindan la atención médica adecuada. Cómo la madeja se va desprendiendo es la parte fuerte de la tercera hora de la cinta.
El guion de Eric Roth y Martin Scorsese, ayudado por la cinematografía de Rodrigo Prieto y la edición de Thelma Schoonmaker usa con gran efectividad los flashbacks para presentar los crímenes y, en la narrativa, eso intensifica la participación de muchos blancos en la reserva en el plan racista de eliminar a los indios ricos de petróleo. Es curioso cómo se habla de matar a alguien como si fuera un suceso sin ninguna importancia. Cuando uno de los asesinos está testificando como y dónde mató a la hermana de Mollie, dice riéndose, lo hermoso que es el lugar.
No cabe duda de que está es una gran película y que las actuaciones de todos, en particular DiCaprio, De Niro y Lily Gladstone, son verdaderas creaciones para la pantalla. Entre las mejores del año.