«Tronco Varado», de Amado Martínez Lebrón
El próximo 7 de febrero de 2015 y por un día solamente, se expondrá al público en general la nueva pieza de arte conceptual de Amado Martínez Lebrón en la Galería de Art Lab en Santurce (Calle Condado 306). La obra titulada «Tronco Varado: Bronco Tarado: A 10 pesos la hora», tiene el objetivo, según señala el artista, de “ilustrar la varada identidad puertorriqueña”. La obra influenciada por la poesía de Jorge Luis Borges, como evidencia el “soundtrack” del proyecto audiovisual que le precede, aquí adjuntado, se concibe tras una reflexión crítica de los elementos que nos describen como país (ver “El fracaso del puertorriqueñismo”).
En su trayectoria, Amado se ha caracterizado por su insistencia en la fragmentación, con el fin de conceptualizar la fragilidad del conocimiento y caracterizar la eternidad como una ilusión perniciosa. Su otra propuesta recurrente y paralela es el “performance”.
Entre sus trabajos más reconocidos se encuentra su campaña como candidato Ateo & Anticapitalista a la alcaldía de San Juan en el 2012, que duró un año y medio, y que se caracterizó por docenas de vídeos publicitarios diseñados para las redes sociales. Otro de sus trabajos más comentados fue la publicación y presentación de una sola y única copia de un poemario, que luego descompaginó. Cada poema quedó pegado en una sola y única camisa, y las repartió entre una centena de personas. Con «Tronco Varado» Amado Martínez Lebrón retoma el concepto del libro deshojado, esta vez para ilustrar las identidades culturales que nos habitan como país y desde la segmentación de nuestra rama histórica.
«Tronco Varado» es una pieza dividida en conjuntos y unidades de dibujos hechos con tinta negra y roja, sobre pedazos cortados de una sola y única rama seca, encontrada varada en la bahía de San Juan. La pieza constituye una metáfora de nuestra Isla, y presenta interpretaciones bien poco tradicionales de “nuestras culturas”.
“Somos la rama que se separó de un tronco por razones que no tuvieron que ver con nosotros y en ese caos que crea la falta de unidad, terminamos divididos entre decenas de significados”, señala Martínez Lebrón.
La rama como espacio intervenido por el dibujo, así como las circunstancias en que se consigue la misma, las asumió el artista como metáforas en la ilustración de identidades. “No podemos escoger el lugar en donde nacemos, como no pude yo escoger la forma del pedazo de árbol en donde dibujé mis interpretaciones”, señala. La obra además, se vale de alusiones políticas y trabaja el tema de la violencia, la enajenación y la colonización.
“La pieza se venderá en segmentos y sus precios son parte de un ‘statement’ ”, comenta Martínez Lebrón. El precio de venta de los pedazos de la pieza está determinado por la cantidad de horas invertidas en ellos y usando como estándar el salario mínimo federal de $10 dólares la hora. El promedio de tiempo invertido en cada grupo de segmentos es de 8 horas.