The Equalizer 3: El Ángel Vengador

Denzel Washington, protagoniza la cinta de acción The Equalizer 3
Robert McCall (Denzel Washington) un exmarine y oficial de la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense) ha tenido varios trabajos desde que comenzó su saga (2014; esta es la tercera y última parte de la serie). Estaba viviendo (en el primer capítulo) una vida tranquila en Boston, trabajando en una ferretería y ayudando a su colega Ralphie (Johnny Skourtisa) a entrenarse para convertirse en guardia de seguridad. Como no puede dormir, Robert suele pasar las noches leyendo en un restaurante que está abierto toda la noche. Con el tiempo, se hizo amigo de Teri (Chloë Grace Moretz) una prostituta adolescente traficada por la mafia rusa. Suelen hablar de los libros que Robert ha estado leyendo. Una noche Teri le cuenta que su verdadero nombre es Alina y que sueña con convertirse en cantante. Su proxeneta Slavi llega de repente, golpea a Alina y la obliga a subir al coche y le entrega a Robert su tarjeta de presentación para que cuando quiera compañía lo llame y el suplirá la mujer.
Alina es brutalmente golpeada e ingresada en la unidad de cuido intensivo de un hospital cercano. Robert va allí y se entera por Mandy, otra prostituta amiga de Alina, de que Slavi es el responsable. Poco sabe Slavi (David Meunier) con quién se está metiendo. Escondido en lo más profundo de Robert habita un ángel vengador. Como recordarán, dios creo doce ángeles que formaban parte de la jerarquía celestial. Gabriel, el segundo ángel, es reconocido como el mensajero de Dios. El quinto ángel es Raguel, quien se encarga de la justicia y la armonía. Se cree que supervisa y resuelve conflictos entre seres celestiales y humanos. Robert es un mezcla de estos, pero tiene mucho también de Lucifer, el ángel caído.
Robert mata hábilmente a los hombres malos, se va y continúa imponiendo justicia a los criminales que encuentra, chantajeando a dos policías corruptos para que devuelvan el dinero del crimen organizado a la madre de Ralphie y golpeando a un pistolero con un martillo, después de que este roba la ferretería, y le quita el anillo matrimonial de una compañera de trabajo.
Todos los que se cruzan antes de morir a manos de Robert le preguntan quién es. Nos enteramos más cuando va a visitar a su colega, Susan (Melissa Leo), que es de la DIA, y a su marido, Brian Plummer (Bill Pullman) . Se daba por sentado que Robert había muerto en un atentado terrorista. Va a pedirle la ayuda de Susan para identificar quién está detrás de la operación de las prostitutas adolescentes rusas. Cuando lo averigua, procede a desmantelar uno de los almacenes de lavado de dinero del culpable Pushkin y, más tarde, destruye dos de los camiones petroleros de Pushkin. Eventualmente va a la mansión del capo en Moscú, y lo electrocuta.
En la segunda entrega (2018) Robert McCall todavía vive en Boston, donde trabaja como conductor de Lyft y ayuda a los menos afortunados con la ayuda de su amiga íntima y ex colega de la DIA Susan Plummer (Melissa Leo). Por ejemplo, viaja a Estambul para recuperar a la hija de 9 años de la dueña de una librería, Grace Braelick, a quien secuestró su abusivo padre turco. También ayuda a Sam Rubinstein (Orson Bean), un anciano sobreviviente del Holocausto que busca un cuadro valioso de su hermana, quien supuestamente murió en los campos de exterminio nazis. También socorre a una joven llamada Amy, que muestra signos de haber sido drogada y agredida. La lleva al hospital antes de regresar al apartamento, donde golpea brutalmente a los hombres que la agredieron.
Susan y el oficial de la DIA, Dave York (Pedro Pascal), ex socio de Robert, son llamados a investigar el asesinato-suicidio de un afiliado de la agencia y su esposa en Bruselas. Una vez allí, en su hotel, Susan es abordada en su habitación y asesinada, aparentemente durante un robo. Robert determina que la puñalada mortal asestada por expertos significa que Susan fue el objetivo y que el asesinato-suicidio fue un montaje, e informa a York de sus hallazgos. Durante la pesquisa Robert demuestra que es una combinación de la mente analítica de Sherlock Holmes y Hercule Poirot y la brutalidad al cuadrado de Mike Hammer.
En uno de sus viajes en Lyft, Robert es atacado por un asesino que se hace pasar por un pasajero. Mata al hombre y en su teléfono móvil, descubre el número de York en la lista de llamadas. Robert se enfrenta a York en su casa, y este admite que se convirtió en mercenario después de sentirse utilizado y descartado por el gobierno; además, confiesa que mató a Susan, ya que ella habría descubierto que él estaba detrás de los asesinatos de Bruselas. Más tarde, York y uno de sus secuaces irrumpen en el apartamento de Robert, donde Miles (Ashton Sanders) un joven amigo de Robert, a quien ha salvado de las garras de una banda de traficantes de drogas, está pintando las paredes. Supervisando el apartamento a través de cámaras web, Robert dirige a Miles a un pasadizo secreto y luego llama a York, quien sale del apartamento con el otro asesino. Miles sale de su escondite, pero lo capturan.
York deduce que Robert se ha ido a su ciudad natal costera, que ha sido evacuada cuando se acerca un huracán. Durante la búsqueda del pequeño ejército que ha llevado allí, York se percata que las oportunidades de salirse con la suya, van mermando. A lo alto de la torre en la que está resguardado, sube Robert, y se deshace del traidor.
Lo que nos trae a un viñedo en Sicilia, en el último capítulo (3) de la serie. Lorenzo Vitale (Bruno Bilotta), un capo di capi, descubre que muchos de sus secuaces han sido brutalmente asesinados. Cuando va al sótano descubre que Robert McCall lo está esperando. McCall lo mata y obtiene una llave de la bóveda de la bodega y recupera un dinero robado en un atraco cibernético (la razón por la que McCall está allí). Al salir, el hijo adolescente de Vitale le dispara y lo hiere. Mientras conduce su coche por la costa de Amalfi, se detiene, queda inconsciente por el shock, y es encontrado y rescatado por Gio Bonucci (Eugenio Mastrandrea) un carabinero local. Este lo lleva a Altamonte, una remota ciudad costera italiana, donde es tratado por Enzo Arisio (Remo Girone) el médico del pueblo. McCall se recupera lentamente, conoce a los lugareños, y se encariña con la ciudad y su gente. McCall hace una llamada telefónica anónima a la oficial de la CIA Emma Collins (Dakota Fanning) para informarle sobre el papel del viñedo y la bodega en el tráfico ilegal de drogas. Collins y otros agentes de la CIA llegan a la bodega y encuentran millones en efectivo junto con bolsas de tabletas de droga escondidas en un almacén, lo que confirma las sospechas de McCall. Emma localiza a McCall y, como es de esperarse, le pregunta que quién es.
Mientras tanto, miembros de la Camorra acosan y matan a los aldeanos en un intento de obligarlos a abandonar sus viviendas y apoderarse de Altamonte con fines de convertir el pueblo en un centro de casinos y trasiego de drogas. McCall escucha a un miembro de alto rango de la Camorra, presionando al dueño de una tienda de mariscos local para que le pague. La Camorra bombardea la pescadería mientras todo el pueblo observa. Bonucci revisa el vídeo del bombardeo y llama a la policía central italiana para que investigue la furgoneta implicada. Él, su esposa y su hija son atacados por la Camorra y golpeados por interferir en sus operaciones. Mientras tanto, porque Emma se está acercando a la Camorra como los que han estado traficando las drogas y cometiendo robos cibernéticos, le ponen una bomba en el auto de Collins, pero McCall la llama justo antes de que el auto explote. Solo queda el confrontamiento entre Vincent (Andrea Scarduzio), el jefe de la Camorra en la costa y McCall.
Es curioso que muchas de las escenas en las que Robert extermina a los malvados ocurren mientras los involucrados están comiendo o bebiendo. En El ángel exterminador de Luis Buñuel (1962), los comensales no podían abandonar el lugar donde estaban celebrando su cena y bebiendo. En el caso de Robert McCall, el que se sienta a su mesa no emerge con vida y tampoco abandona el lugar.
Las tres películas que forman esta saga han sido dirigidas con brío y fluidez por Antoine Fuqua y sus guiones escritos por Richard Wenk, basándose en el libro The Equalizer de Michael Sloan. Esta última fue editada por Conrad Buff IV (también editó la segunda), con excelente resultados. Ayuda enormemente a la ambientación de esta la música de Marcelo Zarvos, quien ha aprendido mucho de Bernard Herrmann. Violentas, pero excitantes y vengadoras del mal.