Justicia sin equidad no es justicia
Cuando se violenta la plena ciudadanía de una persona se violenta la democracia y la calidad de vida, la dignidad y el derecho de todas y todos los que aquí vivimos.
La sociedad puertorriqueña es una diversa que incluye mezcla de razas, diferentes religiones y prácticas espirituales, diferentes niveles socio-económicos y educativos, culturas y nacionalidades. La diversidad implica todas las identidades que nos definen y que se mezclan en una sociedad. También conviven en el país personas de diferentes edades, género y orientación sexual. Si bien es cierto que la diversidad enriquece, también es cierto que la misma implica retos. Para convivir en un ambiente positivo y saludable, se requiere del reconocimiento y consecuente respeto a la misma.Cómo reaccionamos ante la diferencia va determinando los valores que promulgamos como pueblo. Ese respeto a lo diverso tiene como punto de partida los derechos humanos que corresponden a todas y todos los que vivimos en este planeta.
Actualmente, la Legislatura de Puerto Rico tiene ante su consideración dos proyectos de ley que impactan a las comunidades lésbica, gay, bisexual, transgénero y transexual. Estos son el Proyecto del Senado 238 y el Proyecto de la Cámara 488.
El Proyecto del Senado 238, de la autoría del senador Ramón Luis Nieves Pérez, establece política pública en contra del discrimen por orientación sexual e identidad de género en cualquier gestión gubernamental, pública o privada. En días recientes se han unido como coautores de esta medida, otros 14 integrantes de ese cuerpo.
El Proyecto de la Cámara 488, presentado por los representantes Luis Vega Ramos, Vargas Ferrer y Báez Rivera, brinda protección en casos de violencia doméstica “a todas las parejas, sin importar estado marital, orientación sexual o su identidad de género”.
Por qué es importante la aprobación de estos proyectos
En mayo de 2007, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo especializado de las Naciones Unidas, publicó un informe en el que reconoce la discriminación laboral a causa de la orientación sexual e indica que la misma no está suficientemente documentada ya que muchas personas prefieren callarse y no denunciar las situaciones que enfrentan. A pesar de esto la OIT ha podido identificar discriminación laboral por orientación sexual que se manifiesta en denegación de empleo, despido, denegación de ascenso, acoso a través de bromas indeseables, abuso verbal, difamación, hostigamiento, violencia e incluso amenazas de muerte. Se da también la autoexclusión cuando personas lgbtt evitan ciertos empleos, carreras o patronos por temor a sufrir.
Múltiples investigaciones del Instituto Williams de la Escuela de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles muestran que las personas de las comunidades lgbtt están vulnerables a la discriminación y a sus efectos en trabajos y salarios.
En 2007, la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico dio a conocer los resultados del estudio que realizara sobre homofobia. En el mismo se indica que empleados de las agencias gubernamentales participantes en el mismo (Administración de Familias y Niños, Departamento de Justicia y Departamento de la Policía) mostraban poco conocimiento sobre las comunidades lésbica, gay, bisexual y transgénero (lgbtt). Se manifestaron mitos y estereotipos aún por las personas que expresaron no tener prejuicio hacia esas poblaciones.
Del sector de participantes lgbtt en dicho estudio, más del 60% informó haber sido víctima de insultos verbales por razón de su homosexualidad y un 11% expresó que en alguna ocasión les fue negado un servicio en una agencia gubernamental.
Son muchos los casos que muestran la discriminación que viven las personas de las comunidades lgbtt en empleo, vivienda, custodia, servicios de todo tipo y, en fin, en cada renglón de su vida y en cada etapa de la misma.
Ley 54
En agosto de 1989 se aprueba la Ley 54 contra la violencia doméstica considerándose como una legislación de avanzada con un lenguaje inclusivo. La misma fue producto de un esfuerzo conjunto para proteger a toda persona confrontando una situación de violencia en una relación de pareja. El poder y el control permean el sistema patriarcal y como integrantes de esta sociedad y esta forma de vida, las lesbianas, homosexuales y transgéneros padecemos las mismas situaciones de desempleo, servicios inadecuados, una economía que se nos viene encima y también la violencia doméstica. Esta se manifiesta en una pareja de personas del mismo sexo del mismo modo que en una pareja heterosexual. La situación se agrava al no recibir servicios adecuados ni tener la protección de la Ley 54. En abril de 2003, el Tribunal Supremo de Puerto Rico decidió, en el caso de Leandro Ruiz Martínez, que la Ley 54 no puede ser aplicada a parejas homosexuales, contrario a la política pública impulsada bajo la administración gubernamental en ese momento.
Breve mirada internacional
En un mensaje con motivo del Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia el 17 de mayo de 2012, Juan Somavia, Director General en ese momento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), expresó:
“Debemos seguir colaborando para que la legislación, las políticas y las actitudes discriminatorias contra las lesbianas, los gays, los bisexuales y los transexuales en el mundo del trabajo y en el conjunto de la sociedad se conviertan pronto en un vestigio del pasado.”
El pasado año, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas habló contra el acoso escolar y contra las violaciones de derechos y el discrimen motivados por orientación sexual e identidad de género, instando a las naciones del mundo a eliminar estas prácticas y a revisar sus leyes.
Dice Navi Pillay, Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos:
“El argumento en favor de extender a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero los mismos derechos que gozan todas las demás personas no es radical ni complicado. Se basa en dos principios fundamentales que sustentan las normas internacionales de derechos humanos: igualdad y no discriminación.
Sin embargo, las actitudes homofóbicas sumamente arraigadas, a menudo combinadas con la falta de protección jurídica adecuada contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, exponen a muchas personas LGBT de todas las edades y en todas las regiones del mundo a violaciones flagrantes de sus derechos humanos.
Pese a todas las dificultades, vivimos en una época de esperanza, ya que un número cada vez mayor de Estados reconoce ahora la gravedad del problema y la necesidad de adoptar medidas al respecto. Mediante el compromiso y los esfuerzos conjuntos de los Estados y de la sociedad civil, confío en que veremos los principios de igualdad y no discriminación traducidos en realidad para los millones de personas LGBT de todo el mundo.”
El trabajo por la justicia es responsabilidad de todas y todos
Desde el espacio de la responsabilidad, del compromiso y de la solidaridad se crea CABE (Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad). Este es un comité amplio de organizaciones y personas en su carácter individual constituido para trabajar en apoyo a la aprobación del Proyecto del Senado 238 y del Proyecto de la Cámara 488, porque cabe la justicia en la democracia y cabe la equidad en la justicia, porque no puede ser de otra manera.
El apoyo que podemos ofrecernos unas y otras es de suma importancia para alcanzar nuestros objetivos.
Todas las personas que creemos y estamos comprometidos con la justicia social, con la equidad y con los derechos humanos, tenemos que unirnos en cada oportunidad porque en esas alianzas está nuestra fuerza.
Este es un momento de acción y solidaridad. Integrantes de las comunidades lgbtt son parte de diferentes movimientos y organizaciones que trabajan por diferentes causas en nuestro país. Estamos integrados a cada profesión y oficio, a todos los quehaceres del país, a las familias. Siempre hemos estado presentes. Y aquí seguiremos. Porque de ninguna forma dejaremos de nacer, de vivir y de estar.
La colaboración es imperativa para que todas y todos avancemos.
Mujeres – 8 de marzo
En este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, hablamos desde la diversidad y decimos que Justicia sin equidad no es justicia. Es fecha en que se conmemoran las luchas por una sociedad más justa; por eso marchamos, por eso trabajamos diariamente y sin pausa.
CABE se compone actualmente de:
Coalición Orgullo Arcoiris, Coaí, Comunidad de Osos de Puerto Rico, Proyecto Matria, Amnistía Internacional, la Asociación de Psicología de Puerto Rico, el Colegio de Profesionales del Trabajo Social, el Comité contra la Homofobia y el Discrimen, la Clínica de Discrimen por Orientación Sexual y de Derechos Humanos de la Escuela de Derecho de la UPR, el Movimiento Amplio de Mujeres, la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora, Puerto Rico Community Network for Clinical Research on AIDS (PR CoNCRA), la American Civil Liberties Union (ACLU), Iglesia Comunitaria Metropolitana- Cristo Sanador, CLADEM de Puerto Rico, Colegio de Abogados y personas en su carácter individual.
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