Me los imagino creciendo en línea recta sin tocarse, él cruzando ríos, selvas, montes imposibles; ella, tomando un tren de niña, sola con su hermano, del este del enorme país hasta el oeste.
Me los imagino creciendo en línea recta sin tocarse, él cruzando ríos, selvas, montes imposibles; ella, tomando un tren de niña, sola con su hermano, del este del enorme país hasta el oeste.
El trabajo de Unai se titula «La Colombia invisible» porque muestra una Colombia que no existe para los grandes medios hegemónicos de comunicación. Ellos relegan a la insignificancia el dolor y la muerte.
Conocí en persona a Cheo Feliciano un enero de 1996 en Barranquilla, cuando vino con toda la tropa salsera sobreviviente de la debacle de Fania y Nueva York.
La idea de una cultura compartida se contrapone a los discursos que reclaman la existencia de una cultura “común” u homogénea, discursos hoy desacreditados aún para referirse a un solo país.
Escribir es siempre de alguna manera emigrar, largarse como si fuera otra manera de volver, aunque sea con las palabras y gracias a ellas: otra pasión del territorio.