¿Qué decir ante la muerte de Hobsbawm? Más allá de lo que ya se ha dicho sobre su contribución a la disciplina de la historia, quisiera decir que todo el mundo debería conocer el pequeño sándwich siglo 20 de Hobsbawm.
¿Qué decir ante la muerte de Hobsbawm? Más allá de lo que ya se ha dicho sobre su contribución a la disciplina de la historia, quisiera decir que todo el mundo debería conocer el pequeño sándwich siglo 20 de Hobsbawm.
Un problema inescapable es la existencia de gobernantes y candidatos que actúan y elaboran un performance poniendo en escena su adhesión a una opinión a base de encuestas y publicistas.
En esta columna imaginaré las ideas que Danny Boyle sugeriría para realizar un espectáculo similar a la ceremonia de apertura de las Olimpiadas, ajustado a la fantasía boricua.
La vulgar incautación de una urna para adulterar la cantidad de votos emitidos en el proceso de selección de los representantes ciudadanos a la AEE es un asunto que nos aproxima a la versión criolla del totalitarismo.
El analfabetismo numérico es tan generalizado, aún entre personas de alto nivel educativo, que crea el ambiente adecuado para que débiles argumentos escapen del escrutinio público si se utilizan números que tiendan a dar credibilidad a todo lo que acompañen.
Viernes Santo para comer pescado, ir a la playa, a la iglesia, a visitar a la familia y a echarle un vistazo a la espiritualidad de Marx.
Los fondos que hoy destinamos al sector salud son suficientes para sostener un buen sistema de salud que nunca hemos tenido. Desde una perspectiva de estricto análisis de política de salud, nada bueno parirá la paridad.
No sé por qué Fiel a la Vega dudaba que la Mujer Maravilla pudiera controlar la ola criminal en la Isla. Aunque mi interés es el lazo de la Mujer Maravilla, creo que sus otros superpoderes nos ayudarían también.
Los accionistas racionales, usan su intelecto en función de la codicia, lo cual no les permite apreciar el olor del capitalismo. Quienes desarrollaron anosmia como consecuencia de la ambición capitalista de una compañía, nunca olvidarán el olor seco del capitalismo.
Inspirados en una avalancha de insípidas tablas con fastidiosas sartas de números, concibieron nuevas formas, jugaron con tamaños y experimentaron con colores, para crear una obra de arte que comunicara un mensaje persuasivo.
“Insisto en afirmar que la profesión más sexy para los próximos diez años será la de los estadísticos. La gente piensa que estoy bromeando, pero ¿quién hubiese pensado que la de los ingenieros de computadora sería la profesión más sexy […]
El gigante Caco está en nuestra isla, roba y constantemente se esconde, despista, disimula y distorsiona la verdad. En algún momento su imprudencia lo delatará.
No hay que ser profeta para entender que los tiempos actuales auguran un futuro poco alentador. Cuando más escasos estamos de líderes de profunda dimensión espiritual, se levanta una nueva moda de ministros fashion.
Los tiempos actuales exigen que la matemática entable un franco y abierto diálogo con la política. El conocimiento matemático tiene que hacernos más conscientes del mundo injusto, violento e insostenible que habitamos.
Si una asociación magisterial no puede convencer a sus propias huestes, ¿cómo esperar que los padres de estudiantes ejecuten un boicot que los mismos maestros no apoyan?
Al parecer este tipo de felicidad es contagiosa y en la última década –tal vez los años más terribles para nuestra nación– la sociedad puertorriqueña rompió el récord universal de la felicidad estadísticamente calculada.
Tal vez fue la influencia cósmica del día de San Valentín lo que trajo inesperadamente a la pantalla de mi computadora el portal electrónico de Guía para la compatibilidad numérica del amor. Dejé todo mi trabajo en pausa; me dediqué a hacer cómputos numerológicos.
La pérdida de la sobrepoblación tiene que servir para erradicar de una vez y por todas las explicaciones que atribuyen a causas naturales nuestro fracaso social.
Los demógrafos y planificadores no son nada tímidos cuando de hacer pronósticos se trata y sus osadas predicciones científicas avergonzarían a la prolífica camada insular de astrólogos y pitonisas.
Vale la pena escudriñar los planes que no salvaron a la UPR de ser ubicada en una indigna categoría académica y resaltar cómo los mismos son emblemáticos de una nueva época en la UPR: la universidad anti-intelectual.
¿Por qué insistir en códigos de vestimenta en el lugar en que el criterio principal por excelencia debe ser la intelectualidad? ¿Pueden los universitarios vestirse al estilo que más les plazca? ¿Deberían estar más conscientes de su IQ que de GQ? Sí, pero…¡ojo!