Este breve ensayo examina como el deseo utópico de la felicidad compartida junto con las aspiraciones políticas de la libertad de movimiento y la seguridad económica emergen en una canción de merengue de los años 80 y en los actuales videos virales de un comediante haitiano-dominicano. Ambas expresiones, la musical y la humorística, explotan elementos acústicos, visuales y kinésicos que ponen de relieve aspectos claves de la realidad transcultural antillana, incluyendo la inmigración y las luchas por la supervivencia y la convivencia.