En poco más de 35 minutos, «inciertas» cuenta no sólo la historia del teatro, la de Puerto Rico/el Caribe y la de los llamamientos de sus mujeres y de sus erosiones, sino también la de la especie, pero al revés.
En poco más de 35 minutos, «inciertas» cuenta no sólo la historia del teatro, la de Puerto Rico/el Caribe y la de los llamamientos de sus mujeres y de sus erosiones, sino también la de la especie, pero al revés.
La literatura sea por omisión, por esclarecimiento o por evasión salva del mundo construido, de «la bala que es bala y también metáfora», a propósito de Cosmogonías y otras sales.
Si esto fuera una fábula, habría una moraleja. Pero ya no hacemos ningún dictamen. El agua, como la vida, como la muerte, sigue su curso.
Reté el énfasis de otro presentador en la necesidad de mercadear las islas caribeñas como “open for business,” insistiendo en que Puerto Rico estaba “abierto para la justicia».
Ese mismo día llegó a nuestro correo electrónico una tarjeta de Navidad de Rectoría, con todo su equipo sonriente, mostrando con orgullo un sombrero de santa cló. Todos los días sangro por la herida colonial.
#1 Reverdecer.[1] #2 Fluir.[2] #3 Levantarse.[3] #4 El bien y el mal existen. Y están en pugna.[4] #5 En una isla, todo el mundo se conoce.[5] #6 Tenemos muchas razones por las que dar gracias.[6] #7 Las mujeres son más […]
Jamás soy más caribeña, antillana, latinoamericana, sea donde sea que estemos, que hoy. Vivo y muero con heridas que no acabarán nunca de cerrarse. Y estaré siempre donde se hagan las filas para cuidarnos y, ojalá, sanarnos.
Crear y proteger los lugares insobornables del poder capitalista, colonial, patriarcal, racista, es un asunto de vida y muerte en este presente.
Por caminos de mar, me encontré con Vueltabajo Colectivo. El laboratorio de creación que reseño aquí se siente, bello e improbable, como la continuación del “viejo e incierto sueño” de aquella ocasión.
No puedo recurrir a lugares comunes como la generación o la nación para racionalizar mi intimidad con su figura, su persona, su performance, su voz. La cosa es rara, intangible, submarina.
1 ajo la ventanilla, extiendo la mano, echo las monedas. Mientras caen en el vaso de Church’s, una guiñada, una mirada de deseo galopante, un ¿todo bien, bebé?, un ¡estás preciosa, bebé! Devuelvo una mirada atravesá, con la rabia milenaria […]
En Puerto Rico, el asalto de nuestra realidad, de nuestra historia, es melodramático. Los alucinantes giros de tramas imperiales y coloniales, así como la procesión de personajes acartonados, incompetentes, y francamente patéticos, así lo atestiguan.
¿Qué nombre de arte, de literatura, de historia, de filosofía, ha valido la pena que no haya pensado y dicho lo prohibido, lo que no podía mantenerse en silencio, lo que le abrió la carne; es decir, aquello de excelente e innovadora calidad?
Laura, viviste el cáncer sin rendirte a narrativas de batalla con el color de rosa de un traje sencillo y sin igual, sino afirmando la vida sin traje alguno, la vida rara, la vida dura, la vida plena, la vida gozosa, la vida con calma, la vida emperrada, la vida pata.
Uno de los habitantes dice, mirando a la cámara, mirándonos, con infinita tristeza: cuando lleguen los barcos de rescate, no encontrarán nada ni nadie.
El país se alarma, con toda razón, por la crisis, la insolvencia fiscal, la falta de dinero para pagar. Mientras tanto, las mujeres luchadoras nos acercan la justicia y la educación a la cara.
Por la distancia a la que se encontraba el nido respecto a su localización original, era evidente que la responsabilidad de la caída no era de las reinitas.
No hay que entender. Hay que abrirnos la piel y hacer entrar por la sangrante herida la idea, el símbolo, la narrativa, la melodía del pájaro, los ojos del perro, los colores de la selva, la supremacía del mar.
Resumido con exactitud en los epígrafes que abren esta reflexión, lo que nos ocupa a continuación es otro caso de colonia mimética al estilo de VS Naipaul.
¿Somos más inteligentes desde que ponemos a freír nuestros sesos en internet? –Elena Poniatowska Amor, enero 2015 o me engaño. Escribo una perorata contra el presente. Bordeo la estructura de pensamiento de quien se asoma por la ventana de una […]
En esta ocasión, escribo para salir del infierno en que se halla nuestra imaginación. Subyacente a todos los demás asedios