Identidades Obstruidas: Discrimen y Marginalización hacia los Inmigrantes en Estados Unidos

Aunque muchos de estos señalamientos -incluyendo el que los haitianos se coman las mascotas de sus vecinos- han sido refutados, negados y desmentidos por las mismas autoridades y medios de prensa, la realidad es que ese imaginario, construcción, percepción y difamación cultural se mantiene latente en la mente de muchos estadounidenses. Sin embargo, nada de esto debe sorprender y tampoco es novedad en la historia de Estados Unidos. A través de los años y de la corta historia de la nación estadounidense han sido muchos, quizás demasiados, las manifestaciones de discrimen, difamación y menosprecio contra los inmigrantes.
En el siglo XIX, los inmigrantes chinos que llegaron a Estados Unidos también tuvieron que luchar con el imaginario negativo sobre la higiene y hábitos alimenticios de su cultura.[1] Por años, muchos han insinuado que la carne que se vende en los restaurantes chinos es de rata, perro, gato o iguana.[2] Sin embargo, desde sus inicios los chinos buscaron la forma de defenderse de las calumnias y las exageraciones. En 1884, el comerciante Wong Chin Foom ofreció una recompensa de $500 a cualquiera que pudiera demostrar que los chinos en Estados Unidos comían gatos o ratas.[3] Nadie reclamó la recompensa ni pudo probar la acusación. El discrimen contra la comunidad china en Estados Unidos fue tanto que el gobierno creó la primera ley contra un grupo de inmigrantes, Chinese Exclusion Act de 1882, que prohibió severamente su entrada.[4] Con el tiempo, los restaurantes chinos fueron evolucionando y luchando contra distintos imaginarios que hasta el día de hoy los persiguen, pero poco a poco han construido su propia identidad culinaria en América.
Los inmigrantes italianos y sus descendientes también han experimentado el prejuicio y la discriminación en Estados Unidos, particularmente a fines del siglo XIX y principios del XX. Los italianos fueron estereotipados a menudo como criminales, mafiosos e inferiores. Estos estereotipos fueron perpetuados por las representaciones de los medios de comunicación y la retórica política. Al igual que los inmigrantes chinos eran vistos como competencia por los puestos de trabajo, lo que generó resentimiento entre los estadounidenses nativos. A pesar de los desafíos, los italoamericanos han hecho contribuciones significativas a la sociedad estadounidense, incluso en las artes, la política y la cocina, lo que gradualmente reformó las percepciones. Hoy, si bien persisten algunos estereotipos, la visión general de los italoamericanos es buena y muchos celebran su herencia y contribuciones a la cultura de Estados Unidos.
Los irlandeses durante el siglo XIX fueron vistos como personas sin destrezas para trabajar y asociados con la pobreza extrema y los crímenes. Igualmente, desde su llegada a Estados Unidos los inmigrantes judíos enfrentaron el antisemitismo, particularmente en relación con el empleo y la aceptación social.
Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial resurgió el prejuicio contra los alemanes y estadounidenses descendientes de alemanes. Se percibieron como una amenaza para la seguridad nacional al ser vistos como una raza de bárbaros invasores que hablaban un idioma que otros estadounidenses no podían entender. Por otro lado, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos japoneses que por años vivieron en Estados Unidos fueron internados en una especie de campos de concentración debido al temor a su deslealtad, a pesar de contar con la ciudadanía estadounidense.
La discriminación contra los inmigrantes latinos no es nueva, más bien, tiene una larga historia, que incluye problemas relacionados con los derechos laborales, estereotipos culturales y políticas fronterizas. Desde mediados del siglo XIX, los latinos en Estados Unidos han soportado injusticias que van desde la segregación escolar y la continua violencia hasta deportaciones masivas. A partir del 11 de septiembre de 2001, musulmanes y personas percibidas como islámicos del medio oriente enfrentaron una mayor discriminación en Estados Unidos, muchos sufrieron discriminación racial y religiosa y fueron víctimas de crímenes de odio. De la misma forma, grupos de inmigrantes caribeños y centroamericanos han enfrentado problemas raciales y discrimen por las barreras lingüísticas y los estereotipos. Igualmente, grupos de inmigrantes de diversos países de África experimentan discriminación basada en la etnia y la cultura.[5]
El asunto es más profundo y complejo de lo aquí presentado y aunque pensemos que estamos en una nueva era, los prejuicios y construcciones culturales erróneas sobre grupos de inmigrantes no solo siguen presentes, sino que siguen surgiendo nuevas. Existen otros grupos que también han sido discriminados en Estados Unidos. Cada uno de estos grupos tiene experiencias únicas moldeadas por factores históricos, sociales y económicos, que contribuyen a una narrativa más amplia sobre la inmigración y la construcción de identidades en Estados Unidos. No obstante, cabe preguntarse ¿hasta qué punto un país desarrollado y compuesto por inmigrantes puede discriminar contra grupos de inmigrantes? Al parecer ahora les toca el turno a los haitianos. Varias organizaciones llevan tiempo pidiendo al gobierno de Estados Unidos que ponga fin al trato racista contra la población haitiana. Un informe de Amnistía Internacional del pasado año asegura que los haitianos sufren más el racismo, la xenofobia y la violencia sistemática que cualquier otro grupo de inmigrantes. Una sexta parte de los haitianos vive fuera de su país. En 2023, la diáspora haitiana en Estados Unidos se estimaba en más de 731.000 personas, la quinta población más numerosa nacida en el extranjero. Los haitianos en Estados Unidos representan el 16% de los 4.6 millones de inmigrantes caribeños, el mayor número después de los cubanos, los dominicanos y los jamaicanos.
Estamos a pocos días de las elecciones presidenciales. Donde se debate entre el “Make America Great Again” de Donald Trump y el “We are not going back” de Kamala Harris. Comprender esta historia es crucial para abordar los problemas actuales de discriminación y prejuicio. Amerita que se le dé más valor, especialmente cuando en el 2023, el porcentaje de residentes de Estados Unidos nacidos en el extranjero llegó a su mayor nivel desde 1910. Cada día hay más inmigrantes en el mundo y no se deben obviar los factores psicológicos-sociales e históricos-estructurales en el análisis conceptual de la migración internacional. No seamos víctimas de campañas de desinformación, estigmatización, construcciones culturales erradas y deshumanización al servicio de intereses políticos electorales. Dichos comentarios no solo atentan contra la dignidad de las personas, sino que pueden poner en peligro muchas vidas. Lamentablemente esta historia de discrimen, racismo y xenofobia contra los inmigrantes en Estados Unidos no terminará aquí, en el pasado fueron los irlandeses, italianos, chinos y judíos, entre otros, hoy son los haitianos. Cabe preguntarse, ¿y mañana quienes serán?
Notas
[1] Sobre la Ley de Exclusión de 1882, véase de John Robert Soennichsen, The Chinese Exclusion Act of 1882. California: Greenwood, 2011.
[2] Véase Samuel Wells Williams, The Middle Kingdom, a Survey of the Geography, Government, Education, Social Life, Arts, Religion, Etc. of the Chinese Empire and Its Inhabitants, with a New Map of the Empire and Illustrations, Principally Engraved by J.W. Orr. By S. Wells Williams. New York-London: Wiley and Putnam, 1848.
[3] Fue uno de los primeros inmigrantes chinos en naturalizarse estadounidense en 1873. Wong se dedicó a luchar por la igualdad de derechos de los estadounidenses de origen chino, especialmente a raíz del establecimiento de la Ley de Exclusión China. Fundó un periódico semanal en la ciudad de Nueva York, The Chinese American, en 1883. Ante la acusación de un visitante al Barrio Chino de Nueva York de que en un supermercado chino se vendían gatos y ratas, Wong ofreció una recompensa de $500 a cualquiera que pudiera demostrar que los chinos comían gatos o ratas. Nadie reclamó la recompensa ni pudo probar la acusación. Wong Chin Foo murió en 1898 en China. Sobre la vida de Wong Chin Foo, véase de Scoot D. Seligman, The First Chinese American: The Remarkable Life of Wong Chin Foo. Hong Kong: Hong Kong University Press, 2013.
[4] Los chinos fueron el primer grupo de inmigrantes a quienes se les prohibió la entrada a Estados Unidos. Irónicamente, en la actualidad son considerados una minoría modelo.
[5] Hace cien años, el Congreso de Estados Unidos promulgó la legislación contra inmigrantes más significativa en la historia de país. Firmada por el presidente Calvin Coolidge, la “Immigration Act of 1924” redujo drásticamente la inmigración procedente de Europa y prácticamente la prohibió desde Asia.