A los puertorriqueños nos tocó la suerte de haber contado con Albizu. ¿Qué hubiera sido de nosotros de no haberlo tenido?
A los puertorriqueños nos tocó la suerte de haber contado con Albizu. ¿Qué hubiera sido de nosotros de no haberlo tenido?
Algunas frases evidencian su concepción de la autoconfianza necesaria para la descolonización personal que es imprescindible para la descolonización colectiva o nacional.
El reto del sanderismo en y fuera de Puerto Rico es que esta identificación con el líder facilite un espacio para el trabajo y el emerger del potencial crítico del ciudadano…
Es necesario que quien escriba regule el impulso y conquiste la racionalización efectiva de su pensamiento: no sólo para que sus escritos ganen calidad, sino para dar ejemplo a nuevas generaciones de investigadores y escritores.
La colección de ensayos que reúne este libro de Gervasio Luis García, antes que complacer, prefiere pelearse “con algunas visiones con el propósito de repensar lo sabido o lo mal aprendido”.
Estos temas generan pasiones también extremas de “rechazo” o “aceptación”. La tentación al maniqueísmo parece inevitable. Los observadores se colocan con naturalidad a la “ofensiva” o a la “defensiva”.
Mientras más se ausculta la obra de Délano, más a flote sale su voluntad de afirmar la existencia de una nación puertorriqueña. Sin duda, Puerto Rico es el centro de todo su arte, que en el momento presente de crisis e incertidumbres, nos sigue convocando con más fuerza, para escudriñar en éste posibles respuestas a nuestras interrogantes.
Aquellas voces del abanico liberal, al igual que los conservadores, eran afirmativamente integristas, imaginaban que el progreso del siglo se debía a España.
Los boricuas diaspóricos nacidos fuera de la isla son representados como falsos puertorriqueños e inclusive el insular que migra es presa de la asimilación y de la degradación cultural; de la pérdida de la puertorriqueñidad.
La solidaridad sin condiciones es puro fanatismo, venga de donde venga; y la idolatría a las figuras de gobierno es tan perniciosa como la adulación al liderato opositor. No hay una verdad revolucionaria que se oponga de manera absoluta ante la mentira reaccionaria.