Lo grave es la admisión de que a la población confinada no cumple las promesas que se realizaron para el voto. ¿Acaso esto no es lo que sucede de ordinario con otros sectores del país?
Lo grave es la admisión de que a la población confinada no cumple las promesas que se realizaron para el voto. ¿Acaso esto no es lo que sucede de ordinario con otros sectores del país?
Dada la oportunidad de escribir una historia de ficción, casi todos los confinados recurrieron a sus propias vidas. Descubrieron la palabra y descubrieron que tenían historias que contar.
Resulta reprochable el que la Universidad del Estado no haya decidido de una vez y por todas establecer vínculos de manera formal, uniforme y consistente con la comunidad más marginada del país: la penal.
Entrado el siglo XXI, todavía se cree que enjaular a seres humanos es una práctica justa y necesaria para el bienestar social y la seguridad ciudadana.
La educación en prisión para que sea transformadora, debe tener resonancia en la vida del estudiante confinado. Debe ser pertinente en términos de esclarecer y validar sus experiencias.
Dentro de los sistemas penitenciarios hay dos conceptos que luchan por encontrar un adecuado balance de intereses: la seguridad institucional (y de la sociedad) y la rehabilitación del confinado.