En memoria de Mara Negrón, ofrecemos nuevamente el pequeño libro digital que produjo 80grados tras su inesperada muerte, ocurrida el 20 de junio de 2012.
En memoria de Mara Negrón, ofrecemos nuevamente el pequeño libro digital que produjo 80grados tras su inesperada muerte, ocurrida el 20 de junio de 2012.
Pero las sombras de nuestras vidas permanecerán en la Universidad, en las aulas donde descubrimos la poesía o la célula, los crímenes de los conquistadores o las mentiras de nuestra familia.
El libro de Nilita no se limita a lo que ella escribe, sino también a aquel libro que han escrito en torno a ella todos los que la han convertido en el personaje emblemático de una cultura letrada en Puerto Rico.
Con esta iniciativa «damos a leer» a Nilita Vientós Gastón, por medio de algunas de aquellas columnas de opinión y reseñas que publicó por espacio de décadas en distintos diarios del país. Los textos seleccionados recogen algunos de los temas fundamentales para esta intelectual puertorriqueña a los 25 años de su muerte.
Hoy día, Viveca Vázquez no es solo una artista, es también el nombre propio de una estética y de una ética del movimiento.
El principio de igualdad, de equidad, es fundamental en las sociedades llamadas democráticas. Las mujeres insistiremos en ese principio hasta que sea realidad.
El legado de Mara Negrón es una encomienda sobre cómo ser intelectuales comprometidos y comprometidas con nuestra realidad, con una manera de ser universitarios.
Celebramos la vitalidad, centralidad e innovación del pensamiento filosófico y creación literaria de Mara Negrón con un volumen especialmente dedicado a su obra.
Un grupo de amigas y amigos recordaremos a Mara en una actividad de lectura de sus textos, una selección de algunos de sus pasajes, fragmentos de su escritura que ahora nos hablan desde otro lugar, desde el lugar del duelo.
¿Qué es este oscurecimiento súbito de la vida, este aguacero abandonado alevosamente en su resaca por el color y la luz?… miro a mi Mará allá en París y escucho lo que de ella ahora me han contando.
Si bien no fui su estudiante “oficialmente”, sí lo fui en el sentido más profundo y determinante pensable. Conocí a Mara cuando apenas comenzaba a cursar la secuencia curricular del Programa de Estudios de la Mujer y el Género.
Leer, leerte, pasearme por tus palabras, tomar apuntes para recapitular(me) algunas de las cosas que nos dejas dichas en 80grados es lo único que he podido hacer desde esta profunda tristeza.
No me daba cuenta en aquel entonces de lo que me enseñabas, y tú, derridiana al fin, dabas esas clases “como si” las dieras en el porvenir. Enseñabas, como enseñó Derrida.
Desde el verano pasado se encontraba en París cumpliendo con una invitación extendida por la Universidad de esta ciudad, donde impartió dos cursos y realizaba investigaciones.