El hecho de que la identidad nacional puertorriqueña se construya con paradigmas de potencia sexual masculina merece la atención, dado a que es una constante en más de un texto literario.
El hecho de que la identidad nacional puertorriqueña se construya con paradigmas de potencia sexual masculina merece la atención, dado a que es una constante en más de un texto literario.
Queda entonces la pregunta: ¿qué hacer, cómo reivindicar, cómo “hacer justicia” (para algunos) contra una violencia que incluye un componente cada vez mayor de crueldad?
Esto es una invitación a joder políticamente con las pedagogías heteronormativas de género, a descodificar esas exigencias de transparencia que la arquitectura de los baños impone.
La masculinidad, como la ciencia, suele esconder su base performativa y presentarse, no como un acto, sujeto al escrutinio público, sino como un hecho.
Porque aun en la tempestad hay espacio para pensar, 80grados publica información sobre varios eventos académicos, simposios y coloquios, que servirán para reflexionar sobre el valor del conocimiento.