Los colonos de las Trece Colonias reaccionaron a un atropello similar uniéndose de manera solidaria, exigiendo al imperio británico la derogación de las Leyes Intolerables, un Primer Congreso e independencia.
Los colonos de las Trece Colonias reaccionaron a un atropello similar uniéndose de manera solidaria, exigiendo al imperio británico la derogación de las Leyes Intolerables, un Primer Congreso e independencia.
Algunas frases evidencian su concepción de la autoconfianza necesaria para la descolonización personal que es imprescindible para la descolonización colectiva o nacional.
“La Junta debe y tiene que ser rechazada…En esta coyuntura, los problemas de la democracia deben estudiarse y resolverse con más democracia; con nuevas formas participativas…”
Te hablo desde el fondo de la identidad. No necesitas conocerme personalmente; piensa que soy la conciencia sin cuerpo de todo lo que se quedó atrás, del boricua que vive en ti.
La deuda es del soberano que permitió que sus intermediarios en la colonia fueran administradores irresponsables y los prestamistas que prestaron a sabiendas que el país no tendría la capacidad de repagar.
Los problemas y deficiencias de la democracia tan solo pueden arreglarse con más democracia. La cura para una democracia corrompida no es la implantación de medidas anti-democráticas.
Of course, Puerto Rico is a national resource. It’s Organic. An organ that provides much needed blood, or sugar, or whatever to the rest of the exceptional Body.
El ELA es un habla; algo a que se alude en la conversación pero una vez se examina, no está. Es alternativa de status desconocida y a la vez tradición conocida, o un nombre que se le puso a una continuidad de lo existente.
La ciudadanía debe conocer sobre las implicaciones que han tenido las prácticas coloniales en nuestra Isla y cómo el mecanismo de Asamblea Constitucional de Estatus puede servir para que Puerto Rico se una al grupo de naciones independientes en el mundo.
Los imperios no “sueltan” sus colonias. No cabe la menor duda de que la política, la visión y el interés de los gobernantes gringos ha sido y es mantener el territorio, la colonia, el régimen de subordinación, si posible disfrazado pero también de forma cruda, de ser necesario.
No permitamos que este absurdo se perpetúe, continuemos luchando por la excarcelación de Oscar López Rivera. Son 34 años de largo e inmerecido encierro.
En Puerto Rico el poder se centraliza y dictamina lo que es real o marginal, sin embargo cunden la confusión y el desaliento.
Obligar a los seres humanos a extender la mano para pedir limosna es vivir de la desventura de otros. Desvergonzadamente, a eso se ha dedicado la clase política en Puerto Rico… ¡con sus excepciones!
En la vida puertorriqueña —personal y social— se ve una ambigüedad entre lo organizado y lo indisciplinado, lo dicho y lo callado, lo político y lo familiar, lo institucional y lo descreído, lo oficial y lo burlesco.
A fines del mes pasado, se reunió el Politburó del PPD en un hotel del Condado. Lo convocaba una encomienda trascendental: dotar de una definición creíble a esa criatura mitológica llamada ELA.
Invito a los soberanistas populares a enfocar su mensaje a partir de la soberanía, con sus ventajas para encaminar la economía hacia la sustentabilidad, una democracia participativa y abierta al mundo.
Lectura imprescindible para todo aquel que pretenda hacer una reflexión seria, no dogmática, de las implicaciones políticas, sociológicas, normativas e históricas de la imposición de la ciudadanía.
Pero las sombras de nuestras vidas permanecerán en la Universidad, en las aulas donde descubrimos la poesía o la célula, los crímenes de los conquistadores o las mentiras de nuestra familia.
Por primera vez en nuestra historia de Pueblo, si labramos un consenso nacional, con partido o sin partido, con líderes o sin ellos, seríamos por fin los dueños oficiales de nuestro propio territorio nacional.
De seguir la ruta que llevamos las empresas estadounidenses pronto nos controlarán total y permanentemente. Sería la culminación de la conquista que comenzó militarmente con la invasión de 1898.
Lo que es inherente al ser humano, debería ser natural para los pueblos pero no lo es, sobre todo, si los pueblos tienen la desgracia de formarse en un régimen colonial.