Invito a los soberanistas populares a enfocar su mensaje a partir de la soberanía, con sus ventajas para encaminar la economía hacia la sustentabilidad, una democracia participativa y abierta al mundo.
Invito a los soberanistas populares a enfocar su mensaje a partir de la soberanía, con sus ventajas para encaminar la economía hacia la sustentabilidad, una democracia participativa y abierta al mundo.
La crisis tiene sus raíces principales en la corrupción y la mala gobernanza de la kakistocracia y la plutocracia puertorriqueña. No en los pobres.
Sin un desarrollo teórico —individual y colectivo— es imposible formular relaciones intelectual y moralmente superiores a las de la sociedad actual.
Tengo la certeza absoluta de que el objetivo único de esta redada contra la prostitución, tanto de policías y cámaras, es la vergüenza. Una vergüenza anclada en el miedo y la demonización.
El gran reto político hoy es lograr que los representantes de Estados y corporaciones responsables de conjurar las crisis a escala global tomen las decisiones correctas. Reto difícil ya que sus intereses son la negación de los mencionados valores.
La soberanía es un concepto sencillo. Se trata de quién tiene la última palabra para gobernar sobre los constituyentes de una nación.
En efecto, el “downsizing” puede producir economías inmediatas, y eso lo necesitamos con urgencia. Pero, los efectos sobre los empleados que permanecen suelen ser contraproducentes.
Mensaje pronunciado ante la tumba de Carlos Muñiz Valera en ocasión del 35 aniversario de su asesinato, aún sin esclarecer.
En estos tiempos de turbulencia política se hace evidente la relevancia de esta lectura para comprender la complejidad de las luchas contrahegemónicas globales.
Nada impide que el gobierno del PPD, que tiene la gobernación y mayoría en la Cámara y Senado, enmiende la Ley Electoral para establecer una segunda ronda electoral.
Hemos pasado del estado benefactor al estado de todos contra todos que reina bajo el neoliberalismo. En esta lógica se inscriben el PNP, PPD e incluso los sectores “soberanistas”.
¿Por qué no ocupar solares baldíos, cortesía de Río2012, para crear allí lugares de convergencia, puntos de encuentro ciudadanos, según los defina el colectivo y los participantes?
No hay duda de que Mandela tenía un lado inmensamente tierno, pero todo eso se montaba en algo no dicho: o se abren generosamente los caminos para todos o sobreviene el diluvio.
La alternativa es salirnos de la camisa de fuerza federal, de las amarras del coloniaje y ejercer los poderes soberanos que por derecho natural nos corresponden.
¿Por qué y para qué quiere ser Viverito presidenta del consejo de la ciudad de Nueva York? Porque «el sistema capitalista es un sistema en esteroides con muy pocos mecanismos de responsabilidad y transparencia».
Lo que ha ocurrido este pasado domingo es interesante porque puede abrir el camino a otros sectores, notablemente la juventud.
La alcaldesa Carmen Yulín Cruz Soto, hizo un compromiso público con la comunidad de no realizar el proyecto y, según el Comité de Vecinos, no ha cumplido su palabra.
Aunque no sorprendería encontrar quien aún defienda la medida, lo cierto es que, hasta para la más neoliberal de las métricas, la Ley de Permisos ha resultado todo un fracaso.
Solamente las fuerzas políticas que promuevan el ejercicio pleno de la soberanía de la nación puertorriqueña en sus dos dimensiones podrán descolonizarla.
Lo que le molestó a la alcaldesa del mural fue que la retrató: te atrae con el nacionalismo cultural y con su mistique tropical seudo- progresista, para luego asaltarte a mano armada.
Basta con que los más de 400,000 puertorriqueños que anhelan y favorecen esa solución política soberana vayan despejando mitos, miedos y confusiones potenciales –y todo tipo de fantasmas– que se le habrán de venir encima.