Es sin duda interesante que los estudios sobre sexualidad en el Caribe tienen una larga trayectoria, vinculada a menudo con estudios raciales y de género.
Es sin duda interesante que los estudios sobre sexualidad en el Caribe tienen una larga trayectoria, vinculada a menudo con estudios raciales y de género.
La nominación de la Lcda. Maite Oronoz es un hecho histórico; los fundamentalistas pudieron reconocer eso inmediatamente, también lo reconocimos en la comunidad LGBT.
No es difícil identificar, si queremos, las instancias diarias en que le decimos a las mujeres (o a otras mujeres) que son menos, que valen menos; lo que sí es difícil es poder hablar del asunto. Cualquier intento de hacerlo es bienvenido con respuestas como: “Eso es elitista”.
Esa división por género es la que da lugar a la definición diferenciada de los usos legítimos del cuerpo, para producir artefactos sociales llamados hombre-viril o mujer-femenina.
Son decenas si no cientos de miles de personas las que quedan presas en sus países donde, por el mero hecho de ser LGBTTI, puedes ser apedreado o apedreada hasta la muerte o estar toda la vida preso o presa.
Yo pasé de ser una feliz chamaca heterosexual a una feliz chamaca bisexual y luego a una definitivamente feliz chamaca lesbiana ante los ojos de mis compañeros sin que a ninguno de ellos le diera un ataque de apoplejía.
Según vamos entendiendo mejor lo fluido de las sexualidades, queda claro que reclamar inmutabilidad limita nuestras posibilidades, tanto de disfrutar como de amar.
Habría que redefinir la mirada periférica como una mirada queer, y esa mirada sería una mirada desorientadora, en el sentido que propone Ahmed. Esquina periferia, Mundo cruel y Diario de una puta humilde son textos, no solo periféricos, sino contemporáneos.
En Bachelor, nuestro luto lo bailamos, lo bebimos, ¿De qué otra manera honrar a nuestros muertos “de la vida gay” que conocíamos? ¿Cómo más sentir que estábamos aún vivos, al menos ese día, esa semana, ese mes?
Esta es la base del activismo que me interesa. Una equidad que no le tenga miedo a asumir la singularidad de la diferencia, una equidad irreverente, cotidiana e incómoda.
Curiosamente, muchas de las historias y los personajes lgbt en el cine independiente en los Estados Unidos proveen representaciones que retan las posturas asimilacionistas apoyadas por GLAAD.
No conocía demasiado a la Jennie, pero sabía que era la única a quien nunca controlaría doña Eustacia. A ella no la podían botar, porque no iba a donde le estuvieran tasando centímetros del cuerpo para medir sus pecados.
Nos acostumbramos a unas fórmulas que no nos dicen nada, explicaciones que lo dejan todo para el futuro o que se refieren al presente como si este fuera tan distinto al pasado. Mediante ellas nos eximimos de convertirnos en lo que deseamos ser.
Al final, se aprobó lo que se aprobó. El camión tarima que los grupos religiosos llevaron para celebrar el fracaso de los proyectos se lo tuvieron que llevar sin usarlo. El sabotaje al PS238 no se les dio como lo esperaban.
El Centro de Recursos para los estudiantes LGBT de la Universidad de Wisconsin en Milwaukee organizó su «Lavender Graduation», para despedir graduandos y celebrar los logros académicos y comunitarios asociados al Centro.
Habría que decirles, en overkill desmesurado, que sus carreras políticas no sobrevivirán complaciendo a las mayorías del pasado, sino a las del futuro, que están en plena formación.
En Darwin podemos encontrar las bases para fundamentar teóricamente una patería combativa con las herramientas conceptuales para derrotar a los representantes del odio institucionalizado.
Es importante hacer inventario de capacidades y ponerlas al servicio de los movimientos con desinterés y solidaridad. Es importante, muy, muy importante asumir responsabilidad, dejar de quejarnos y actuar.
Espero verles en la proyección de “La Aguja”, que se presenta como parte del Puerto Rico Queer Film Fest en San Juan, el próximo domingo 18 de noviembre a las 9:00pm en el Cine Metro de Santurce.
La política electorera fulgura lo político, es decir, lo quema, lo somete a una visibilidad tan excesiva que lo abrasa, lo reduce a cenizas. Qué bueno que se fueron las elecciones. Ahora quizás, por fin, podamos re-dedicarnos a lo político.
Una de las derrotas más rotundas y contundentes en las elecciones del 2012 en Puerto Rico la recibió el fundamentalismo religioso. Si algo se probó es que no tienen el poder para elegir a nadie.