“¿De qué es lo que no me puedo recordar?” -Fulana de Tal, 2011, quizás os muertos están en el viento y su realidad es la del viento”, así lo dice el sabio keniano Oruka Rang’inya, padre del filósofo Henry Odera […]
“¿De qué es lo que no me puedo recordar?” -Fulana de Tal, 2011, quizás os muertos están en el viento y su realidad es la del viento”, así lo dice el sabio keniano Oruka Rang’inya, padre del filósofo Henry Odera […]
Para Eugenio y Guillermo. Un placer delicioso me invadió, me aisló, sin noción de lo que lo causaba. Y él me convirtió las vicisitudes de la vida en indiferentes, sus desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del […]
El movimiento encarna la voz de la clase trabajadora y la clase media que se siente frustrada de no tener los mismos beneficios que han tenido las comunidades del 1%, coinciden en sus relatos los manifestantes.
Este texto es una carta en tres tiempos, a tres amigos: A Christian, que me comenta; A Benjamín, que comentó; A Bernat, cuya respuesta a Benjamín cito parcialmente.
El concepto de “la pesadilla colectiva” sirve como la analogía más fructífera y sucinta que King, Wood, Charles Derry y Noël Carroll utilizan para aprehender el cine de terror.
Varios estudios realizados durante las últimas décadas sugieren que los estudiantes que se dan de baja de sus estudios universitarios aducen principalmente razones económicas y sociales.
Leyó un letrero que advertía a no pasar sin ser llamado: “de no observar esta regla se arriesga a ser removido de la sala”. Llenó el formulario y lo llevó a la canasta, más bien cajita, donde debía dejarlo antes de esperar. Eso ya lo sabía: “lo dejas allí y esperas”. No pensó en Kafka.
Hay una persona interesada en cada material que se utiliza en la playa y al final del día termina inmaculada, como la virgen que no es, pero parece a la puesta del sol…
Asistimos a una etapa en la historia del capitalismo en la que el ideario de beneficencia y sociabilidad que se pretendió construir entre 1950 a 1980 se ha esfumado,
¿Cómo es que un ser humano piensa dos veces para rescatar de los brazos de la muerte a otro ser humano? ¿Cómo puede haber duda que lo correcto en esa situación sea salvar esos seres humanos? ¿Cómo puede que esto sea un dilema?
Somos de la teoría de que una parte importante de la tecnología agrícola practicada por nuestros jíbaros hasta entrado el siglo XX fue en realidad adaptada de los sistemas indígenas, con modificaciones a partir de influencias españolas.
En pocas palabras, el movimiento Occupy Wall Street ha alterado, efectivamente, los parámetros del juego. ¿Pero… y Puerto Rico, qué está haciendo?
A los pastores, que ofrezcan sermones en sus iglesias, que utilicen los medios para dar a conocer sus posturas con el respeto que nos merecemos todos los ciudadanos: los que concurren con ellos y los que no.
El autor camina sobre las nuevas rutas de Wall Street , y en el camino deja correr su mente… aquí algunas estampas de su experiencia.
La estadidad, ¿es «un fantasma», o es jugar a la Ruleta Rusa con el destino de Puerto Rico? El autor comenta los caminos enlodados y traicioneros que llevan al propuesto plebiscito sobre el status político.
En la actualidad, Puerto Rico debe ser el único lugar del mundo en que, luego de que se avanzó hasta la abolición de la pena capital, una fuerza externa, en cuya elección los habitantes del país no participan, pretende reimponerla: el Gobierno federal pretende arrastrar a Puerto Rico al pasado, cuando, en todo caso, debiera imitar a Puerto Rico y abolir la pena de muerte.
Aparecen nuevos periodistas que sienten menos el peso de las presiones del mercado de auspicios y, por ende, menos presión para generar un contenido homogéneo, carente de elementos críticos.
Vino La Jara para investigar, incluso una boricua que me habló en español como alguien que tiene familia en la isla, hicieron su reporte y se fueron, y se calló el ruido del helicóptero que nos vigila como un buitre vigilando el campo de batalla.
Cuando nos abstraemos y tonteamos, el hipocampo y la corteza prefrontal del cerebro dialogan. Es un estado interno que tiene que ver con “crear el mundo en que vivimos”, pero lo hacemos prescindiendo de la información que recibimos a través de los sentidos.
Compartir el aire, que está afuera y adentro de nuestras vidas, sirve de metáfora a la autora para proponernos un rumbo distinto a las formas fáciles que asumen nuestras conversaciones cotidianas. ¿Por qué no vivir la complejidad?, pregunta.
Expresar es procrear. Pues la “realidad”, tal como se presenta a nuestros sentidos y al acto de la percepción, es de por sí insólita y enigmática.