Coss hace clara distinción en los roles que tuvieron en esta trayectoria el político Luis A. Ferré, el empresario Antonio Luis, su hijo, y destaca las aportaciones de Carlos Castañeda tanto en lo editorial como en el diseño.
Coss hace clara distinción en los roles que tuvieron en esta trayectoria el político Luis A. Ferré, el empresario Antonio Luis, su hijo, y destaca las aportaciones de Carlos Castañeda tanto en lo editorial como en el diseño.
No es la voz del grupo social la que nos empujará fuera de la caja, sino nuestra conciencia individual, que unida a muchas otras, con educación, respeto, compasión y responsabilidad, logrará el cambio que tanto miedo nos da soñar.
Nuestro país, tan chiquito y poblado, está inmerso en una batalla de etiquetas, exponencialmente magnificada por las opiniones en las redes sociales, la radio y la televisión, y hasta el discurso político.
Miramos atrás estas seis décadas de vida y vemos cómo ha cambiado el planeta. Miramos al espejo y vemos cómo ha cambiado nuestro cuerpo. En ambos casos, algunos para bien, otro no tanto. Hemos sido una generación revolucionaria en todos los sentidos.
Despachamos como changos a miles de boricuas que no queremos representen nuestra identidad. Pero en realidad somos todos changos, solo que no queremos reconocerlo.
Como aborigen con lanza y taparrabo que ve invadida su costa, @1020LaLola atacó con el artefacto cultural de nuestros tiempos. Vestida en traje de baño, agarró la mortífera arma del celular y con dardos virtuales, atacó a tuitazo limpio.
Ahora el llamado es a la acción social, a poner en práctica los fundamentos éticos de la filosofía espiritista y tirarse a la calle a provocar cambio.
Cuando hay la sensación de pérdida de confianza, buscamos a quien nos proteja. Esto lleva a las sociedades inseguras a buscar quien pueda protegerlos.
El Cartel del Papel es la historia de nuestros tiempos, donde las influencias se venden y se compran sin escrúpulos, y donde la falta de obediencia se paga con sangre.
Mientras cae cada noche y los afortunados regresamos al hogar, grande o pequeño, propio o alquilado, cientos de personas en la isla buscan dónde acomodarse para pasar la noche sin techo.
Crear una marca superficialmente, sin identificar características de un público que «consumirá» el país-producto, es no solo un esfuerzo inútil, sino una irresponsabilidad cuando se paga con fondos públicos.
Como parte de mis defectos es tratar de analizarlo todo, el pegajoso juego de eliminar gelatinas me ha llevado a reflexionar y buscar metáforas entre las intangibles golosinas.
Tenemos que ser vende patrias, pero no de los traidores, sino de los que desarrollan estrategias creativas para convencer al pueblo de que otra patria está disponible si estamos dispuestos a comprar el compromiso.
Hay que hacer entender los propósitos para los que existe una universidad de manera que quien quiera venir a esta, tenga claro qué esperar. Bastantes expectativas inútiles les vende la publicidad. La universidad es otra cosa.
El discurso fundamentalista solo es efectivo cuando lo creemos. Y lo creemos cuando le atribuimos credibilidad y autoridad al líder o cuando no tenemos mejores argumentos para refutar.
Cuando pase el furor, los anunciantes y las agencias de publicidad, ¿volverán a sucumbir a los ratings, a esos que producimos nosotros mismos divirtiéndonos con la venganza?
¿Es el ejercicio del periodismo uno de oferta y demanda, como cualquier otro negocio? ¿Existe una responsabilidad del periodismo de empujar en la agenda social temas que abonen a una mejor calidad de vida?
Demasiadas expectativas no se cumplen, aunque sigamos con afán intentándolo. ¿Exceso de optimismo? ¿O acaso estamos pidiendo peras al olmo? El refrán nos puede ayudar a entender por qué las cosas no son como esperamos.
La ley la crea un grupo de dudosa reputación política y la administra un estado acusado de corrupción. Para algunos, lo justo se mide por la fuerza, en la calle.
Yo voto. Lo he hecho ininterrumpidamente desde que tuve derecho. Este año no será la excepción, pero confieso que probablemente es el año en qué más difícil se me hará lograr una selección satisfactoria.
En el Puerto Rico de hoy, somos muchos los que perdemos. Se pierden vidas, trabajos, pertenencias, salud, amores, oportunidades y confianza. Algunas de estas pérdidas desatan otras manifestaciones sociales que afectan la convivencia.