La experiencia del gobierno de Puerto Rico con la banca de inversiones estadounidense origina, por lo menos, desde el breve mandato del primer gobernador civil nombrado por el Presidente de los Estados Unidos, en 1900.
La experiencia del gobierno de Puerto Rico con la banca de inversiones estadounidense origina, por lo menos, desde el breve mandato del primer gobernador civil nombrado por el Presidente de los Estados Unidos, en 1900.
Escuchar y ver programas donde entrevistan a candidatos sobre sus propuestas ‒de estos ser electos‒ es otra muestra patética de negación. Con la imposición de la Junta Imperial es muy poco lo que se puede proponer, mucho menos prometer.
La banca no ha sido mera cómplice del esquema político que nos llevó a la presente coyuntura, sino que ha sido su principal arquitecta y beneficiaria.
La dificultad de convivir con propiedades olvidadas y desatendidas nos convierte a todos en herederos de un problema que necesita atención urgente.
La respuesta de afirmación de la ciudadanía ante las actuales propuestas no puede pasar por generar más desregulación, individualismo y neoliberalismo.
Entre quienes acudieron la semana pasada al 1er Encuentro de Bonistas de Puerto Rico, se paseaban con traje y corbata algunos de los personajes que han sido señalados como responsables de la debacle financiera del gobierno.
“La Junta debe y tiene que ser rechazada…En esta coyuntura, los problemas de la democracia deben estudiarse y resolverse con más democracia; con nuevas formas participativas…”
En el mejor de los escenarios, la existencia de la junta se extiende por un cuatrienio. En Washington, D.C., la junta controló las finanzas públicas por seis años.
«La crisis del agro en Puerto Rico hay que visualizarla en todas sus manifestaciones: sociales, económicas y culturales. Hay que atacar sus causas, que son esencialmente políticas», Juan Mari Bras, 1966.
Te hablo desde el fondo de la identidad. No necesitas conocerme personalmente; piensa que soy la conciencia sin cuerpo de todo lo que se quedó atrás, del boricua que vive en ti.
Unos $30 mil millones adeudados en préstamos se hicieron para cuadrar el déficit presupuestario, actividad expresamente prohibida por la Constitución.
Fidel predijo el futuro de económico de Puerto Rico: la deuda y moratoria problemas viejos de los intereses capitales en contra de los pueblos.
Los problemas y deficiencias de la democracia tan solo pueden arreglarse con más democracia. La cura para una democracia corrompida no es la implantación de medidas anti-democráticas.
No hay nuevas perspectivas en los reclamos adelantados por el frente pseudo anti-imperialista que aboga por el país ante los federales.
Lo primero que tenemos que reconocer es que la Junta de Control Fiscal invalida las elecciones de noviembre próximo. Las convierte en un ejercicio fútil, intrascendente.
El movimiento estudiantil ha ido de defender las exenciones de matrícula en el 2010 y a proponer enmiendas a la constitución del país en el 2016. No ha sido en vano.
Debemos movilizarnos el 22 de marzo, a las 10:00 am y, frente al Tribunal Federal, dejar un mensaje claro: ¡la Junta de Control Fiscal es la Esclavitud Colonial!
¿Saben lo que sí es una pena? Que Walmart no haya anunciado el cierre de todas sus operaciones. Total, antes del año 1992 no había ni uno solo en Puerto Rico y el país funcionaba mejor que lo patético que luce en estos momentos.
Los imperios no “sueltan” sus colonias. No cabe la menor duda de que la política, la visión y el interés de los gobernantes gringos ha sido y es mantener el territorio, la colonia, el régimen de subordinación, si posible disfrazado pero también de forma cruda, de ser necesario.
Se acerca un momento crucial en enero, cuando se cumple el pago de casi $900 millones de deuda y si el Gobernador continúa con su práctica, sucumbirá una vez más a los bonistas y pagará, sin importar el efecto sobre Puerto Rico.
El sistema de permisos no es un instrumento para el desarrollo económico. En realidad, los permisos tienen como primer objetivo proteger el interés público, por lo que el Plan de Uso de Terrenos es el instrumento para guiar el desarrollo.