La reacción del Negociado de la Policía al informe sobre feminicidios de Kilómetro Cero no fue una simple defensa institucional, sino un síntoma de un contragolpe patriarcal. Las críticas al Observatorio de Equidad de Género, centradas en supuestos errores metodológicos, parecen más un intento de socavar su credibilidad que un debate científico legítimo. El Observatorio, utilizando definiciones operativas sólidas y metodologías consistentes con prácticas internacionales, expone el subregistro policial de más del 70%. Más allá de números, esta pugna refleja cómo las estructuras patriarcales protegen su orden, mientras el activismo de datos redefine la producción de conocimiento. Defender al Observatorio es, en esencia, defender nuestra capacidad de vernos y transformarnos como sociedad.