Vivimos y morimos en el nursery con cara de niños grandes colonizados por consentimiento y creyéndonos felices.
Vivimos y morimos en el nursery con cara de niños grandes colonizados por consentimiento y creyéndonos felices.
Nos acostumbramos a unas fórmulas que no nos dicen nada, explicaciones que lo dejan todo para el futuro o que se refieren al presente como si este fuera tan distinto al pasado. Mediante ellas nos eximimos de convertirnos en lo que deseamos ser.
Puerto Rico sería un estado mendigo, una carga para un gobierno federal que tampoco está en su mejor momento. A la luz de la experiencia histórica, nada va a pasar con las iniciativas de status.
Los gobiernos suelen ser débiles, vulnerables y transitorios. Es únicamente el pueblo organizado y movilizado el que puede mantener a los gobiernos en rumbo o declararle la guerra a los flojos o traidores.
Derechos, moralismo político y política despolitizada
La existencia de 78 municipios en el territorio puertorriqueño aumenta los gastos públicos y dificulta la planificación. El número de municipios se debe reducir a la mitad y se deben establecer regiones.
Porque consideremos algo como dañino según nuestro concepto particular de lo que es una vida sana, no nos da derecho a prohibírselo a otros, y mucho menos convertirlo en un delito punible.
El Proyecto del Senado #15 es un proyecto visionario que propone un sistema de Pagador Único para Puerto Rico. Esta medida debe apoyarse, pero no incondicionalmente.
Una acción afirmativa para evitar actos discriminatorios es la tarea de revisar y enmendar la Constitución para incluir la preferencia sexual (orientación sexual e identidad de género) bajo el protectorado de la Ley.
Si el PPD ya no puede ser un partido de una ideología estadolibrista creíble y si el PNP perdió su razón de ser: ¿cómo es que continúan como los partidos fuertes y únicos en la vida política puertorriqueña?
Mientras son oposición, los políticos prometen que procesarán las violaciones y excesos de los gobernantes. Sin embargo, cuando son gobierno, casi nunca pasa nada.
No digo que el pueblo sea ingenuo, tampoco sabio, pero sí digo que está tan agobiado y cansado de su orfandad política que prefiere la pasividad del espectador antes que expresar la más importante queja que un público pueda articular.
Parece que en Puerto Rico ya está decidido que los lobos tienen el derecho propietario adquirido a vivir de las ovejas; y los chivos, el de repartirse las lechugas que quedan a su cuidado.
Lograr una participación fluida y real de la ciudadanía en los procesos económicos, políticos y sociales es imprescindible para la construcción de un nuevo Puerto Rico. Presionemos para que se abran espacios.
Al votar a favor del PPD y sus candidatos/as, el Pueblo no emitió mandato alguno a favor de la reforma legislativa o de cualquier otra propuesta incluida en su Programa de Gobierno, estemos o no de acuerdo con la misma.
Un pase de balance sobre los retos que enfrenta el gobernador Alejandro García Padilla luego de su toma de posesión este pasado 2 de enero.
En este período de fiestas —y una vez superado el período eleccionario de 2012— todos quisiéramos “descansar” de la política. No obstante, la vida política democrática es de tal naturaleza que no puede detenerse.
¿Cuándo un tercer partido podría ganar algún distrito en Puerto Rico? Nunca. Ni mudándose a un pequeño distrito todos sus favorecedores. Esto es así, sencillamente, por obstáculos propios de nuestro sistema político.
Este año decidí votar pues creo que la consulta representa una oportunidad para que este pueblo deje saber que no seguirá apoyando la política pública que por más de cuarenta años viene produciendo criminalidad.
Se tendrán que desarrollar alianzas con gran flexibilidad para tratar de lograr un frente amplio entre los nuevos partidos y otros sectores sociales. El rompimiento con el aislamiento es una necesidad, si queremos avanzar.
No es acertado suponer que el sistema de bipartidismo va a cambiar porque ahora hayan nacido nuevos partidos. La propia estructura de representación legislativa de nuestra Constitución es determinante.